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Geografía del Envejecimiento: el análisis socioespacial de la Gerontología

Miércoles, 03 de Marzo de 2010
Envejecimiento y vejez

La vejez en las grandes ciudades (se convierte en) una tragedia silenciosa, el número de personas ancianas que viven solas va creciendo y cada vez en peores condiciones. Ésta es nuestra nueva realidad.

A principio del siglo XX la esperanza media de vida se aproximaba a los 28 años, actualmente estamos cerca de los 80 años, sin embargo, México no está preparado para afrontar los problemas de una sociedad urbana que envejece en situación de vulnerabilidad social.

Consciente del problema al que nos estamos enfrentando, el doctor Diego Sánchez González de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León, geógrafo y gerontólogo, desde hace más de diez años lleva investigando y publicando sobre el fenómeno de la vejez y su contexto ambiental.

Esto a partir de teorías y metodologías de la Geografía del envejecimiento y la Gerontología Social. Gracias a su formación de Geógrafo y con un Máster en Gerontología Social, el investigador ha destacado en el estudio del campo espacial asociado a grupos vulnerables, fundamentalmente a la gente adulta mayor.

La Geografía del envejecimiento analiza las complejas relaciones socioespaciales entre el adulto mayor y el espacio geográfico (vivienda, colonia, ciudad, región), en un contexto social y espacial integrado por los entornos físico, construido y humano-social. A su vez, la Gerontología estudia desde una perspectiva multidisciplinaria el envejecimiento como un proceso global e integral.

La incorporación de los geógrafos en los proyectos de investigación gerontológicos está contribuyendo a reducir su fragmentación y a favorecer el desarrollo de esta ciencia, elaborando mejores diagnósticos a distintas escalas espaciales, que posibilitan una adecuada planeación gerontológica de las ciudades en sinergia con sus regiones.

Hoy el avance del fenómeno del envejecimiento demográfico plantea enormes retos a los países desarrollados y, sobre todo, países en desarrollo, donde la situación es más dramática debido a la falta de políticas sociales, de profesionales e investigadores.
Las previsiones para los próximos años advierten del agravamiento de la situación de millones de personas ancianas en todo el mundo y, en especial, en México. La sociedad mexicana vive negando la realidad de que cada vez hay más ancianos y para el año 2050 será una prioridad social, económica y ambiental, “desgraciadamente las políticas hasta ahora sólo han ido enfocadas al factor paliativo y no a la prevención”, aclaró el doctor Diego Sánchez.

“Es un grave error analizar la vejez desde una perspectiva reduccionista y clásica asociada a un problema de salud o asistencial. Muchos tópicos en la gerontología están asociados a la incomprensión de la influencia relativa del espacio en la vida de las personas ancianas”

“Mis estudios se interesan por la importante función del contexto ambiental en el discurrir del tiempo y en los cambios en los procesos de envejecimiento, convirtiéndose en un elemento esencial de la vida útil del ciclo vital y en las perspectivas de comportamiento social y gerontológico”.

“Sin embargo, sigue siendo escasamente comprendido lo que el contexto ambiental constituye para el envejecimiento. Es necesario abordar el fenómeno desde un punto de vista interdisciplinario, compartiendo teorías y metodologías de las distintas ciencias para entenderlo como un proceso biológico, social y ambiental”, remarcó el Doctor en Geografía.

Su interés se centra en ir más allá de la atención médica y social, llegar hasta el análisis del contexto ambiental del envejecimiento; ver, por ejemplo, cómo se puede mejorar la habitabilidad de la vivienda del anciano y su contexto urbano inmediato.

El objetivo final para el Dr. Sánchez-González es buscar que el contexto ambiental favorezca al envejecimiento, tomando como ejemplo a países desarrollados, quienes han logrado fomentar la investigación y mejorar la calidad de vida de las personas ancianas desde una perspectiva integral y a través de ambientes basados en la adaptabilidad, flexibilidad y accesibilidad del espacio público y privado a partir de una adecuada planeación gerontológica.

Estos logros favorecen la autonomía e integración social de la población de 60 años y más, disminuyendo el riesgo de discapacidad, dependencia y exclusión social, y por lo tanto, reduciendo su vulnerabilidad social, así como el gasto en materia de salud y seguridad social.

