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Perú. UPCinas fundan Nietos Itinerantes para defender los derechos de las personas mayores

Viernes, 15 de Agosto de 2025
Envejecimiento y vejez

“¡Estamos envejeciendo juntos! Puede que nos dé miedo aceptarlo, pero cuando lo hagamos, empezaremos a vernos reflejados en las personas mayores y a preguntarnos cómo queremos ser tratados cuando nos toque caminar con sus zapatos. Esa misma reflexión llevó a Rosaestela Gómez Holguín y Andrea Casaretto Paniagua, graduadas en Derecho por la UPC, a fundar Nietos Itinerantes, una organización decidida a transformar la forma en que se vive y se habla sobre la vejez en el Perú.

Dos historias, un mismo propósito

“Cuando mi abuela sufrió un accidente cerebrovascular, la trajimos a vivir con nosotros. Había perdido el habla y la movilidad. Para cuidarla, tuvimos que adaptarlo todo: la casa, las rutinas, incluso la forma de comunicarnos con ella”, cuenta Rosaestela. Pero el entorno no estaba preparado para personas como su abuela. Faltaba infraestructura accesible, y muchas personas no sabían cómo atenderlas con dignidad. “Me di cuenta de lo difícil que era la vida para las personas mayores, y de lo invisibles que eran para la sociedad”.

Andrea, en cambio, tuvo el privilegio de crecer con abuelos activos que cuidaran de ella. Por tanto, nunca asoció la vejez con dependencia ni fragilidad. “Tenía mis propios sesgos”, reconoce. Pero todo cambió el día que vio a una enfermera gritarle a una persona mayor por no entender las indicaciones médicas. En lugar de confrontarla, Andrea ayudó al señor escribiéndole las instrucciones en un papel. Fue un gesto simple, pero revelador. “¿Por qué tratarlo mal en lugar de adaptarse a sus necesidades? ¿Cuántas personas mayores podrían estar pasando por lo mismo?”. Ese momento marcó un antes y un después en su vida.

Una Navidad, cinco voluntarios y una promesa

Ambas estudiaron Derecho en la UPC. Aunque sus caminos profesionales se separaron tras graduarse en 2009, una convocatoria en redes sociales volvió a unirlas. Rosaestela buscaba voluntarios para llevar donativos a un centro de atención residencial de personas  mayores. Andrea se sumó a la iniciativa sin pensarlo.

“Llevamos cosas materiales, sí, pero lo que más valoraban era nuestra compañía”, recuerda Rosaestela. Aquella visita en diciembre de 2016 fue el punto de partida. Las visitas mensuales se hicieron constantes. Sin embargo, con el tiempo, Rosaestela se quedó sola, hasta que Andrea le propuso formalizar el voluntariado para tener un mayor impacto.

Así nació Nietos Itinerantes a fines de 2018, con el respaldo de Marina Lazarte —exdirectora de la carrera de Derecho de la UPC— y el apoyo de Alianza ProBono. Desde entonces, esta iniciativa no ha parado de crecer.

Hoy, la organización cuenta con un equipo de trece personas y más de setenta voluntarios activos. En nueve años de trayectoria, ha impactado a 989 personas mayores y a más de 2 400 familias durante la pandemia. Ha intervenido en regiones como Lima, Moquegua, Piura, Ayacucho, Trujillo, Tarapoto y Cusco. Ha sido reconocida por el Ministerio de la Mujer, la Organización de Estados Americanos (OEA) y ha ganado fondos internacionales.

Frentes de acción

El trabajo de Nietos Itinerantes se desarrolla en cuatro ejes. Uno es el acompañamiento intergeneracional: visitas presenciales o virtuales donde jóvenes, adultos y personas mayores comparten historias, tiempo y afecto. “No vamos a ayudar —aclara Andrea—. Vamos a compartir, a construir vínculos desde la igualdad.”

También ofrecen charlas jurídicas gratuitas para que las personas mayores tomen decisiones informadas, conozcan y se empoderen en el ejercicio de sus derechos. Además, impulsan campañas y talleres para cambiar la narrativa sobre la vejez y promueven el fortalecimiento de capacidades en áreas como alfabetización digital, nutrición, salud o marketing. Uno de sus proyectos más recientes capacitará a más de 200 personas mayores en el uso de un teléfono inteligente en Lima y Moquegua.

Envejeciendo con respeto

En Nietos Itinerantes evitan llamar “abuelitos” a las personas mayores. No por falta de afecto, sino por respeto. “No todas las personas mayores son abuelos, ni todos los abuelos son personas mayores —explica Rosaestela—. Es importante preguntarles cómo quieren ser llamados. Nombrar es reconocer.”

Ambas fundadoras coinciden en que su formación en la UPC fue clave para dar forma al proyecto. Aunque hoy también trabajan en otras instituciones, Nietos Itinerantes es su apuesta de vida: el proyecto que les roba horas de sueño, pero les devuelve el propósito.

“Nuestro objetivo es construir una sociedad que no le tenga miedo a envejecer —dice Andrea—. Una sociedad donde los mayores sean vistos como ciudadanos con voz, con decisión, con derecho a enamorarse, a disponer de sus bienes, a vivir libres.”

Rosaestela y Andrea saben que no pueden cambiar el mundo por completo, pero con Nietos Itinerantes han comenzado a transformar la vida de las personas mayores en el Perú. Ahora sus voces se unen a las de ellos y esperan ser escuchadas, que el Estado reformule sus políticas públicas, que más universidades se sumen, que la sociedad sea más empática y que podamos envejecer juntos, con respeto, libertad y justicia.”

FUENTE: noticias.upc.edu.pe - 14/8/25

https://noticias.upc.edu.pe/2025/08/14/upcinas-fundan-nietos-itinerantes/