Fabiola López lleva 10 años viviendo en el barrio Atahualpa de la localidad de Fontibón, tiene dos hijos de 40 y 46 años que ya no viven con ella, cuenta que el Valle es su región natal, pero desde muy pequeña se fue para el Huila, allí tenía un restaurante, pero por malas decisiones lo perdió, luego se empleó en el restaurante de una amiga como cocinera, y tiempo después con su pareja llegó a la capital.
Conoció un día el ‘Centro Día Amaru’, porque unas vecinas la invitaron para que participara de las manualidades y las actividades culturales y deportivas que allí se podían encontrar. Aunque le gustó todo lo que más la apasionó fueron las plantas y cultivos hidropónicos, así fue como entró al grupo de la huerta, “yo me encargo de echarles agüita, que no tengan babosas, hacemos una mezcla que nos enseñaron de ají, jabón de loza líquido y ajo, y las limpiamos frecuentemente para mantener los cultivos sanos” cuenta Fabiola.
La producción de la lechuga aproximadamente es de cuatro meses, han tenido seis cosechas desde que nació la huerta, la venden a los funcionarios y a algunos vecinos del sector; las lechugas que quedan son para su propio aprovisionamiento, “Estoy muy feliz de participar y me amaño mucho en la huerta, igual en mi casa también tengo un espacio y con lo que aprendí en el Centro Día, ya tengo sembrado cilantro, fruta, apio y lechuga”, afirma.
Jennifer Torres, responsable ‘Centro Día Amaru’ afirmó, “dentro del modelo de atención que tiene el centro está el componente de fortalecimiento a la participación y consolidación de redes, la iniciativa del curso fue solicitud expresa de las personas mayores y de la necesidad que ellos ven de tener una alimentación más saludable y más a la mano, para el consumo.
“Buscamos el espacio de una huerta urbana y encontramos uno apropiado en las instalaciones de la Subdirección Local de Fontibón. Se han venido vinculando más personas mayores aparte de Fabiola, hemos podido ver el acompañamiento de las familias y el fortalecimiento de sus redes de apoyo, así mismo se han podido compartir experiencias”, señaló.
Hoy la huerta cumple dos años y muchos han podio implementar en sus casas y en sus comunidades huertas alternativas de consumo sostenible. Las personas mayores, aunque ha sido una población flotante, se han mantenido y se han dividido las funciones, tienen un cronograma, para el riego y cuidado de las plantas y han sido muy receptivos en el tema de apropiación y responsabilidad frente a la huerta.
Las huertas urbanas hidropónicas permiten producir alimentos en espacios reducidos usando poca agua, y a menudo con materiales reciclados. Además, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), también pueden ser una fuente importante de ingresos familiares o un generador de redes de trabajo comunitario.
Los Centros Día son espacios de encuentro en los que las personas mayores de 60 años pueden explorar sus capacidades, aprender, enseñar, compartir sus conocimientos, continuar desarrollando sus talentos y habilidades, ocupar el tiempo libre, ser productivos y mantener una vida sana y activa.
Fuente: Secretaría Integración Social de Bogotá - 24/02/2020
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