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por: Waldo Arriagada P. , 19 de Junio de 2008 - 05:00:50
Una breve bitácora sobre la memoria en curso
Junio de 2008. Dos empanadas de queso en un carro ambulante, junto a mi padre, en una esquina del centro de Santiago de Chile, a eso de las 10:00 PM..
Hace unos instantes, un cúmulo de basura plástica, a la salida de un local de comida rápida. Es escudriñado, por un hombre cuya barba, esparcida en su rostro moreno, da calor, también lo hace su desaliñada vestimenta y la aparente capa de aceite corporal que le cubre la piel. Expresa ser un hombre mayor. En situación de calle. Un vagabundo, que toma su tiempo para buscar alimento, en una noche fría.
Minutos antes hemos salido de un cine. Como son las inmediaciones del 15 del mes en curso, quise decirle a mi recientemente adulto mayor papá: ¡Te quiero y gracias!
Ha sido un excelente documental de Scorsese, sobre los Rolling Stones. ‘Shine a Light’ presenta los pormenores y la ejecución de un brillante concierto en Nueva York, de los británicos Stones. Los muestra con una energía vital incluso mayor que la de sus inicios, en aquellos años ’60, cuando todo era transformación. En su actual conformación, el músico más joven del grupo –Wood-, supera los 61 años. Quienes lideran la banda –Jagger y Richards- están próximos a cumplir 65. El mayor en edad del conjunto –Watts-, cuenta 67 años.
“Me recuerda la película de los cubanos de Buena Vista Social Club”, dice don Ismael, mi ‘Tahi’, camino a casa.
Por mi parte, reflexiono hoy, sobre las palabras de don Juan. Un dirigente cuya trayectoria comienza en un club deportivo, sigue en el sindicalismo y luego de ser exonerado político, como militante del PC, continúa activamente en su asociación de pensionados. Lo conocí siendo Secretario General de la ‘Mesa Intercomunal Sur de Adultos Mayores’.Agrupando a las comunas de El Bosque, Lo Espejo y San Bernardo, significa una importante experiencia de integración de las personas mayores en la construcción de planes locales sobre envejecimiento, teniendo su punto de partida, como movimiento social, en el plan mundial de Madrid 2002. Él solía decir: “Sí, somos todos adultos mayores. Pero no estamos todos en la misma condición de igualdad”. Refiriéndose a la situación de la población de 60 años y más, continuaba: “El quintil que acredita la mayor cantidad de ingresos, son muy pocos. Los demás, en distinta medida, generan ingresos muy por debajo de ellos. Y, en el quintil que acredita la mayor cantidad de personas, tienen muy poco”. Pude ofrecerle un clavel rojo; junto a los suyos, vimos en el cielo caluroso de esa tarde de verano, un efecto de luz, algo así como un arco iris, su forma de decirnos que sigue con nosotros.
Hay aquí algo hallado sobre la complejidad, sobre lo heterogéneo, en trazos de algunas vidas de hombres mayores.
El espacio asociativo de los Clubes de Adulto Mayor y el de las UCCAMs, tal como lo expresa la socióloga Regina Obreque, es fuertemente potenciado por la participación femenina y la historia de liberación de las mujeres mayores. Expresa la presencia de un ‘Estilo Femenino’ de dirigencia, en su relación con ‘lo doméstico’ y lo ‘público’. No obstante muchas veces la dirección puede estar en personas mayores de sexo masculino, plantea la existencia de una especie de ‘Feminización de la Vejez’
Es posible también apreciar, en trabajos de la socióloga, la transformación, a la vez en el lenguaje como en la praxis, de las representaciones sociales presentes en las categorías de ‘Viejo’, a ‘Adulto Mayor’. Parte fundamental de este proceso, es leído desde una política de cuestiones vitales, según la visión de Giddens.
Habríamos de optar por lectura de Bourdieu desde “La Miseria del Mundo”, la suya propia de Weber y la de este último de Marx, para orientarnos a yuxtaponer las perspectivas de la vejez.
A través de Ibáñez, acercarnos a una Sociología -distribuitiva, estructural, dialéctica e incluso práxica- , a la vez de comprensiva e integradora, que de arrojada, transformadora y valiente.
Comparto con Regina, esa sensación paradojal entre el sentido y lo concreto. En la forma de solidaridad orgánica, de las sociedades con alta especialización y división social del trabajo, en esta ‘hipermodernidad’; ese fragmento específico de la razón técnica, del quehacer material, parece situar el sentido de vida, en una forma de ser, tan ligada a la intimidad, que podemos verla talvez, en un breve instante de silencio retrospectivo, que conduzca a sistematizar la experiencia vivida.
Waldo Arriagada P.
Sociólogo |