Fundación Cáritas Bienestar del Adulto Mayor, IAP
México DF - Abril, 2014.
Esta publicación se enmarca dentro del Programa Regional en América Latina y el Caribe (PRAM 2004 - 2013) auspiciado por Cáritas Alemana y financiado por el Ministerio Alemán de Cooperación Económica. Se fundamenta en el llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para promover “Una Sociedad para Todas las Edades”, la cual impulsamos desde hace ya cinco años a través de distintas acciones, como las descritas en los siguientes apartados, con el objetivo de contribuir en la construcción de una sociedad que dé cabida a personas de distintas edades; una sociedad pensada para todas y todos que en consecuencia sea capaz de responder a sus necesidades, procurar su bienestar y felicidad, además de promover espacios en los que las personas puedan implicarse en acciones necesarias para vivir mejor en sociedades donde cada vez se logra vivir más años. Este trabajo también se sustenta en el Modelo de promoción y atención socio educativa de personas adultas mayores que construyó y promueve desde hace 15 años la Fundación para el Bienestar del Adulto Mayor, IAP (FUNBAM).
Es en este marco que a partir del año 2011 la FUNBAM inicia, con apoyo del Centro de Formación para las Farmacodependencias, AC (CAFAC) un proceso de formación que derivó en la incorporación a nuestro trabajo gerontológico del denominado Modelo Eco 2, mismo que se orientó en una primera fase a la realización de un diagnóstico y, en una segunda, al desarrollo de una modalidad de prevención, las representaciones sociales, el trabajo en red, así como el análisis de los mitos y ritos de la comunidad, todo ello con un enfoque gerontológico, promocional e intergeneracional.
La estrategia de intervención con enfoque gerontológico, promocional e intergeneracional se aplicó en 3 comunidades de la Ciudad de México: la comunidad de San Bartolo Atepehuacán y la colonia Ticomán, ambas ubicadas en la delegación política Gustavo A. Madero y en la colonia San Miguel Teotongo en la delegación Iztapalapa.
El desarrollo de la estrategia de intervención inicia con la formación del personal técnico de la FUNBAM (2 profesionistas) y 12 actores sociales de las comunidades seleccionadas (denominadas operadoras); la formación implicó 6 meses de trabajo arduo, incorporando los siguientes componentes: formación teórico metodológica; acompañamiento y supervisión práctica; codificación y lectura de la información para el diseño de estrategias, y finalmente la construcción de la propuesta de modelo de intervención para cada proyecto piloto.
Para la selección de las comunidades se consideraron 4 criterios como los siguientes:
1. Que existiera en la comunidad un grupo organizado de personas adultas mayores con más de 3 años trabajando.
2. Que en estos grupos organizados existieran voluntarias capacitadas por la FUNBAM.
3. Que las voluntarias formadas como educadoras solidarias vivieran en la misma comunidad.
4. Aprobación del sacerdote de la comunidad parroquial para llevar a cabo los proyectos piloto.
En cuanto a los actores que conjuntaron esfuerzos e intervinieron en los 3 proyectos, se encuentran: la FUNBAM, CAFAC, los actores de cada comunidad, voluntarias parroquiales, líderes comunitarios, actores formales e informales, incluidos sacerdotes, agentes de pastoral y laicos, con los cuales veníamos trabajando de manera conjunta tanto en el Programa Regional en América Latina y el Caribe (PRAM), como en acciones que promueve propiamente la FUNBAM.
Es importante señalar que el trabajo realizado así como los resultados obtenidos, no hubieran sido posibles sin la participación de niñas, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores de las comunidades participantes; cada actor local aportó y se involucró de diferentes formas, lo que favoreció la realización y los logros de los 3 proyectos.
Lo anterior marcó el inició de la puesta en práctica de 3 proyectos piloto, mismos que se desarrollaron en las tres comunidades antes referidas de la Ciudad de México, durante dos años de acciones sistemáticas ininterrumpidas.
Cabe también mencionar que para la integración de la presente sistematización fue necesario, además de la disposición para aprender y la capacidad de realizar un ejercicio como este, consultar diversas fuentes documentales; diseñar y aplicar instrumentos que permitieron obtener información de cada comunidad e integrar registros en los que se establecieron las orientaciones y lineamientos generales que permitieran dar cuenta de las experiencias desarrolladas.
En los apartados finales se encuentran, por líneas generales, las reflexiones y conclusiones que surgen a la luz del desarrollo de los tres proyectos, en un ejercicio de compartir las lecciones aprendidas. Por otro lado se delinean también la prospectiva y las propuestas en general que articulan los puntos en los que deberá ponerse especial atención en la posible réplica del proyecto en otros contextos comunitarios.
Ver publicación de FUNBAM: Prácticas gerontológicas comunitarias con perspectiva intergeneracional