A menudo se dice que al envejecer la gente se vuelve menos idealista y más escéptica sobre el mundo. Ha atestiguado tanta intolerancia, avaricia y mentira en su vida, y ha visto así fallar a muchos movimientos esperanzados, que sus grandes esperanzas para la humanidad se hallan agotadas. Poco puede hacerse; no hay qué intentar. Y, por supuesto, con esta actitud su sentido de bienestar disminuye. Con la edad, uno se vuelve irritable. Pero esta opinión común, ¿es exacta?
Esta investigación viene a explorar lo que se dio en llamar “Creencias en la Benevolencia del Mundo”, es decir, creencias en un mundo bueno y abundante, en qué medida fueron cambiando en el curso de su vida. Una gran muestra de personas contestó a preguntas, por medio de Internet, sobre sus creencias en la benevolencia. Además de estas preguntas, se obtuvo información demográfica sobre género, edad, raza, pertenencia étnica, educación e ingresos. La gente clasificó también su salud mental a lo largo de su vida, los acontecimientos negativos más recientes en sus vidas, y cuestiones sobre su satisfacción con la vida. Los resultados del estudio fueron reveladores.
En primer lugar, los investigadores encontraron que las creencias en la benevolencia no disminuyeron en el transcurso de la vida. Por el contrario, aumentaron. En segundo lugar, y más de esperar, había una relación positiva entre estas creencias y las sensaciones de satisfacción con la vida. Mirar las partes positivas parece ser una tendencia general. De manera interesante, los sentimientos de caridad eran más elevados entre las personas que habían perdido a sus compañeros en el pasado distante, en comparación con los que lo habían hecho recientemente.
¿Esto significa que las experiencias negativas de la vida simplemente decaen al colocarse en la perspectiva del envejecimiento? No exactamente. Los que se hallaban en las categorías económicas inferiores o en status de grupos minoritarios, mostraron índices más bajos en su creencia en la benevolencia. Sin embargo, es interesante preguntar, en este caso, si ingresar a la “tercera edad” no puede ser acompañado por una revitalización del idealismo. Con el advenimiento de los nietos puede reavivarse la esperanza; al disponer de tiempo para asociarse a causas dignas, uno ve la posibilidad para el cambio. No es accidental que la gente de edad, generalmente, es más probable que concurra a votar que sus contrapartes más jóvenes; ven de nuevo la posibilidad de crear un mejor futuro.
De: World Benevolence Beliefs and Well-Being Across the Life Span (Las creencias en la benevolencia del mundo, y el bienestar a través de la vida), por Michael Poulin y Roxane Cohen Silver. Psicología y envejecimiento, 2008, 23, 13-23.
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Fuente: BOLETIN DEL ENVEJECIMIENTO POSITIVO
http://www.healthandage.com
www.taosinstitute.net
julio - agosto, 2009.