“El problema global y espacial de los adultos mayores mexicanos es grande y creciente (pobreza, salud, discapacidad, dependencia, soledad, maltrato, ausencia de habitabilidad y falta de accesibilidad del entorno urbano) por el proceso demográfico, la falta de políticas sociales y la ausencia de planeación gerontológica”.

Entonces no es sólo un tema a tratar por un profesional de una sola disciplina, como la salud, sino que demanda de un equipo gerontológico interdisciplinar, donde son esenciales los investigadores del espacio, fundamentalmente geógrafos. En Europa se está trabajado en esa línea, pero en América Latina aún falta mucho por hacer.

Actualmente el investigador de la Facultad de Arquitectura trabaja, en colaboración con investigadores de otras partes del mundo, en dimensionar y hacer entender a la sociedad y sus gobernantes, cuánto se puede mejorar la calidad de vida de las personas ancianas desde una perspectiva integral.

“Es necesario vincular a las universidades del país, que éstas se adelanten a los hechos. Actualmente ninguna atiende el fenómeno de manera integral, no hay todavía verdaderos estudios gerontológicos, pues sólo se estudia lo médico, lo social”.

“Debemos reaccionar a tiempo y son las universidades las que deben comenzar”, declara el doctor Sánchez-González, quien también invita a que se sumen más investigadores interesados en el tema, sobre todo en México, para así lograr que las políticas públicas volteen hacia este grupo vulnerable.

En la actualidad, el Dr. Sánchez-González trabaja en cómo afectan los espacios públicos y privados a la gente adulta mayor, no sólo la vivienda social, sino el espacio urbano en general (el transporte público y el acceso a hospitales y centros de salud, por citar algunos).

“Hay que reflexionar sobre qué tipo de vivienda social se está haciendo. Es grave comprobar como el mercado de la vivienda está agravando la vulnerabilidad social de las personas ancianas y discapacitadas, hipotecando el futuro de estos colectivos y sus familias, poniendo en riesgo el sistema de ayuda informal a la persona dependiente, condenándolas a vivir en espacios reducidos y entornos carentes de habitabilidad”.

El trabajo del investigador va en relación a encontrar qué vivienda se adapta mejor a las necesidades del anciano, a prever las condiciones de habitabilidad en las ciudades. En los últimos años está estudiando el contexto ambiental de la gente adulta mayor en áreas de inundación en diferentes ciudades mexicanas. Las previsiones indican que en los próximos años México se enfrentará al doble reto del fenómeno del envejecimiento en situación de emergencia climática ligada al aumento de los desastres naturales.

“Para entender el tema global se necesita fomentar la educación y la investigación gerontológica. En este sentido, en los próximos años México demandará un mayor número de geriatras, psico-gerontólogos, geógrafos del envejecimiento, entre otros especialistas”.

Para ello, es imprescindible fomentar la investigación a través de equipos interdisciplinares y la creación de centros de investigación sobre el envejecimiento como ocurre actualmente en Europa y Estados Unidos.

Además, será necesario aumentar la oferta académica a través de la inclusión de nuevas materias de gerontología en las diferentes licenciaturas y posgrados, así como la creación de licenciaturas y posgrados específicos en Gerontología Social que aborden el fenómeno desde una perspectiva integral.

“Este capital humano ya es necesario y su demanda se hará indispensable en los próximos años. Nuestras universidades deben anticiparse a esta realidad y los medios de comunicación deben ayudar a fomentar la conciencia colectiva de un tema universal que nos afecta a todos” finalizó.

**Diego Sánchez González, es Doctor en Geografía y Ordenación del Territorio, Maestro en Gerontología Social y Licenciado en Geografía, por la Universidad de Granada (España). Se encuentra adscrito como Profesor-Investigador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León, aunque en su experiencia profesional ha participado como profesor-investigador en universidades españolas y mexicanas. Es Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, CONACYT (México), Miembro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, Madrid (España), entre otros.

Fuente:
Por: Mayra Silva Almanza
web UANL. 18/2/2010.
http://noticias.uanl.mx/interes/descripcion.php?id_not=438&lang=es