“De las casi 18,5 millones personas censadas en Chile en 2024, un 14% son mayores de 65 años y un 17,7% menor de 15 años, según las cifras entregadas este jueves por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en el Centro Cultural Gabriel Mistral, en Santiago. (...) El número de hogares se ha multiplicado, pero cada vez viven menos personas en ellos, hasta llegar a un promedio de 2,8, y ya en una de cada cinco viviendas habita solo una persona. A este panorama se suma que la tasa de fecundidad está en 1,16, una de las 20 más bajas del planeta. Esta cifra se actualizará a finales de abril, cuando el INE entregue los datos recogidos sobre natalidad y migración interna e internacional.
El cambio demográfico desde 1992 es drástico. Los mayores de 65 años pasaron de 6,6% a 14% y los menores de 15 de 29,4% a 17,7%. David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica y asesor del INE, sostiene que probablemente Chile se va a acostumbrar a compararse no sólo con América Latina, sino con el resto del mundo. “Estos datos muestran un mayor envejecimiento que los mostrados en el censo de 2017, cuando Chile ya tenía la tasa más alta de envejecimiento en la región”, afirma, “y se está acentuando más rápido de lo que proyectamos”. El INE estimaba que para 2030-2031 por cada 100 menores de 15 años habría 100 adultos mayores y que para 2050 iba a haber un 80% más de población de 65 que de 14 años o menos, pero estos resultados abren la puerta a que se adelanten.
Los datos entregados este jueves son de población censada (51,5% mujeres y 48,5% hombres), no del total de habitantes, la que se conocerá en enero del próximo año y permitirá actualizar las proyecciones.
Las regiones que concentran el mayor porcentaje de la población son la Región Metropolitana (40% de los residentes censados), la de Valparaíso (10,3%), y la del Biobío (8,7%). Las regiones con el mayor Índice de Envejecimiento son Valparaíso (98,6) y Ñuble (97,6) y las con menores tasas son Tarapacá (43,9) y Antofagasta (49,3), en el norte chileno, donde se concentra la migración y la minería, que requiere de población activa.
El número de hogares se ha duplicado en los últimos 32 años, alcanzando poco más de 6,5 millones. La tendencia es una disminución del promedio de personas por vivienda, pasando de cuatro a 2,8 personas. Esta caída se acompaña del aumento de hogares unipersonales, del 8,3% en 1992 a 21,8%. También retroceden los hogares con al menos una persona de menor de 15 años, del 62% al 33,2% y aumentan los que están solo conformados por adultos mayores, de 4,3% a 11,6%. Bravo apunta que las personas que viven solas puede responder a la autonomía y que la soledad responde a las redes que tengan.
Para el asesor del INE este nuevo escenario pone en el centro de la discusión las políticas públicas de sostenibilidad. “Vamos a tener muchas más personas de 65 y más que de alguna manera van a depender de otros, los que están pagando impuestos de manera más sustantiva, pero esos otros van a ser cada vez menos”, advierte. Por eso destaca la reforma al sistema previsional recién promulgada y empuja a nuevas políticas como la sala cuna universal y otras que van a tener que diseñarse considerando la nueva realidad. “El foco no puede estar en las mujeres, porque después de décadas de poner todo el peso en ellas del trabajo no remunerado y todo eso, ahora además las haríamos responsables del problema. Este es un tema igualmente importante para hombres y para mujeres”, señala.
El ministro de Economía del Gobierno de Gabriel Boric, Nicolás Grau, quien ha participado en la presentación de los resultados preliminares del censo, planteó la necesidad de “rediscutir” políticas públicas. Grau destacó la reforma previsional y el proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, una iniciativa reconoce, legalmente, el derecho a ser cuidado, a cuidar y al autocuidado. A pesar de los desafíos que supone, también destacó los factores positivos que engruesan el envejecimiento de la población, como el aumento de la esperanza de vida, la reducción de las muertes de bebés en el parto, al igual que la de las madres, y la caída del embarazo adolescente.”
FUENTE: elpais.com - 27/3/25