Chile: Encuesta de Calidad de Vida y Salud 2006. Adultos mayores se muestran satisfechos con su vida afectiva

Miércoles, 01 de Agosto de 2007

Canal: Envejecimiento y vejez

La percepción que tienen de su salud, sin embargo, es más baja que la del resto de la población, especialmente respecto de su condición física.

MARÍA PAZ CARVAJAL
El Mercurio 30-07-2007.


La vida familiar, relación de pareja y privacidad (entendida como opuesta al hacinamiento) son los ámbitos en los que los adultos mayores salen mejor parados, de acuerdo con la Encuesta de Calidad de Vida y Salud 2006 que se difundió hace pocos días (ver infografía). Por el contrario, la percepción de salud e ingreso son los principales talones de Aquiles.

A partir de estos resultados, es importante entender que "la edad no afecta negativamente a todos los ámbitos de la vida. Influye principalmente en la capacidad orgánica, pero no en dominios como el afectivo y social. Es más, en muchos componentes de la calidad de vida pesan más las diferencias de género y nivel sociocultural que los años", comenta la investigadora en temas de envejecimiento y socióloga de la Universidad Católica, Carmen Barros.

Si de salud se trata, los principales problemas radican en la condición física de las personas. Por ejemplo, al consultarle al encuestado si su actual estado de salud lo limitaba para realizar actividades cotidianas (como mover una mesa o pasar aspiradora), el segmento entre 65 y 74 años promedió un puntaje -en una escala de 0 a 100- de 66,8, mientras que en los mayores de 75 años la cifra cayó 49,8; los adultos de entre 45 y 64 años, en tanto, arrojaron una media superior a 80. En percepción de salud mental, no obstante, la puntuación de los adultos mayores resultó similar a la del resto de la población y en torno a 70.

Insistir en el ejercicio

Los mayores además lideran la "epidemia" nacional del sedentarismo. Apenas el 5,7% de los adultos entre 65 y 74 años, y el 4,8% de los mayores de 75 realizan actividad física tres o más veces por semana.

La subsecretaria del Ministerio de Salud (Minsal), Lidia Amarales, admite que pese a los esfuerzos en promoción de estilo de vida saludable, focalizados en los adultos, falta por mejorar. "El cambio cultural es lento y el efecto de nuestras acciones quizás se vea en 5 o 10 años más", precisa.

Claro que pareciera existir un círculo vicioso, pues la encuesta también refleja que los mayores son los que presentan más obstáculos para movilizarse por la ciudad y eso también podría tal vez estar dificultando la asistencia a estas actividades.

Es por eso que a juicio del geriatra de la Clínica Las Condes, doctor Carlos García, "la mejor forma de focalizar los recursos es dar todo tipo de facilidades para que los individuos hagan ejercicio".

Éste reduce el riesgo cardiovascular, mejora parámetros metabólicos, osteoporosis, equilibrio, memoria, autoestima y relación social, agrega el especialista.

Y esto último no es menor. La investigación refleja que la tercera y cuarta edad se sienten casi tan "estresados", "ansiosos" y "nerviosos" que los demás chilenos: 1 de cada 5 mayores entre 65 y 74 años se siente de esta manera en su vida en general.

"Los mayores no están ajenos a los procesos globales. Se preocupan de lo que les está pasando a sus hijos, además se perciben con poca plata, ven que no les va a alcanzar para su vejez, no quieren ser carga de ellos y eso produce estrés", agrega García.

Además, si bien la vida familiar es bien evaluada en todos los grupos de edad, a medida que las personas envejecen escasean las redes de apoyo y tienen menos gente en quien confiar (ver infografía). "El grupo de relaciones se va reduciendo y además, los mayores sienten que no pueden agobiar a los hijos con sus problemas más íntimos", dice la socióloga.

En este sentido, a nivel estatal el apoyo socio-emocional e instrumental a adultos mayores es otra de las tareas que están en proceso.

Por otra parte, la población mayor en Chile es la que come más sano (más frutas y verduras, menos grasas y sal) y la que evidencia una menor prevalencia de tabaquismo.

El geriatra Carlos García, sin embargo, repara en que "éstas son las personas que están vivas, los sobrevivientes. El resto de su generación que comió de todo, fumó, bebió y no se cuidó, ya están muertos".

Carmen Barros, en tanto, destaca que esas cifras auspiciosas dependen mucho del nivel socioeconómico, el cual posibilita adquirir mejores servicios y productos y, además, una mayor educación, lo que, de paso, abre el acceso a la información (por ejemplo, en torno a la importancia del autocuidado).

OPTIMISMO

HAY QUE OLVIDAR la visión catastrofista de que seremos un país viejo, dice Carmen Barros. Si nos preocupamos de reducir factores de riesgo en salud, envejeceremos mejor y eso es manipulable.

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