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CONDICIONES DE VIDA DE LAS PERSONAS MAYORES (2017-2021)

Viernes, 09 de Diciembre de 2022
Envejecimiento y vejez

Vulnerabilidades en clave de pandemia por COVID-19

 A continuación se transcribe parte de la introducción del documento.

“Para este documento se seleccionaron una veintena de dimensiones, a partir de una evaluación sobre cuales habían contribuido más a los objetivos del programa -especialmente aquello de dar visibilidad e instalar en agenda-. Para no todas ellas había información disponible para esta segunda etapa, pero sí para la gran mayoría. Uno de los aspectos seleccionados que no pudo ser incluido fue el de la participación, tanto en actividades recreativas como solidarias. En cambio, fueron incluidas algunas otras dimensiones que, aunque no habían sido seleccionadas en una primera fase para esta actualización, estaba disponible una valiosa información.

La estructura de este documento reconoce cinco secciones. En las dos primeras se incluyen los resultados respecto de lo que en otros documentos anteriores se denominan capacidad de subsistencia por un lado y condiciones de vivienda por el otro. En la Argentina, la capacidad de subsistencia está cruzada desde hace varios años por la enorme incidencia de la pobreza, que como era esperable, afecta también -aunque no especialmente- a las personas mayores. Que una de cada cuatro personas mayores viva en condiciones de pobreza nos interpela y tiñe cualquier consideración sobre sus condiciones de vida. Una curiosa situación de una sociedad que llega a la longevidad de los países más desarrollados del mundo, pero con al menos un cuarto de ellos que no tienen recursos materiales para una vejez digna. No solo de ingresos sino con muchas carencias en la esfera de los derechos económicos y sociales más básicos.

Aunque en la agenda esté muy instalada la cuestión de los magros ingresos previsionales para una enorme mayoría que solo percibe una jubilación mínima, atrás hay toda una historia de la informalidad laboral exenta de aportes jubilatorios, de recurrentes “moratorias” que no hacen sino hacer más inviable el sistema previsional y de una renuencia generalizada -tal vez por sus costos políticos- a repensar dicho sistema. Es también cierto que una larga historia inflacionaria -agravada en los últimos tiempos- dificulta enormemente cualquier reflexión sobre reformas al sistema previsional, cuya mayor fortaleza es su universalidad.

Una ya larga historia de desaciertos económicos privó a la gran mayoría de los actuales mayores de oportunidades de ahorro cuando aún no eran mayores y por eso llegan a su condición previsional actual sin recursos materiales, con la excepción, muy dispar, por cierto, de su vivienda, más entendida como el techo compartido que el entorno que la rodea. Por eso en las dos primeras secciones del documento se presentan los resultados de cinco de estas dimensiones: la pobreza, la insuficiencia de ingresos -pobreza subjetiva-, la ayuda de terceros, el acceso a una vivienda digna y el acceso a los servicios domiciliarios de red.

Todavía en el imaginario la mayor edad se asocia a los problemas de salud. Si bien hay suficiente evidencia que estos aumentan con la edad cronológica a lo largo de toda la vida, el universo de las personas mayores es muy heterogéneo al respecto. Y de ahí la complejidad del amplio y fragmentado conjunto de los distintos subsistemas de salud que los atienden -de los cuales PAMI es el más importante, los hospitales públicos, el resto de las obras sociales y las prepagas- en dar cuenta de esa diversidad. La importancia del autocuidado es crucial en estas edades.

Salud en sentido amplio, como debe ser. No solo en sus aspectos físicos. Como muestra de esta visión se incluye al malestar psicológico en esta segunda sección, pese a que hay una cuarta que se ocupa específicamente de los recursos psicosociales. De este modo para esta tercera sección del documento se incluyen cinco dimensiones que dan cuenta de distintos tipos de déficit en esta esfera: el estado de salud percibido, la atención de la salud, la práctica de ejercicio físico, el malestar psicológico y la calidad del sueño.

