Presentación
“Uno de los problemas más frecuentes a los que se enfrenta la investigación y la toma de decisiones en políticas públicas es la falta de información desagregada por edad cuando se trata del envejecimiento y de los asuntos de las personas mayores. Esto es una realidad tanto en el mundo como en los países de la subregión, a pesar de que los Estados se comprometieron con la meta 17.18 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que persigue aumentar significativamente la disponibilidad de datos oportunos, fiables y de gran calidad desglosados por ingresos, sexo, edad, raza, origen étnico, estatus migratorio, discapacidad, ubicación geográfica y otras características pertinentes en los contextos nacionales (Naciones Unidas, 2015).
El impulso de datos desagregados por edad ha sido una prioridad de las Naciones Unidas, incluso antes de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Innumerables resoluciones de la Asamblea General han insistido en la necesidad de contar con datos desagregados que permitan conocer con mayor profundidad el proceso de envejecimiento poblacional y la situación de las personas mayores. Algunos países han avanzado en tal sentido y hoy es más frecuente encontrar información sobre aspectos demográficos, pero el avance con respecto a los asuntos de las personas mayores sigue siendo desigual.
Una de las razones de esta situación tiene que ver con la falta de atención que ha concentrado el envejecimiento poblacional y la consecuente invisibilización de los asuntos de las personas mayores. Sin embargo, la pandemia por COVID-19 ha dejado en evidencia que la producción y la difusión de la información sobre las personas mayores deben tener la misma prioridad que tiene la desagregación de datos por sexo, condición de discapacidad o cualquier otra base de diferenciación que pueda traducirse en desventaja o discriminación para los grupos afectados.
Tal como indica el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la decisión de desglosar los indicadores no está regida por la normativa internacional, pero es una base fundamental para aplicar las normas y los compromisos de derechos humanos, apoyar la formulación de políticas, y evaluar sus respuestas y transparencia (Naciones Unidas, 2018). El esfuerzo para concretar la elaboración y diseminación de indicadores desagregados por edad es una tarea indiscutible de los gobiernos, en la cual se puede contar con la participación de todas las personas interesadas a fin de conocer las necesidades de información y las prioridades de su producción.
Es evidente que dicha desagregación no es una tarea fácil. Hoy se suele contar con más información que en la década pasada, pero con frecuencia los datos se encuentran dispersos en distintas fuentes de información, no siempre se cuenta con series de datos o bien la información disponible es insuficiente.
En la subregión, donde el envejecimiento poblacional se encuentra, por lo general, en etapas incipientes, la producción y la divulgación de información desagregada por edad son menos frecuentes que en otras partes de Latinoamérica, con la excepción de ciertos países. Algunos de ellos, que coinciden con los más adelantados en sus procesos de envejecimiento poblacional, se dan a la tarea de producir informes nacionales —como Costa Rica y Cuba—, pero en otros este tipo de práctica es inexistente o embrionaria.
Con el propósito de satisfacer la necesidad de contar con información más precisa sobre el envejecimiento poblacional y la situación de las personas mayores, la sede subregional de la CEPAL en México ha compilado una serie de indicadores que pueden ser de utilidad para la investigación y la toma de decisiones. Como se aprecia, aún hay vacíos importantes —sobre todo en temas que son nuevos en la agenda—, y mucha de la información se encuentra en distintas fuentes de datos. Sin embargo, el ejercicio facilita la generación de un panorama preliminar sobre el tema.
En el documento se presentan indicadores básicos sobre la población y el envejecimiento demográfico, se continúa con indicadores de seguridad económica, salud y cuidado —los tres pilares de la protección social en el contexto del envejecimiento—, y se exploran nuevos indicadores en temas que han ido generando cada vez mayor atención entre los actores interesados.
Se confía en que esta nueva publicación de la sede subregional de la CEPAL en México favorezca la visibilización de los problemas que suelen aquejar a las personas mayores y facilite la toma de conciencia sobre la importancia de cumplir con la meta 17.18 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.”
FUENTE: S. Huenchuan, Indicadores sobre envejecimiento y personas mayores en Centroamérica, México y el Caribe hispano (LC/MEX/TS.2021/30), Ciudad de México, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2021. Recuperado de: https://repositorio.cepal.org/handle/11362/47641