Sondeo de Laborum.com revela, además, que seis de cada 10 ya apoya a hijos adultos que dejaron de estudiar.
Manuel Sepúlveda (63, comerciante) se desvive por su tres hijos: Loreto (36), Paulina (31) y José Manuel (24). Todos ya dejaron de estudiar y tienen sus trabajos pero, a pesar de esta señal de aparente independencia, don Manuel sigue subsidiándolos económicamente. "Siempre los ayudo con las cuentas, los llamo a fin de mes para saber qué necesitan o les paso más plata si los veo complicados", cuenta el comerciante. Al ser consultado sobre el porqué de esta contribución, Sepúlveda responde con simpleza: "Porque son mis hijos". Y agrega que está dispuesto a seguir prestándoles ayuda económica hasta la vejez.
El forma parte de un fenómeno creciente en Chile y el mundo y que da cuenta de un cambio social: los padres ya no esperan que, en sus años dorados, sus hijos los ayuden o se hagan cargo económicamente de ellos. Al contrario: un gran porcentaje de chilenos mayores de 50 años están ayudando a sus hijos adultos, ya sea con una contribución mensual o cuando tienen problemas. Un aporte que se hace extensivo a los nietos y que los ha obligado a fortalecer sus jubilaciones con nuevos ingresos.
Una encuesta realizada para La Tercera por Laborum.com en 470 hombres y mujeres chilenos mayores de 50 años, refrendan este fenómeno: un 55% cree que deberá prestar ayuda económica a sus hijos adultos siempre, independientemente de la edad que tengan. Seis de cada 10 encuestados reconoció ayudar actualmente con dinero a hijos adultos que ya dejaron de estudiar. Y de ellos un 22% lo hace con hijos mayores de 30 años. Entre quienes dicen no hacerlo en este momento, un 40% cree que tendrá que hacerlo en el futuro."Esto es un gran cambio que en generaciones anteriores no ocurría. Antes los papás cumplían con los hijos dándoles estudios o dejándolos instalados, pero no era una cuestión permanente como hoy", dice Rodrigo Larraín, sociólogo de la Universidad Central.
La Encuesta de Calidad de Vida del programa del Adulto Mayor de la UC también da cuenta de este cambio: el 65% de las personas de este tramo de edad aún son jefes de hogar y sólo el 7% vive en el hogar de un hijo. "El fenómeno es que los viejos mantienen a los hijos más que al revés", dice María Teresa Abusleme, encargada de la Unidad de Estudios del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama).
Fenómeno global
Se trata de una realidad global. Una encuesta hecha en EE.UU., por Sun America Financial Group y Age Wave, mostró que el 70% de los estadounidenses mayores de 55 años cree que tendrán que prestar asistencia financiera a sus hijos adultos. Y un 59% reconoció ya hacerlo con hijos de entre 18 y 39, que ya no están estudiando.
"Cuando la palabra 'cuidado' apareció por primera vez, nos nos imaginábamos que tendría una duración de 50 años, pero ahora, cuando estás en los 85 años, es posible que les estés prestando ayuda a tus hijos 50 años", dijo a USA Today, Ken Dychtwald , fundador de Age Wave.
¿Un mundo más difícil?
Para Elisa Ansoleaga, docente de la facultad de sicología de la UDP, el fenómeno es transversal en Chile y se produce porque los padres sienten que a sus hijos les resulta difícil independizarse en el actual contexto, el cual dista mucho del que ellos vivieron cuando tenían esa misma edad: sus hijos inician su vida laboral con las deudas contraídas en la universidad, a lo que se suma la pérdida de estabilidad laboral, algo que ellos no vivieron. Jubilaban tras trabajar en una misma empresa por más de 25 años.
María Angélica Zulic, sicóloga y gerente general de Laborum.com, dice que esta realidad se hace aún más patente en padres que tienen hijos que estudiaron carreras que no tienen retornos de inversión rápidos como psicología, periodismo y las distintas pedagogías. Mientras que Abusleme, dice, afecta a todos los segmentos: mientras los padres con mayores ingresos ayudan a que sus hijos sigan estudiando y perfeccionándose, los sectores más vulnerables los apoyan cuando tiene problemas con su inserción laboral.
Un apoyo financiero que suele ramificarse a otros miembros del núcleo familiar del hijo, como los nietos."Es habitual que los abuelos ayuden en situaciones como, por ejemplo, cambiar al nieto a un mejor colegio que los padres no pueden pagar", confirma Larraín.
Cultura del ahorro
Como siguen siendo el mayor soporte para sus hijos y sienten que eso no cambiará con el tiempo se preparan para hacer frente a las circunstancias. "La cobertura previsional y de pensiones ha aumentado, permitiendo que este grupo mejore su situación económica, lo que les da una mayor estabilidad que posibilita que puedan ayudar a sus hijos", dice Macarena Rojas, subdirectora del programa Adulto Mayor de la UC. Un ejemplo de esto es la evolución que han mostrado las cuentas de Ahora Previsional Voluntario (APV) que han aumentado nueve veces desde marzo del 2002 para llegar a 900 mil cuentas a marzo de 2011.
Aunque los expertos también apuntan a la biografía generacional de los mayores de 50 para explicar su cultura del ahorro frente a las nuevas generaciones. "A ellos les tocaron todos los cambios socioeconómicos que vivió el país, como la crisis de los 80. Ahí aprendieron que no había más seguridad que la que ellos se podían procurar", dice el sociológo de la U. Central. Las cifras lo muestran: la Encuesta de Calidad de Vida de Adultos Mayores de la UC muestra que sólo el 38% de ellos está endeudado, contra el 50% de los jóvenes. Tampoco esperan algo de sus hijos, porque no lo ven como una obligación: un 50% de los encuestados por Laborum, que dicen no esperar que sus hijos lo mantengan en la vejez. Es el caso de Manuel: "No me proyecto viviendo con ellos, pero si por determinada situación lo tengo que hacer no siento que tengan que verlo como una obligación", concluye el comerciante.
Fuente: La Tercera - 9/11/2012.
http://diario.latercera.com/2011/09/11/01/contenido/tendencias/16-83322-9-mayores-de-50-la-mitad-cree-que-debera-ayudar-con-dinero-a-sus-hijos-hasta-la.shtml