De todos estos hay uno que merece un comentario especial en esta introducción: la enorme incidencia del déficit en la práctica de ejercicio físico, un hábito poco saludable. Un resultado que sugiere poner en duda el cumplimiento en Argentina del discurso universal del envejecimiento saludable. Debería formar parte esencial del autocuidado, pero no por eso exento de la formulación de políticas públicas. Pese a su importancia es el déficit de mayor incidencia entre las personas mayores. La práctica poco frecuente de ejercicio físico se corresponde con la falta de oportunidades para llevar adelante estas prácticas, que además se distribuyen muy desigualmente entre las personas mayores.

La cuarta sección aborda los recursos psicosociales, acerca de los cuales la EDSA se constituye en una fuente casi única. La ya mencionada evaluación de lo producido y difundido para el periodo 2010-2016 permitió seleccionar cuatro dimensiones de la información disponible: el déficit de proyectos personales, el sentirse poco o nada feliz, el sentimiento de soledad y el déficit de apoyo social -afectivo, informacional, instrumental y estructural-.

Los resultados muestran la importancia de estos déficits -menos visibles que los materiales e incluso que los de salud- y su distribución desigual entre las personas mayores. Que la pobreza no es solo de recursos materiales sino de todo tiempo de recursos, incluidos los psicosociales. La vejez es una etapa de mucha incertidumbre y la carencia de recursos psicosociales dificulta fuertemente enfrentar esa incertidumbre. Debería interpelarnos que, en una sociedad como la nuestra, tan autoproclamada “familiera y amiguera” tantas personas mayores expresen que les falta un “alguien” en tantas distintas esferas. 

Cierra el listado de dimensiones seleccionadas una que también integra el concepto de construcción de ciudadanía: el sentimiento de inseguridad en lo que se refiere a víctima de delitos.

Los estudios anteriores permitieron acuñar una frase que expresaba todo un resultado: no hay vejez, hay vejeces. No hay “un” tipo de persona mayor expresado por una cifra promedio que resuma las vejeces de los 6 millones de mayores de los primeros años de 2010, hoy estimados en 7 millones. 

Sino que esa cifra promedio reconoce mucha dispersión según distintos atributos. Seguro que según sexo y grupo de edad, especialmente por grupo de edad. Claro que no es lo mismo un sesentón que un ochentón. Pero la edad cronológica no es lo fundamental. Los estudios en todo el mundo han relativizado este factor, tan instalado en la opinión pública y que a tantos malentendidos y prejuicios ha llevado.

De nuestros estudios surge que los factores diferenciales son los que expresan las desigualdades sociales. En la vejez en Argentina pesa mucho el nivel educativo alcanzado, especialmente el haber finalizado o no el secundario. Esto es mejor predictor de una buena vejez que la edad cronológica. Y especialmente pesa el nivel socioeconómico. Frecuentemente las diferencias entre los diferentes niveles y estratos son importantes y en algunos casos, abismales. Respecto de la dimensión que sea.

Y también pesa mucho el tipo de hogar, un verdadero hallazgo de nuestros estudios. No es lo mismo vivir solo que vivir acompañado. Y no es lo mismo vivir acompañado por alguien también mayor o en un hogar que incluya aún no mayores -los sub 60-.

Por eso en todos los cuadros que se presentan a continuación los resultados están desagregados por estas “variables de corte” que sirven para segmentar este colectivo enorme y heterogéneo de 7 millones de personas y comprender mejor sus condiciones de vida.”

FUENTE: Amadasi, E., Rodríguez Espínola, S., Garofalo, C. S. Condiciones de vida de las personas mayores (2017-2021) : vulnerabilidades en clave de pandemia por COVID-19 [en línea]. Pontificia Universidad Católica Argentina. Observatorio de la Deuda Social Argentina. Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores. EDSA Serie Agenda para la Equidad. 2022, Boletín n°1. Disponible en: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14970

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