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Uruguay. Envejecimiento de la población golpea sobre la seguridad social

Martes, 19 de Junio de 2007
Recortes de prensa

Informe. La tasa de fecundidad cayó por debajo del nivel de reemplazo

Diario El País – Montevideo – Uruguay
16.06.2007.


Un estudio presentado en el marco del Diálogo Nacional sobre Seguridad Social, alerta sobre el acelerado proceso de envejecimiento de la población uruguaya y las consecuencias de este fenómeno para el régimen provisional.

El informe "Demografía y seguridad social en Uruguay: balance y perspectiva", fue elaborado por la socióloga y demógrafa Mariana Paredes.

"La población uruguaya es la más envejecida de América Latina con niveles ya similares a los de algunos países europeos", dice Paredes. Y agrega que la causa de este fenómeno radica en tres componentes que hacen a la dinámica demográfica de una población: fecundidad, mortalidad y migración.

Según Paredes, la transición demográfica, que consiste en el descenso de las tasas de mortalidad y fecundidad, se termina de producir en Uruguay en la primera mitad del siglo XX, y que esto define un perfil de país en el contexto latinoamericano, "dado que los principales problemas que afectaban a las poblaciones del continente (altas tasas de fecundidad y mortalidad) no estaban presentes en Uruguay".

La tasa de fecundidad que en 1950 se ubicaba en casi tres hijos por mujer, desciende a comienzos del siglo XXI por primera vez por debajo del nivel de reemplazo poblacional. "Este fenómeno es de suma trascendencia en la dinámica poblacional, ya que implica que, por crecimiento vegetativo (nacimientos menos muertes), la población no alcanzará a reproducirse por sí misma", dice.

A esto se agrega que Uruguay cuenta con un saldo migratorio negativo (se van más de los que llegan) desde mediados del siglo XX, "lo que implica que la emigración constituye un fenómeno ya estructural", que se ha acentuado a partir de la crisis de 2002.

La relación de masculinidad y la esperanza de vida también es un indicador del problema demográfico del país. En la población total, la relación es de 95 varones cada 100 mujeres, y según las proyecciones es de esperar que esta relación aumente en los próximos años. Sin embargo, para la población mayor a 60 años, la relación de masculinidad presenta valores muy inferiores, llegando en el quinquenio 2005-2010 a alcanzar 70 varones cada 100 mujeres. Según Paredes, es de esperar que esta relación vuelva a aumentar pero no hasta valores que alcancen el equilibrio por sexos de la población.

Un fenómeno similar se puede observar a través de la esperanza de vida para cada uno de los sexos.

Al nacer, la esperanza de vida para las mujeres es de 80 años, y 73 para los valores. Como estos valores aumentan a medida que avanza la edad, una vez llegados a los 60 años, los varones tienen por delante 19 años de vida y las mujeres 23. "Esto quiere decir que la esperanza de vida alcanza hoy para la población sexagenaria masculina a los 79 años y para la femenina a los 83. En el futuro es de esperar que estos valores crezcan en unos tres o cuatro años con lo cual al 2050 si los varones y mujeres de la población uruguaya llegan a los 60 años les quedarán un promedio de 25 años más de vida: 22 para los varones, 27 para las mujeres", dice Paredes.

Paredes termina su informe advirtiendo que pensar un sistema de seguridad social "implica reflexionar sobre políticas de población". "La caída de la fecundidad por debajo del nivel de reemplazo y la emigración como una constante estructural en la población se traducen en envejecimiento poblacional. Si bien este proceso es de largo plazo y difícilmente reversible, esto no implica dejar de pensar alternativas al respecto", dice.

Sociedad cada vez más vieja

Los mayores de 80 años tienen cada vez mayor peso en la parte superior de la pirámide poblacional. Esto se da particularmente en las mujeres quienes tienen una sobrevida mayor que los varones.

Tanto a nivel de la esperanza de vida al nacer, pero más acentuadamente en la esperanza de vida a los 60 años, las diferencias entre varones y mujeres tienden a acrecentarse a favor de estas últimas.

La población mayor de 65 años alcanzaba a ser un 8% de la población total a mediados del siglo XX. Esta cifra ascenderá al 20% un siglo después.

El porcentaje de población menor de 15% para entonces será de 17%, lo cual implica que, por primera vez en la historia del país, en el año 2050 la cantidad de adultos mayores será superior a la de los niños.

Actualmente estas cifras se ubican en un 13% de personas mayores de 65 años y un 24% de personas menores de 15 años, con lo cual en 40 años el cambio será bastante acelerado.

Si se compara la evolución de los grupos de mayor y menor edad, el cambio en la población femenina en los próximos 40 años implica que el contingente de mujeres mayores de 65 años será bastante más alto que el de mujeres menores de 15 años.

En el caso de la población masculina, sin embargo, hay una diferencia importante a favor de los jóvenes que se equiparará en 2050, en el que los varones de ambos grupos etáreos se encontrarán en proporciones similares.

Sin considerar a los menores de 15 años, parece ser claro que la población económicamente activa estará en el año 2050 bastante sobrecargada de población inactiva. Este fenómeno se acentuará progresivamente.