"Abordajes innovadores en la promoción de salud en la vejez" fue el seminario internacional desarrollado en Casa Central de la U. de Chile, donde se reunieron investigadores de Estados Unidos y Chile, para debatir la necesidad de incorporar elementos psicológicos, sociales y ecológicos, entre otros, a las estrategias utilizadas actualmente en los sistemas de atención enfocados en el adulto mayor.
Intervenciones ecológicas, estrategias psicosociales, cambio conductual y valoración de la vida como mediadores de bienestar en los adultos mayores, fueron algunos de los temas desarrollados en el Seminario Internacional “Abordajes innovadores en la promoción de salud en la vejez”, que contó con la presencia de la académica y Decana de la Facultad de Enfermería y Profesiones de la Salud de la Universidad de Drexel (Estados Unidos), Laura Gitlin.
Durante la actividad, realizada el jueves 12 de abril en Casa Central de la U. de Chile, académicos, investigadores y profesionales de diversas disciplinas conversaron sobre el manejo de enfermedades crónicas, el delirio y la demencia, el aislamiento social, y las consecuencias de patologías funcionales, como los desafíos de salud pública más urgentes, que deben involucrar factores innovadores al momento de planificar estrategias de intervención.
La profesora Gitlin, enfatizó que “Chile está viviendo cambios demográficos muy rápidos en materia de envejecimiento y requiere el diseño de nuevas metodologías para su sistema de salud. Debemos trabajar en otorgar verdadero soporte y cuidado a los adultos mayores para hacerles entender que son miembros valorables en nuestra comunidad. En este sentido, es importante ayudar a las familias en el cuidado y mejora de su calidad de vida, entendiendo el problema desde una visión ecológica. Distintas investigaciones han determinado que las variables de cambio psicológicas, sociales y ambientales son muy efectivas y tienen impacto positivo en los individuos durante su vejez”.
Asimismo, la decana propuso una transformación de la atención médica, donde destacó que la salud debe ser entendida más allá de las limitaciones o la enfermedad, debiendo sumar la participación, conectividad social, compromiso y definir un propósito que le otorgue sentido al cuidado de los pacientes mayores. “Es importante comprender cuáles son aquellos factores que obstaculizan sus habilidades para realizar actividades en las que ellos quieren comprometerse, como preparar una cena o estar con sus amigos. El sistema de salud debe ser capaz de reconocer qué tratamientos son adecuados para intervenir de manera integral y no sólo medicar, ya que existen consecuencias funcionales de las enfermedades que padecen y que los limitan de su autonomía diariamente”, agregó.
En cuanto a la demencia, se expuso un marco social ecológico que considera aspectos biológicos, ambientales, condiciones de salud, medicamentos y estresores de la vida cotidiana. Entre las diferentes estrategias utilizadas se detalló el Programa de Actividades Adaptadas (TAP), que es una intervención de terapia ocupacional domiciliaria que ha demostrado reducir los síntomas del comportamiento y la carga del cuidador. Además, el Programa de Cuidado de Personas con Demencia en sus Entornos (COPE), que se desarrolló en la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, busca apoyar y capacitar a pacientes y cuidadores para que manejen de forma independiente las dificultades cotidianas ante la presencia de este trastorno.
Por su parte, el equipo del Proyecto FONIS “Percepción usuaria de beneficios en salud del componente de estimulación funcional del Programa Más Adultos Mayores Autovalentes del Servicio de Salud Metropolitano Norte”, integrado por profesionales de la U. de Chile, presentó los principales resultados preliminares de la investigación iniciada en 2016 y que culminará en julio de este año.
El director de la iniciativa y académico de la Facultad de Medicina, Jean Gajardo, comentó que “incorporar aristas sociales y afectivas dentro de la calidad de vida de los adultos mayores, tiene mayor beneficio que sólo evaluar los impactos físicos y cognitivos. La evidencia científica ha demostrado que la capacidad funcional y la autonomía durante la vejez no sólo se asocian a las mediciones biológicas usadas habitualmente, pues también es importante considerar la vinculación o el sentido de vida. Este seminario es una gran oportunidad para visibilizar, potenciar y darle continuidad a los proyectos académicos desarrollados en la institución, entendiendo que éstos no finalizan con la publicación de un artículo”.
En tanto, la profesional del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud, María Teresa Abusleme, se refirió a la implementación del Plan Nacional de Demencia que comenzó a ejecutarse en 2017, con la idea de construir un vínculo para el paciente y su entorno próximo desde la atención primaria. “Somos un país envejecido, donde aproximadamente habitan 200 mil personas con demencia, sumando a cerca de un millón entre cuidadores y familia que conviven con esta realidad. Es una condición que debe ser abordada por el Estado y que también debe formar parte de un plan de envejecimiento para entregar soluciones oportunas y prevención adecuada, centrándose en la persona, su familia y comunidad”, comentó.
Actualmente, el plan del MINSAL atiende a cuatro mil personas a través de centros de apoyo comunitario en siete comunas desde Coquimbo hasta Temuco, donde los pacientes asisten dos a tres veces por semana para ser intervenidos de manera integral. Asimismo, se han establecido Unidades de Memoria en hospitales de mediana y alta complejidad con el objetivo de apoyar, resolver y planificar un tratamiento en situaciones donde esta condición es más difícil de sobrellevar.
Finalmente, el jefe de la Unidad de Redes Transdisciplinarias de la VID, Pablo Riveros, concluyó que “el país presenta una de las tasas de envejecimiento más altas de Latinoamérica, por lo que es necesario construir una respuesta institucional capaz de coordinar el trabajo que desarrollan académicos e investigadores de distintas disciplinas. Esto es fundamental para que la investigación dialogue con la sociedad y sume valor frente a la mirada de política pública, mediante conocimiento generado en la Universidad. Por lo tanto, esta actividad forma parte de los esfuerzos institucionales para seguir abordando el cuidado del adulto mayor y actualizar a los profesionales de la salud respecto a nuevas metodologías”.
Fuente: Universidad de Chile – 13/04/2018.
http://www.uchile.cl/noticias/142601/academicos-proponen-intervenciones-integrales-para-una-vejez-saludable