Un nuevo estudio de la OIT revela grandes déficits en la cobertura de la salud, incluyendo a los países de África Occidental donde 80 por ciento de la población no tiene ninguna cobertura.
Un estudio de la OIT muestra que 80 por ciento de la población en 44 países no tienen ninguna protección en materia de salud y están por lo tanto privados del derecho a la salud. Entre estos países figuran Burkina Faso, Camerún, Guinea y Sierra Leona. A nivel mundial, alrededor de 40 por ciento de la población está excluida de la protección social en salud.
El estudio “Addressing the Global Health Crisis: Universal Health Protection Policies ” (Superar la crisis global de la salud: Políticas universales de protección de la salud) señala que en Asia existen déficits similares. En India, por ejemplo, más de 80 por ciento de las personas carecen de una la protección social de la salud. Otros países que muestran considerables deficiencias en la cobertura incluyen a Azerbaiyán, Bangladesh, Haití, Honduras y Nepal.
La publicación del informe coincide con el Día Mundial por la Cobertura Sanitaria Universal que se celebra el 12 de diciembre.
“La protección universal de la salud es fundamental para luchar contra la pobreza, reducir las desigualdades y fomentar el crecimiento económico. El desarrollo sostenible con trabajo decente para todos precisa de inversiones en la protección de la salud. Esta relación no puede ser ignorada en la formulación de políticas”, declaró el Director General de la OIT, Guy Ryder, en vísperas del día universal.
Obstáculos a la cobertura universal
El estudio de la OIT denuncia un elevado empobrecimiento relacionado con el gasto privado en salud como un obstáculo al acceso a la atención medica. En muchos países, como por ejemplo Sierra Leona, 75 por ciento del total del gasto en salud proviene de recursos privados en la forma de pagos directos de los pacientes, lo cual ha agravado el empobrecimiento.
El grado del empobrecimiento causado por los pagos directos en un país aumenta con el nivel de la población que vive por debajo de la línea de la pobreza. “Por lo tanto, son los más pobres con las necesidades más urgentes los más afectados, por tener que pagar de su bolsillo los gastos de asistencia médica”, explicó Xenia Scheil-Adlung, Coordinadora de Políticas de Salud de la OIT.
Otro factor determinante que ha contribuido con la crisis mundial de la salud concierne la escasez de trabajadores de la salud, quienes con frecuencia están mal remunerados. A nivel mundial, la OIT estima que son necesarios 10,3 millones de profesionales de la salud adicionales para reducir los déficits actuales y garantizar la atención sanitaria universal. En países como Haití, Nigeria, Senegal y Sierra Leona, tantas como 10.000 personas dependen de los servicios prestados por cinco o menos trabajadores de la salud, mientras que en un país de altos ingresos como Finlandia hay 269 profesionales de la salud por cada 10.000 habitantes.
Zonas rurales, las más abandonadas
El estudio muestra que 56 por ciento de la población mundial que vive en las zonas rurales no tiene cobertura de la protección de la salud, en comparación con 22 por ciento de la población urbana.
“Durante décadas, los sistemas de salud pública de los países de bajos y medios ingresos no recibieron los fondos suficientes y no pudieron desarrollarse adecuadamente. Las soluciones provisionales, como los pequeños programas verticales (de vacunación por ejemplo), son insuficientes. Los países necesitan inversiones en los sistemas de salud universales”, declaró Isabel Ortiz, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT.
Las mayores injusticias y desigualdades en la cobertura entre las zonas rurales y urbanas fueron encontradas en África y Asia y el Pacífico.
La población rural es también la más afectada por la carencia de profesionales de la salud. De los 10,3 millones de trabajadores de la salud que faltan a escala mundial, siete millones son necesarios en esas zonas.
Superar la crisis
Desde 2010, las políticas de consolidación fiscal han detenido o hasta revertido los progresos hacia la cobertura universal de la salud al incrementar la carga financiera en los hogares, reducir los servicios de salud y disminuir o imponer un límite a los salarios de los profesionales de la salud.
El estudio explica que superar la crisis actual de la salud requiere de un cambio de orientación de las políticas hacia la protección universal de la salud e indica a la Recomendación (núm. 202) de la OIT sobre los pisos de protección social como una herramienta útil para alcanzar ese objetivo.
Las inversiones en los sistemas de salud dan lugar a un crecimiento económico sostenible, un incremento de la productividad y el bienestar de las poblaciones, una razón por la cual países como Benín, Gabón, China, Estados Unidos y Filipinas han extendido la cobertura de salud en los últimos años. En Tailandia, la introducción de la protección universal de la salud ha generado beneficios económicos de hasta 1,2 veces la inversión original.
El estudio de la OIT muestra que, independientemente del nivel de ingresos de un país, es posible avanzar hacia la protección universal de la salud. Una condición previa para lograrlo es que los países se comprometan firmemente a poner en práctica los derechos a la salud, a minimizar el gasto a cargo del paciente, y a garantizar el número suficiente de profesionales de la salud calificados y decentemente remunerados.
Fuente: OIT – 12/12/2014.
http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_326257/lang--es/index.htm