“La esperanza de vida ha mejorado en el Ecuador. En ese contexto, existen nuevas opciones para que las personas mayores desarrollen actividades saludables en procura de su plenitud. En el Ecuador, la “Universidad del Adulto Mayor” es una opción.
El envejecimiento de la población es un fenómeno global. Para 2050 se calcula que 2.000 millones de personas tendrán más de 60 años en el mundo, gracias a los avances de la medicina y otros factores, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Instituto de Estadísticas y Censos (INEC) sostiene que la población de personas mayores en Ecuador llegó, a finales de 2021, a 1,3 millones. Esta cifra implica un 33% más que en 2010. La esperanza de vida mejoró para las personas mayores, aunque no todas tienen acceso a servicios de salud por la precarización de sus ingresos.
Investigaciones
En 2011 tuve oportunidad de editar los proyectos de investigación SABE I y II: “Situación de salud y nutrición de los adultos mayores ecuatorianos, a través de biomarcadores 2010-2011”, dirigidos por científicos liderados por la Dra. Wilma B. Freire, PhD, con la participación del MIES, Salud Pública, Universidad San Francisco de Quito, INEC y un laboratorio.
En estos documentos se demostró que “el proceso de envejecimiento en el Ecuador afecta al país en tres ámbitos: individual, familia/comunidad y nacional”. Y evidenció que “el nivel de salud de las personas mayores de sesenta años del Ecuador no es favorable, y que en muchos de los parámetros evaluados -sobre todo en los grupos socioeconómicos bajos- la salud es precaria y más en las mujeres que en los hombres”. En 2024, la situación podría haber empeorado.
Si envejecer es inevitable, crecer saludable es opcional y una responsabilidad del Estado. Porque el manejo adecuado de la salud física, mental, social y espiritual de las personas mayores asegura, sin lugar a dudas, la sostenibilidad de la sociedad.
El edadismo
Pero también hay problemas colaterales. Según las Naciones Unidas, “el edadismo conduce a una salud más pobre, al aislamiento social, a muertes tempranas y cuesta a las economías miles de millones de dólares. En un informe se pide actuar con rapidez para aplicar estrategias eficaces contra este problema”.
¿Qué es el edadismo? El edadismo se refiere a la forma de pensar (estereotipos), sentir (prejuicios) y actuar (discriminación) con respecto a los demás o a nosotros mismos por razón de la edad. La Academia de la Lengua no incluye la palabra en su real diccionario, pero sugiere que “se puede emplear “edadismo”, derivado de “edad”, como equivalencia del inglés “ageism”, término con el que se hace referencia a la discriminación de las personas basada en la edad”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el maltrato a los mayores un problema de salud pública. Una de cada seis personas mayores de sesenta años sufre abusos en entornos comunitarios. Ocurre sobre todo en residencias o centros de atención de larga duración.
Leisa Sánchez, en la revista Mundo Diners, edición 464, expone que en Ecuador “los prejuicios hacia las personas mayores son actitudes aprendidas y naturalizadas, y originan maltrato. El edadismo se expresa desde los gritos en los hogares, hasta la falta de políticas que garanticen el bienestar de esta población. La pandemia agudizó esta realidad. El edadismo se enuncia en lo micro y en lo macro: en los hogares contra una persona mayor —la otra cara es el silencio—, y la falta de políticas para garantizar el bienestar de esta población que aglutina a más de 1’300 000 personas”.
Es tiempo de reconocer la existencia de los “mayores”, no como una carga sino como una realidad que compromete a la sociedad, y en especial a la familia. La formación de los adultos mayores va en esa línea.
Brecha digital
Según datos proporcionados por Lorena Naranjo Godoy, columnista de este Diario, “la brecha digital también tiene origen etario. Las personas mayores suelen ser las menos favorecidas de iniciativas para el desarrollo de sus competencias digitales”.
“El conocimiento en las TIC es necesario para todos. En el caso de personas mayores las TIC les permiten mejorar su calidad de vida y acceso a información, en especial en cuestiones de salud, seguridad y ocio; facilita la comunicación y su relación con el entorno; y fomenta el ejercicio de su ciudadanía y participación social. En consecuencia, se reduce el aislamiento y la exclusión social”, expresa Naranjo,
Iniciativas mundiales
Según la misma fuente, “la Asociación Internacional de Universidades de la Tercera Edad, Aiuta, agrupa a organizaciones e iniciativas mundiales para la formación universitaria de personas mayores desde hace más de 40 años”.
La AIUTA es “una organización no gubernamental que nació en 1975 en Toulouse, Francia, con el respaldo de la Unesco. Tiene más de 500 miembros en más de 60 países, que comparten experiencias, recursos y buenas prácticas para mejorar sus programas educativos”.
“Los beneficios individuales y colectivos de la educación para personas mayores son múltiples; por ejemplo: la estimulación cognitiva, la memoria, la creatividad y el pensamiento crítico que previenen enfermedades físicas y mentales, como la depresión, el Alzheimer y el Parkinson; favorece la interacción social, la comunicación, la solidaridad, el sentido de pertenencia, la identidad local y cultural, lo que permite mejorar el autoestima y la autonomía; amplía sus horizontes, intereses, habilidades y conocimientos y por ende genera oportunidades de participación, de voluntariado, de liderazgo y de incidencia política, social y económica”.
“También existen organizaciones como REIDTIC que forma a personas mayores en transformación digital, a través de su proyecto Misión Senior, y de la Universidad de Transformación Digital para la Tercera Edad, U3A REIDTIC”, en el contexto de la Agenda Conectar 2030.
El caso del Ecuador
Naranjo subraya que “en el Ecuador, varias universidades y organizaciones de la sociedad civil son parte de la Aiuta, que han incorporado la educación en tecnología para personas mayores en sus programas, con el fin de responder a las necesidades y demandas de este sector de la población. Algunas de estas universidades e instituciones son: Universidad de Cuenca, Pontificia Universidad Católica, Universidad Central, ESPE, Espol, Universidad Andina Simón Bolívar, Universidad Técnica Particular de Loja, entre otras”.
Derecho a la educación digital
La educación es un derecho de todos los ciudadanos -independientemente de sus edades-, y un deber del Estado proveer las oportunidades y herramientas para que esta garantía sea universal en la práctica. El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, la Secretaria de Educación Superior Ciencia, Tecnología e Innovación, los ministerios de Educación, Cultura, de la Mujer, Mies, Trabajo, Telecomunicaciones y Sociedad de la Información deben participar.
El desafío es creciente. A los mecanismos legales, reglamentarios y presupuestarios, se une el diseño de nuevas políticas públicas y programas específicos sobre la educación digital dirigidas a las personas mayores del Ecuador. La presencia de las universidades es parte fundamental en esta estrategia, mediante el establecimiento de sistemas de conectividad y modelos de capacitación virtuales acreditados por certificaciones nacionales e internacionales, con participación de la sociedad civil.”
Fausto Segovia Baus
Nota de la Editora: El lenguaje ha sido ajustado para referirse a las personas mayores de manera actualizada.
FUENTE: elcomercio.com - 25/6/24
https://www.elcomercio.com/tendencias/la-universidad-del-adulto-mayor.html