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Cáritas Bolivia: Comunicado con motivo del Día de la Dignidad de las Personas Adultas Mayores

Viernes, 30 de Agosto de 2019
Artículos, experiencias, actividades

Los datos en Bolivia, nos reflejan el rápido proceso de crecimiento demográfico de la población adulta mayor; mientras la población estuvo creciendo a una tasa promedio año de 1,7% entre los dos últimos censos, 2001 y 2012, la población de 60 y más años lo estuvo haciendo a una velocidad intensa de 3,7%, mucho más rápida que los otros dos grandes grupos de edad de 0-14 años y 15-50 años. Si no se alteraría la tasa de crecimiento de 3,7% promedio año, se estima que Bolivia tendrá 1.7 millones de adultos mayores en 19 años, es decir, el año 2.031. Este crecimiento es más rápido en las ciudades que en el campo; la población mayor crece más rápido en las ciudades (4,9%) que en el campo (2,2%). La población adulta mayor se concentra en tres departamentos del eje central con 68,9% en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

La etapa de transición demográfica en que se encuentra Bolivia es el marco ideal para empezar a desarrollar políticas sociales preventivas ante un futuro de país envejecido. Estamos en el momento preciso para actuar, investigando primero, desarrollando luego planes, programas adecuados a las características diferenciadas del contexto rural y urbano del país, de modo que dentro de pocas décadas tengamos a la creciente población mayor en condiciones óptimas de salud física, mental y emocional, con niveles bajos de dependencia y enfermedades crónicas. Si no lo hacemos ahora, tendremos a esa creciente población mayor en condiciones de alta vulnerabilidad social, económica y de salud, lo que desencadenará altos costos económicos y sociales para el Estado, en detrimento del desarrollo del país y las generaciones más jóvenes.

Para la Pastoral Social Caritas, las personas adultas mayores en situación de pobreza o de vulnerabilidad social constituyen una prioridad, sin dejar de lado a las personas de todas las edades merecedoras de una vida digna.

Permanentemente insistimos en el respeto a la dignidad y a los derechos fundamentales de las personas adultas mayores, desde el pleno convencimiento de que todavía tienen mucho que aportar a la vida social, por eso queremos que los problemas que afectan a las personas adultas mayores sean afrontados con un gran sentido de la responsabilidad por parte de todos: familias, organizaciones sociales, instancias públicas nacional, departamental, municipal, según las capacidades y obligaciones de cada cual. Este es el único modo de conseguir el objetivo de que todas las personas adultas mayores puedan disponer de unas condiciones de vida cada día más humanas y que sea reconocido el valor que aportan a una sociedad en permanente y rápida transformación económica y cultural.

Dirigir nuestra atención a las personas adultas mayores es percatarnos de la gran importancia que tienen como parte integrante del plan de Dios sobre el mundo. La Iglesia Católica ofrece con agrado su apoyo a todos los esfuerzos que se realizan para promover, planes, programas y proyectos dedicados a las personas adultas mayores son dignos del más alto honor. La enseñanza de Cristo es clara: lo que se hace por sus hermanos se hace por El (cf. Mt 25,40).

La misión más grande de Pastoral Social Cáritas radica en la necesidad de sensibilizar ante la imagen negativa de la vejez, para construir un nuevo paradigma de envejecimiento activo y positivo en nuestro país con nuestras propias teorías de envejecimiento, más aun en un Estado Plurinacional donde existe más de 36 nacionalidades con diferentes enfoques sobre el envejecimiento.

Promover en consecuencia su papel en la familia humana constituye una tarea de gran importancia. La relación familia-personas adultas mayores debe ser vista como una relación de mutua complementariedad y enriquecimiento. La persona adulta mayor aporta experiencia, serenidad y sabiduría madurada a través de los años.

Prestar atención a la complejidad de las problemáticas que afectan al mundo de la persona adulta mayor significa, para la Iglesia, escrutar un «signo de los tiempos» e interpretarlo a la luz del Evangelio. Los progresos en las tecnologías al servicio de la salud alargan la vida, pero no necesariamente mejoran su calidad. Es necesario elaborar estrategias que consideren, en primer lugar, la dignidad de la persona y lo ayuden, cuanto sea posible, a conservar su autonomía y con ella un sentido de autoestima para que no suceda que, sintiéndose un peso inútil, llegue a desear y pedir la muerte (cf. Evangelium vitae 94).

Hacemos un llamado a la sensibilidad de las familias, para que sepan acompañar a sus seres queridos hasta el término de su peregrinación terrena. La familia no debe mirar sólo las dificultades que trae el convivir con ellos o el atenderlos, sino la conciencia del valor de la solidaridad frente a un destino común que nos enriquece a todos.

Pensar cómo nos agradaría llegar a viejos y cómo quisiéramos que nos traten, nos ayudará a entender mejor a las personas adultas mayores con las que nos relacionamos ahora.

La Paz, 26 de agosto de 2019

Programa del Adulto Mayor
Pastoral Social Cáritas Bolivia