Los adultos mayores y sus expresiones organizativas
Editorial Nº 91 de Agosto 2007
Martes, 31 de Julio de 2007
Canal: Editoriales RLG
En los últimos años se observa un progresivo aumento de la capacidad asociativa de las personas adultas mayores. Contribuir a establecer puentes de comunicación y lazos de solidaridad entre las distintas expresiones organizativas impulsadas por los adultos mayores, resulta esencial para potenciar sus procesos participativos y de incidencia política.
Las nuevas formas de asociación de las personas adultas mayores tienen un carácter peculiar que es necesario tener en cuenta a la hora de analizar cuál es su estado de situación actual. Asimismo, estas organizaciones no pueden dejar de ser consideradas dentro del contexto general de crisis y cambio de las formas tradicionales de representación social y política que se vive a escala global.
Las formas clásicas de organización de las personas mayores estuvieron centradas en torno a la condición de pensionistas o jubilados, que se mantenían organizados tanto para abogar por el aumento de sus pensiones como para desarrollar mecanismos de apoyo y protección social para sus miembros. Lo novedoso de la época actual es la emergencia al espacio público de grupos de adultos mayores que tienen la peculiaridad de agruparse en torno a un auto-reconocimiento como persona adulta mayor; y en cuya comprensión no se puede soslayar las dimensiones de género e histórico-generacionales porque son dimensiones gravitantes que deben permitirnos apreciar mejor los avances y también las problemáticas que enfrentan en su proceso de constitución como actores sociales y políticos que están jugando un rol significativo en la reconfiguración del tejido social y comunitario de la sociedad dentro de su proceso global de envejecimiento.
La presencia de estas agrupaciones constituyen un gran salto que no podemos dejar de valorar, por cuanto representan la evidencia de un cambio profundo que viven especialmente las generaciones actuales de mujeres mayores nacidas en época en que la acción comunitaria y política era privativa de los varones; fuertemente excluidas de los sistemas tradicionales de reproducción de poder (de la educación formal, del mundo del trabajo remunerado, entre otros), la sola determinación de decidir asistir y participar en estos grupos, representa un paso significativo en el proceso de apropiación de su autonomía que es la base esencial para crear las condiciones de una ciudadanización activa y plena, capaz de confrontarse al clientelismo político y a los estereotipos devaluadores de la vejez, que minan las posibilidades de fortalecimiento, cohesión e incidencia política de las organizaciones sociales de adultos mayores.
Gradualmente, los adultos mayores han ido cuestionándose la fijación de contornos propios de una participación intimista, reclamando por mejores condiciones de vida, reivindicando el derecho a un buen trato y a nuevos espacios sociales para abrazar la vida en derecho y dignidad.
La unificación de las organizaciones gremiales de jubilados y pensionados con las agrupaciones de adultos mayores, sin duda que se hace urgente y necesaria. Uno de los roles de las ONGs es contribuir a facilitar esos procesos de articulación, recordando siempre que es obligación de la sociedad en su conjunto y en forma especial de los gobiernos incluir el envejecimiento en las agendas de desarrollo de manera que las medidas planteadas en el Plan de Madrid sean llevadas a la práctica.
Ximena Romero – Coordinadora RLG
Christel Wasiek – Asesora de la RLG
1 de Agosto de 2007.