Informaciones
Ecuador.Una pensión para unos, nada para otros
Viernes, 15 de Septiembre de 2006
PolÃticas y Derechos
El Comercio (Ecuador)
12.09.2006.
José Benalcázar, de 81 años, recibió una mala noticia, ayer. Está fuera de la lista de beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano (BDH), que desde el lunes se convirtió en Pensión Asistencial, para los adultos mayores y personas con discapacidad, considerados más pobres.
El Programa de Protección Social (PPS) del Ministerio de Bienestar Social anunció un nuevo esquema de protección social. La idea, según el coordinador del PPS, James Montenegro, era conceder un subsidio a la población más vulnerable del país.
Según sus estudios, el 50 por ciento de las personas con discapacidad están en los quintiles uno y dos (extrema pobreza). Además existen 800 000 ancianos y solo el 17,1 por ciento de ellos está protegido por un tipo de seguridad.
Por ello, no reciben la Pensión Asistencial de 11,50 dólares (igual que el bono) quienes tengan relación con el IESS o seguros de la Policía y Fuerzas Armadas.
José Benalcázar no sabe por qué no accederá más el único ingreso que le permitía no sentirse una carga. Es uno de los 25 000 adultos mayores que fueron eliminados de la lista del Sistema de Selección de Beneficiarios (Selben).
"Nací en Zaruma, en El Oro. Fui panadero. Hace 15 años falleció mi mujer, no tuvimos hijos. Ella tenía un hijo que murió por un daño al corazón. Su esposa me permite vivir en un cuarto de su casa. Pero no sé qué haré sin dinero para comprar arroz", dice.
Edith Balseca, del Centro de Información del PPS, indicó que entre enero y abril, el Selben realizó unas encuestas para confirmar quiénes realmente estaban desprotegidos. Así, si no contaban con un techo ni con la protección de un familiar se los ubicó en los niveles uno y dos de pobreza.
A las madres, del quintil tres, se les suspendió desde mayo. Pero a los ancianos y discapacitados no, hasta este mes, cuando empezó a regir la Pensión Asistencial.
En el PPS indicaron que se eliminó a 25 000 ancianos y 1 000 discapacitados para integrar a 100 000. Ahora son 200 000 los beneficiarios y planean integrar a 65 000 personas más hasta diciembre. En el 2007 serían 320 000, Montenegro dijo que en octubre empezará un proceso masivo de información para aplicar nuevas encuestas y conocer la situación de esta población. Pero todo dependerá del plan del nuevo gobierno.
Mientras, no queda más que esperar y pedir información en el PPS (Foch E-438 y Colón).
Punto de vista: Cambio de figura ante la exclusión
Patricia de la Torre Socióloga de la U. Católica
En los estados de bienestar social, en Europa en especial, hay un nivel de tributación alto, que permite que cuando la gente llega a la tercera edad o sufre una minusvalía acceda a una completa cobertura de salud, por ejemplo.
En las sociedades igualitarias, un joven con una discapacidad recibe capacitación para poder desenvolverse. Nuestra estructura social no permite absorber a las personas con estas deficiencias.
La sociedad los excluye, no hay educación especial ni construcciones planificadas para ellos. Su manutención es un drama.
La población que recibe el Bono de Desarrollo Humano tiene varias carencias. Si se le sigue asignando un dinero, aunque ahora se le llame Pensión Asistencial, viene a ser el mismo esquema de una suerte de subsidio de la pobreza, de desempleo, de carencia.
Con el cambio de nombre se pretende quitar la imagen de que quienes reciben la pensión son un parásito de la sociedad, les otorga más dignidad. Pero están excluidos de las políticas de Estado.
12.09.2006.
José Benalcázar, de 81 años, recibió una mala noticia, ayer. Está fuera de la lista de beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano (BDH), que desde el lunes se convirtió en Pensión Asistencial, para los adultos mayores y personas con discapacidad, considerados más pobres.
El Programa de Protección Social (PPS) del Ministerio de Bienestar Social anunció un nuevo esquema de protección social. La idea, según el coordinador del PPS, James Montenegro, era conceder un subsidio a la población más vulnerable del país.
Según sus estudios, el 50 por ciento de las personas con discapacidad están en los quintiles uno y dos (extrema pobreza). Además existen 800 000 ancianos y solo el 17,1 por ciento de ellos está protegido por un tipo de seguridad.
Por ello, no reciben la Pensión Asistencial de 11,50 dólares (igual que el bono) quienes tengan relación con el IESS o seguros de la Policía y Fuerzas Armadas.
José Benalcázar no sabe por qué no accederá más el único ingreso que le permitía no sentirse una carga. Es uno de los 25 000 adultos mayores que fueron eliminados de la lista del Sistema de Selección de Beneficiarios (Selben).
"Nací en Zaruma, en El Oro. Fui panadero. Hace 15 años falleció mi mujer, no tuvimos hijos. Ella tenía un hijo que murió por un daño al corazón. Su esposa me permite vivir en un cuarto de su casa. Pero no sé qué haré sin dinero para comprar arroz", dice.
Edith Balseca, del Centro de Información del PPS, indicó que entre enero y abril, el Selben realizó unas encuestas para confirmar quiénes realmente estaban desprotegidos. Así, si no contaban con un techo ni con la protección de un familiar se los ubicó en los niveles uno y dos de pobreza.
A las madres, del quintil tres, se les suspendió desde mayo. Pero a los ancianos y discapacitados no, hasta este mes, cuando empezó a regir la Pensión Asistencial.
En el PPS indicaron que se eliminó a 25 000 ancianos y 1 000 discapacitados para integrar a 100 000. Ahora son 200 000 los beneficiarios y planean integrar a 65 000 personas más hasta diciembre. En el 2007 serían 320 000, Montenegro dijo que en octubre empezará un proceso masivo de información para aplicar nuevas encuestas y conocer la situación de esta población. Pero todo dependerá del plan del nuevo gobierno.
Mientras, no queda más que esperar y pedir información en el PPS (Foch E-438 y Colón).
Punto de vista: Cambio de figura ante la exclusión
Patricia de la Torre Socióloga de la U. Católica
En los estados de bienestar social, en Europa en especial, hay un nivel de tributación alto, que permite que cuando la gente llega a la tercera edad o sufre una minusvalía acceda a una completa cobertura de salud, por ejemplo.
En las sociedades igualitarias, un joven con una discapacidad recibe capacitación para poder desenvolverse. Nuestra estructura social no permite absorber a las personas con estas deficiencias.
La sociedad los excluye, no hay educación especial ni construcciones planificadas para ellos. Su manutención es un drama.
La población que recibe el Bono de Desarrollo Humano tiene varias carencias. Si se le sigue asignando un dinero, aunque ahora se le llame Pensión Asistencial, viene a ser el mismo esquema de una suerte de subsidio de la pobreza, de desempleo, de carencia.
Con el cambio de nombre se pretende quitar la imagen de que quienes reciben la pensión son un parásito de la sociedad, les otorga más dignidad. Pero están excluidos de las políticas de Estado.