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Jorge Manzarbeitia - 04/04/2006
El consumo limitado de alcohol es considerado parte de una dieta sana y con efectos beneficiosos aunque si este consumo se convierte en excesivo y su receptor es una persona mayor puede provocar el riesgo de enfermar y morir.
Un primer estudio realizado sobre el consumo de alcohol en pacientes ancianos, intentando correlacionarlo con la incapacidad y mortalidad, demuestra que ambas son más altas en los consumidores de alcohol. En bebedores de riesgo la morbilidad era del 69% mayor y la mortalidad 20%. Los abstemios no tenían mayor riesgo de enfermar y morir a diferencia de lo encontrado en población más joven, por lo que recomendar su consumo en ancianos se debe hacer con sumo cuidado.
El alcoholismo en los ancianos es una patología infra diagnosticada en nuestro medio, y con secuelas que pueden llegar a ser severas. El consumo limitado de alcohol es parte de una dieta sana y con efectos beneficiosos a largo plazo, sobre la enfermedad cardiovascular en especial.
Investigadores norteamericanos han publicado en la revista Journal of the American Geriatrics Association un estudio para conocer la influencia recíproca entre mortalidad, enfermedades asociadas y consumo de alcohol en pacientes mayores de 65 años. Los datos se han obtenido de un estudio iniciado entre 1971 y 1974 en los que se recogían diversos datos de salud y consumo de ciudadanos norteamericanos, que fueron seguidos hasta 1992.
En el estudio entraron 4.961 adultos que referían datos con respecto al consumo de alcohol. Determinaron las enfermedades, grado de incapacidad y mortalidad en ese periodo y lo correlacionaron con el consumo de alcohol. La prevalencia de consumo de alcohol, es decir el porcentaje de personas, era del 10% (7% hombres y 3% mujeres).
Las personas que bebían más de tres tragos al día, se consideraron como de consumo de riesgo desarrollando comorbilidad, es decir enfermedades asociadas, con mayor frecuencia, en un 69% y mortalidad en un 20%. La abstinencia total del alcohol, no se asociaba a un incremento de mortalidad, como se ha referido en personas más jóvenes.
En resumen el alcohol, que es una bebida socialmente tolerada, es parte de la forma de vida en nuestro país. El consumo moderado del mismo siempre se ha visto con buenos ojos por los médicos, aunque ya algunos prestigiosos geriatras apuntaban a que las cosas podían ser diferentes en ancianos.
Este estudio es el primero realizado específicamente en ancianos, relacionando la morbilidad y mortalidad con el consumo de alcohol, demostrando, siempre según estos datos, que la opción cero parece la más adecuada para los más mayores.
Fuente: http://www.websalud.com