Fecundidad, un tema pendiente en Cuba

Miércoles, 16 de Mayo de 2007

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Prensa Latina
14.05.2007

Yurién Portelles

La Habana, 14 may (PL) El tema de la fecundidad en Cuba, con una tendencia de menos de dos hijos por pareja, preocupa hoy a los expertos locales, en vísperas del Día Internacional de las Familias.

Juan Carlos Alfonso, quien preside en la isla el grupo gubernamental para estudiar el envejecimiento poblacional, asegura que es preciso cambiar los patrones reproductivos actuales a dos vástagos por matrimonio, como mínimo.

Ahí estaría la sustitución o el reemplazo poblacional, ya que cada pareja deja a dos personas en su lugar, según Alfonso.

Sin embargo, las cubanas lo piensan más de una vez para traer al mundo a una criatura, ya que persisten dificultades en temas como la vivienda, la alimentación y el transporte.

Ya no se trata solamente de un fenómeno relacionado con el nivel educacional alcanzado por ellas en el contexto de la Revolución cubana, que les ha permitido formarse como profesionales, acceder a un empleo y a la salud pública.

A vox populi, ellas expresan su deseo de tener un poco más de condiciones materiales como una casa independiente a su familia, en la que hoy viven varias generaciones a consecuencia de la situación económica del país.

Ello condiciona, en parte, su actitud reacia a multiplicarse en exceso, unido, además, a la posibilidad de poder decidir en qué momento de sus vidas pueden procrear y cuántos hijos tener.

Su actitud también estaría marcada por la carga que llevan en las tareas hogareñas en una sociedad con rezagos machistas, y el peso en la atención a los adultos mayores.

De acuerdo con Alfonso, en la década de los años 60 nacieron como promedio unos 250 mil niños cada año, sin embargo en 2006 sólo vinieron al mundo en esta isla 110 mil bebés.

O sea, con una mayor cantidad de población, en este país se registraron menos nacimientos que al triunfo de la Revolución en Cuba, cuando la tradición era entre cinco y seis hijos por cada matrimonio.

"Pero eso es historia antigua", afirma el experto, quien expuso que en un siglo el número de cubanos con 60 años y más pasó de un cinco a un 16 por ciento, tendencia que, dijo, se incrementará dada la baja natalidad.

Por otra parte, apuntó, la cantidad de jóvenes hasta 14 años era hace una centuria un 36 por ciento del total de los habitantes de Cuba, y ya en la actualidad es apenas el 19 por ciento.

Las estadísticas señalan que hacia el 2050, en el mundo el número de personas con 60 años en adelante se multiplicará de los 600 millones en la actualidad a dos mil millones, de acuerdo con el Fondo de Población de Naciones Unidas.

A la vuelta de unos años, una de cada cinco personas en el mundo será de la llamada Tercera Edad, mientras en Latinoamérica la proporción será uno de cada cuatro, y en Cuba, uno de cada tres.

Ello confirma el proceso de envejecimiento en esta nación, donde la mujer tiene una esperanza de vida al nacer de 78 años, y el hombre, de 75.

De no cambiar los patrones de reproducción, este fenómeno tendrá un impacto en la economía nacional, pues cada vez más individuos dependerán del sistema de seguridad social.

En estos momentos se profundizan los estudios sobre el tema para diseñar estrategias públicas que permitan minimizar las consecuencias negativas para el desarrollo.

Estos análisis parten del criterio acertado de que el envejecimiento poblacional no es un problema en sí para una sociedad, sino el resultado de un nivel de desarrollo, incluido el acceso universal a la salud.

La clave del éxito será garantizar el equilibrio a partir de mantener la cantidad de ciudadanos cubanos y crear condiciones para proteger la calidad de vida de la ancianidad.