El Director Adjunto de la Oficina Regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Luis Mora, disertó en Buenos Aires en la Segunda Reunión de Seguimiento de la Declaración de Brasilia.
Buenos Aires, junio de 2009.- Destinadas por la división sexual del trabajo a las tareas reproductivas y al cuidado de los niños y los adultos mayores, muchas mujeres llegan a la vejez sin una pensión económica y una cobertura médica necesarias para transitar una etapa de la vida que las encuentra activas, pero desamparadas legal y socialmente.
Esta situación actual que sufre buena parte de las mujeres mayores de 60 años que vive en Latinoamérica y El Caribe -sobre todo las que habitan en las zonas rurales donde los roles de género están fuertemente marcados y donde se concentra la pobreza- son algunas de las problemáticas a considerar en una futura Convención Sobre los Derechos de las Personas Mayores, sobre la que trabajan los Estados miembro de la ONU.
Las últimas proyecciones indican que para el 2050, uno de cada cuatro latinoamericanos y latinoamericanas va a tener más de 60 años. Una de las características de la región es la feminización de la vejez: actualmente, por cada 100 mujeres adultas mayores hay 82 varones y entre los 70 y los 80 años la brecha es mayor, una tendencia que los analistas aseguran que se profundizará en los próximos años.
A partir de la Declaración de Brasilia, adoptada en la Segunda Conferencia Regional Intergubernamental Sobre el Envejecimiento en América latina y El Caribe en diciembre de 2007, los Estados miembro de la ONU avanzan con firmeza en la redacción de una convención que proteja los derechos de las personas mayores de 60 años en especial los derechos de las mujeres, que suelen llegar a la vejez más desprotegidas que sus compañeros varones.
El Director Adjunto de la Oficina Regional del UNFPA, Luis Mora, viajó a Buenos Aires para disertar en esta Segunda Reunión de Seguimiento de la Declaración de Brasilia que tuvo lugar en la Cancillería Nacional, con la presencia de importantes funcionarios nacionales e internacionales.
El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, la Cancillería Argentina, la Organización Panamericana de la Salud y CEPAL, fueron los gestores del encuentro que contó con el apoyo de UNFPA, el Ministerio de Salud, El Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, PAMI y la Universidad Nacional de Mar del Plata.
"Las mujeres parten de una situación de desigualdad porque en muchos de los países de la región, están a cargo del hogar y del rol reproductivo y llegan a la vejez en una situación de enorme precariedad", destacó Mora, cuya exposición ahondó en los principales contenidos de la futura Convención, un documento que busca fortalecer los derechos humanos alcanzados e incorporar protecciones específicas para las adultas mayores.
El caso de las divorciadas, continuó, suele ser crítico porque se encuentran sin un apoyo económico del conyugue ni del Estado. Es por eso que las reformas normativas sobre las que se trabaja en Latinoamérica, que podrían inspirar la redacción de la Convención Sobre los Derechos de las Personas Mayores, apuntan a mejorar la calidad de vida de las mujeres mediante la reformulación de la pensión como un bien ganancial, la integración del trabajo no remunerado a la seguridad social y el establecimiento de las pensiones no contributivas para las amas de casa, entre otras estrategias.
La protección de los derechos de los varones y las mujeres mayores de edad forman parte de la misión del Fondo de Población de Naciones Unidas, que apoya a los países de la región en la elaboración de estudios sobre la población envejeciente, los cambios legislativos y la gestación de políticas públicas para mejorar su calidad de vida. A partir de la Declaración de Brasilia, el organismo también trabaja junto a los Estados en el proceso de construcción de una convención internacional para este sector etario.
UNFPA Argentina 01/06/2009