Por Juliana Fragoso

Experiencia y lealtad a prueba de todo

Lunes, 10 de Julio de 2006

Canal: Recortes de prensa

La vida laboral continúa después de los 60 años, algunas empresas ya están comprobando que contratar a personas de la tercera edad aumenta sus ventas e influye positivamente en la productividad. 

Actualmente, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), en el país residen 8.2 millones de personas mayores de 60 años, pero se espera que para 2030 sean 22.2 millones, es decir, un crecimiento del siete por ciento anual entre la población de la tercera edad, lo que obliga a las autoridades y empresas a crear cada vez más empleos aptos para este sector de la población. 

Empacar víveres no es la única solución viable cuando la juventud quedó atrás. Compañías del ramo de la consultoría, de servicios y la industria farmacéutica tienen en los jubilados una veta no explotada que puede ayudar a elevar sus ventas, a ser más eficientes además de capacitar a los nuevos cuadros. 

"Son aptos para los empleos que requieran de trato con las personas, tales como relaciones públicas, ventas, orientación en museos y en general dando detalles sobre algún producto o servicio", recomienda Mario Zavala, profesor del área de Dirección de Personal del Instituto Panamericano en Alta Dirección de Empresas (IPADE). 

De acuerdo con datos proporcionados por el académico, existen empresas como Pfizer y Medicamentos Chinoin que tienen equipos de ventas integrados exclusivamente por personas que rebasan las seis décadas. Es el caso de la última, donde los jubilados se encargan de promover los productos en consultorios y ya lograron disparar las ventas de la compañía en niveles de 30 por ciento anual. 

Zavala resalta que las ventajas inmediatas que obtienen las empresas que contratan personal jubilado es que al contar con más experiencia que alguien de menor edad, no es necesario invertir en cursos de capacitación, además, una colaborador con experiencia laboral encontrará más rápido soluciones a los problemas propios de la función que desempeña. 

Generalmente la contratación se hace por honorarios, señala el académico, lo que también permite a la empresa un ahorro en el gasto que generan las altas en el seguro social.  

El trabajador no queda desprotegido de sus prestaciones médicas, pues ya las obtuvo previamente junto con su jubilación. 

"El beneficio mayor es que la lealtad de una persona jubilada es a prueba de balas, porque lo que buscan es demostrar que todavía puede ser competitivo en el mercado laboral y si se le da la oportunidad, contribuye con su mente, experiencia y corazón", apunta. 

Mario Zavala del IPADE recalca que otro de los beneficios es la baja rotación de personal, ya que un empelado mayor a los 60 años puede permanecer de cinco a 20 años laborando en la compañía. 

Las empresas que busquen contratar a adultos mayores pueden hacerlo a través de organismos como el Centro Mexicano para la Filantropía y Chambatel. También se recomienda a los jubilados que una vez retirados no pierdan contacto con el círculo natural en el que se desenvolvieron, pues siempre pueden surgir nuevas oportunidades. 

"El reto no es crear empleo basura, el reto es crear empleo que dignifique al adulto mayor", concluye Zavala 

Fuente:Diario Excelsior

México, D.F  
26.06.2006