Estimados amigos: Estamos celebrando el Día Internacional de las Personas de Edad, establecido por Naciones Unidas hace 11 años. Este día se conmemora en todo el mundo de muy diversas formas y favorece la toma de conciencia sobre el valor de la prolongación de la vida y de los beneficios que de ella se pueden alcanzar para vivir un mundo cada vez más armónico y justo. Hoy, en nuestro espacio Editorial, les ofrecemos las Reflexiones de Caritas Uruguaya, a través de su Director.
1ro de Octubre del 2001.
Reflexiones con motivo del Día del Adulto Mayor
A la Sombra del Árbol
" Pobres son los arbolesque no dan nadaJesús dijo:Por los frutos lo conocerán"
Mateo 7, 15-19
Hoy contemplo mi árbol añejo, fuerte, enraizado en todo su esplendor. Su tronco vetusto es sufrido. ¿Cuántas estrías lo marcan a fuego a lo largo del tiempo? Atravesó serenamente las cuatro estaciones. El calor sofocante del verano, la nostalgia del otoño, mientras se desprenden las hojas mustias dejando el tronco y sus ramas desnudas, a veces arrastradas por el viento. El invierno frío, helado sorprende la naturaleza y a mi árbol; todo parece oscurecerse. En apariencia muere. Tal vez duerma.
Hoy lo contemplo en una nueva primavera. El árbol tan antiguo y tan nuevo reverdece. Revientan las yemitas. Brota con fuerza. Resucita.
Amo mi árbol. Lo que más me asombra es su firmeza. Aguanta los rigores y los sacrificios: temporales, vendavales, granizadas. Y también las "podas". Cortes dolorosos. Para bien de mi árbol.
Junto con su firmeza, admiro también su generosidad. Me dio mucho más a cambio de lo poco que le di. Recibí alegría de ser él, de estar ahí. Muy cerca de mí. Recibí la frescura de su sombra en el ardiente verano. Recibí la hermosura de sus frutos. Y también me va entregando su leña seca. Para acompañarme en las noches invernales. Mi árbol no está solo. Se multiplicó en hijos y en hijos de sus hijos.
Hoy también me contemplo y contemplo a mis hermanos adultos mayores y ancianos.
¡Qué lindo es hacer un alto en el camino! A esta altura de la vida qué lindo es mirarnos y admirarnos a la sombra del árbol.
Tú vales mucho más que el árbol.
Dios valora tú firmeza, tu servicio, tu generosidad. Dios te bendice a ti, a tus hijos y a los hijos de tus hijos.
Siempre has ofrendado algo: tu luz y tu sombra. Tus frutos. Y alguna leñita para el Pobre.
Vale la pena tus sacrificios, tus dolores, tus inviernos. Y "las Podas" que Dios ha realizado en tu vida.
Todo concurre en bien de los que le aman. Para vivir la esperanza de una eterna Primavera.
Que tu preocupación no sea tanto agregar años a tu vida. Lo importante es que Dios infunda Vida a tus años.
Quiera el Señor-Jesús acompañarte cada día en el camino de la vida.
Pbro. David Hernandez
DirectorCaritas Uruguaya