Colombia: Los ancianos también son víctimas del maltrato

Miércoles, 22 de Febrero de 2006

Canal: Políticas y Derechos


Diario El País
Enero 29 de 2006

En accidentes de tránsito y descuidos fallecieron el año pasado más de dos mil personas de este sector de la población. Autoridades locales y departamentales tienen programas que buscan brindarles cada día más protección en todo sentido.

Colprensa. Bogotá

En noviembre pasado, el país quedó sorprendido cuando una información del Noticiero RCN Televisión contó la cruel historia de un anciano del sur de Bogotá que vivía preso en las cuatro paredes de su casa por disposición del dueño del inmueble.

El propietario, ante le demora en el pago del arriendo por parte del octogenario, decidió encerrarlo, le quitó los servicios públicos y las chapas a las puertas, selló las ventanas y hasta el techo, para que no fuera posible ni siquiera proporcionarle algún alimento.

Ese desgarrador caso fue uno de los tantos que sucedieron a lo largo del año pasado en Colombia, en donde la población de la tercera edad está a la merced de los abusos de todo tipo.

Según el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en el país se registraron en el 2005 1.092 casos de personas mayores de 60 años víctimas de violencia intrafamiliar (576 hombres y 516 mujeres).

El tema de los accidentes de tránsito es aún más dramático, teniendo en cuenta que, según el último consolidado de Medicina Legal correspondiente al año 2005, 1.870 hombres y mujeres mayores de 60 años fueron atropellados.

Pero los adultos mayores tampoco han escapado de las agresiones sexuales. A 67 ancianos les tuvieron que realizar dictámenes sexológicos.

Todo esto, sin contar las personas de la tercera edad que cada día son abandonadas en las calles. El número es incalculable.

El Pais, con la colaboración de la red de periódicos de Colprensa, presenta una radiografía de la problemática en distintas regiones del territorio nacional.

Buscan soluciones en el ValleCon la creación de la Mesa Departamental del Adulto Mayor, la Gobernación del Valle busca definir políticas públicas de atención a esta población, que aún no está cuantificada en el departamento.

A través de este proyecto, que empezará a funcionar en este primer semestre del año, se busca no sólo hacer un diagnóstico de esta problemática, sino entregar ayudas efectivas a los mayores más necesitados.

En la región, los municipios intermedios como Cartago, Tuluá, Buga, Palmira y Buenaventura son los sitios donde más se presenta el fenómeno de los abuelos desatendidos.

Esto se debe no sólo a la gran concentración de habitantes, sino a que muchos de los ancianos en estas condiciones son explotados por sus familias a través de la mendicidad o son abandonados en centros hospitalarios.

De acuerdo con el último reporte del Programa de Protección Social para el Adulto Mayor, en el Valle del Cauca hay un total de 11.284 personas mayores clasificadas en los niveles extremos de pobreza, es decir, en los umbrales uno y dos del Sisbén.

Según el sacerdote Francisco Ramírez, quien dirige un hogar de atención a ancianos en Palmira, en esta ciudad por lo menos cinco veces al año se presenta el caso del abandono de ancianos en la calle.

Asimismo, indicó que el 80% de los abuelos desprotegidos son hombres.

Entre tanto, en el hospital Tomás Uribe Uribe, de Tuluá, se informó que por lo menos una vez al mes una de estas personas es abandonada por sus familiares a su suerte.

Entretanto, las autoridades de Buga señalaron que en esta localidad hay cerca de 1.200 abuelos en condiciones de extrema pobreza. Esta situación estaría afectando también a por lo menos 4.367 adultos de Cartago, de acuerdo con información del Sisbén.

Centros especiales en BogotáAl igual que en el Valle del Cauca, en Bogotá funciona el programa Gerencia del Adulto Mayor, en el que trabaja un grupo interdisciplinario de profesionales.

Según esa Gerencia, adscrita a la oficina de Bienestar Social de la capital colombiana, en esta ciudad hay 237.000 ancianos de estratos 1, 2 y 3 que reciben servicios de salud por medio del Sisbén.

Hoy, el programa les ofrece atención a 265 personas de la tercera edad de escasos recursos, por medio de sus centros especializados y varias ONG contratadas.

Sonia Salamanca, coordinadora del área de centros asistenciales del programa, dice que el propósito en algunos casos es rodear a los ancianos y hacerlos sentir importantes dentro del círculo en que se mueven.

Otros componentes que maneja el plan son la asignación de subsidios, que sirven tanto a los adultos mayores como a sus familias, que igualmente están en situaciones económicas precarias, manifiesta Myriam Consuelo González, coordinadora del área Subsidios, Clubes y Asociaciones.

Sin embargo, las dos coordinadoras, quienes son trabajadoras sociales y llevan más de quince años conociendo el tema, consideran que además de la existencia de hogares geriátricos se necesitan políticas y piso jurídico que permitan la revisión de estos sitios, para que las autoridades de salud confirmen si la atención en todos los aspectos es la más adecuada.

De acuerdo con Medicina Legal, en la capital del país murieron el año pasado 121 personas mayores de 60 años en accidentes de tránsito.

Abuelos productivos en Pereira

María Edilma Franco tiene 58 años, pero, según ella, aparenta más. Sin embargo, su filosofía es “que los años no son vejez”. Por eso, sus días comienzan a las 5:00 de la mañana y se los dedica a 25 ‘personitas’ que tiene a su cuidado.

Esta mujer lleva trabajando cerca de catorce años en el Hogar para el Anciano Santa María en Pereira, desde que ella, con recursos propios, decidió abrirle las puertas de su casa a los adultos mayores de la ciudad, que se encontraban en situación de desamparo.

Allí, en el hogar, los 25 abuelitos, que cuentan con edades entre 60 y 98 años, cultivan sus propios alimentos y tejen o bordan para vender sus productos y así obtener recursos y colaborar con las necesidades de la casa.

Así como ellos, otros adultos mayores en el departamento, a través de grupos de la tercera edad o de los 27 ancianatos distribuidos en los 14 municipios risaraldenses, buscan ser productivos y mostrarle a la comunidad que a pesar de los años, pueden realizar casi cualquier tarea, lo importante es la voluntad.

Según los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, Risaralda cuenta con 88.969 adultos mayores con edades de 60 años en adelante.

Abundan los casos en el Meta

Al Hospital Departamental de Villavicencio entró a mediados del 2005 un adulto mayor de 75 años con una intoxicación que por poco le cobra la vida.

Según las autoridades, el hombre ingirió un veneno para acabar con su existencia, debido al maltrato que recibía en su propio hogar.

De acuerdo con Rocío García, auxiliar del Programa de Atención del Adulto Mayor de la Secretaría Local de Salud, este es sólo un caso de los cientos de abusos y maltratos que se conocen en el departamento del Meta.

Según la profesional, la mayoría de los 150 adultos mayores que están dentro del programa son maltratados psicológica y físicamente por sus familiares.

“Es muy común ver que en nuestra sociedad los viejos se vean como algo que ya pasó a la historia; los dejan en un último cuarto y sus familiares en algunas ocasiones sienten pena de presentarlos en sociedad”, recalcó García.

Un estudio adelantado por la Secretaría de Salud de Villavicencio indica que la situación de los adultos mayores en las ciudades como la capital del Meta, Granada y Puerto López, es difícil por la violencia que se genera en el interior de la familia.

De otra parte, el análisis demuestra que en las zonas rurales de los Llanos las condiciones de los adultos mayores son más favorables.

http://elpais-cali.terra.com.co/historico/ene292006/NAL/10A29N1.html