Se estima que entre el 2014 y el 2017 (4 años) murieron en circunstancias violentas alrededor de 850 adultos mayores, un promedio anual de 213 víctimas de las cuales el 12% son mujeres mientras que el 88% son hombres.
Al menos, medio centenar de adultos mayores denunciaron, en el 2017, ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), ser víctimas de amenazas a muerte, extorsión y asesinato de familiares, hechos de violencia que provocaron, en ellos, situaciones de riesgo o desplazamiento forzado hacia otros lugares, revela un informe divulgado por este ente estatal.
El documento señala que los adultos mayores también expresaron su preocupación, ante el CONADEH, por ser víctimas de la usurpación de su propiedad, tentativas de homicidio, lesiones, violencia intrafamiliar, despojo de tierras, expulsión de la vivienda y por el reclutamiento de sus nietos por personas vinculadas con hecho criminales.
Solo en el 2017, el CONADEH atendió 688 quejas vinculadas con el riesgo o el desplazamiento forzado interno personas, de diversos sectores de la población a nivel nacional.
El titular del CONADEH, Roberto Herrera Cáceres, expresó que el desplazamiento forzado de personas afecta a todo el núcleo familiar.
Indicó que, en algunos casos, son los parientes cercanos las víctimas directas de la violencia, no obstante, la amenaza a los derechos fundamentales de un miembro es extensiva a toda la familia.
Así como hay casos en donde el afectado se desplaza de manera individual, en otros, el desplazamiento se realiza de manera colectiva, declaró.
El ombudsman hondureño recomendó que dada las afectaciones para este grupo poblacional de adultos mayores, que viven en condición de vulnerabilidad, se deben tomar en consideración medidas de prevención, protección y atención.
A los adultos mayores se les considera un grupo en condición de vulnerabilidad debido a que el proceso de envejecimiento natural del ser humano conlleva a la disminución progresiva de facultades biológicas, psíquicas y sociales.
La violencia deriva en hechos que directa o indirectamente producen daño a los derechos y garantías de las personas mayores, en los ámbitos de la seguridad, libertad e integridad personal.
Se estima que entre el 2014 y el 2017 (4 años) murieron en circunstancias violentas alrededor de 850 adultos mayores, un promedio de 213 víctimas por año, de las cuales el 12% son mujeres mientras que el 88% son hombres.
39 años, el promedio de edad de las víctimas que denuncian situaciones de violencia
El 64.4% de las 688 denuncias atendidas por el CONADEH por hechos de violencia que implican riesgo o desplazamiento forzado fueron puestas por personas con edades que oscilan entre los 31 y los 59 años, el 23% de 18 a 30 años, el 7% de adultos mayores, el 1.3% por niños y adolescentes y otro porcentaje que no se logró identificar.
El informe establece que existe una similitud entre el número de hombres y mujeres que denuncian hechos de violencia que provocaron situaciones de riesgo o desplazamiento forzado de personas.
En las edades comprendidas entre los 10 a 29 años tiende a ser mayor los casos presentados por hombres con respecto a las mujeres. En el grupo de edades entre los 30 a 59 años, las mujeres prevalecen un poco más en comparación a los hombres.
En Honduras, las personas mayores de 60 años representan, al menos, el 7% de la población estimada en 9 millones de habitantes.
Fuente: CONADEH - 13/08/2018.
http://conadeh.hn/