La problemática de los femicidios y la violencia de género contra adultas mayores "no está instalada" ni es "visible" en la sociedad y en muchos casos se relaciona con la "cultura del desprecio hacia los viejos" o "gerontofobia" que es necesario revertir, según advierten especialistas en derecho de la vejez.
Desde el inicio de la cuarentena debido a la pandemia del coronavirus, que tiene a las personas mayores de 60 años como principal grupo de riesgo, se registraron al menos ocho femicidios que tuvieron como víctimas a adultas mayores.
En las últimas horas, en el partido bonaerense de Escobar, una mujer de 77 años fue asesinada de un puntazo en el cuello y por el femicidio detuvieron a su esposo, de la misma edad.
También se registraron en este período de aislamiento casos de violencia que terminaron con los dos integrantes de la pareja muertos, como el ocurrido el 20 de abril último en San Fernando, donde un hombre de 83 años mató a su esposa de 84 de un martillazo en la cabeza y luego se suicidó, o al día siguiente en Rosario, cuando otro de 76 asesinó a tiros a su pareja de 74 y se mató.
"Con este aislamiento social se generan más probabilidades de que una persona mayor que convive con otra sufra situaciones de violencia y no pueda denunciarlo, y uno de los motivos, además del temor y la dificultad práctica para hacerlo, es que el tema de la violencia en la vejez no está instalado en la sociedad", aseguró a Télam la investigadora del Conicet y abogada especialista en derecho de la vejez, Isolina Dabove.
Para la profesional, quien dirige una maestría en esa rama del derecho, si en un contexto de normalidad ya le era difícil a una mujer adulta mayor denunciar este tipo de hechos, en el actual aislamiento resulta más adverso.
"La dificultad viene dada además porque los hechos de violencia son generalmente motivados en actuaciones de personas de confianza, ya sea personas cercanas, parientes e, incluso, cuidadores", explicó.
Según Dabove, la violencia hacia esas mujeres tiene "múltiples razones: la más profunda es la cultura del desprecio hacia los viejos, que termina siendo asumida por la persona, que se ubica en lugar de descarte y se somete al discurso social gerontofóbico".
"¿Cómo se va a sentir entonces una persona autorizada a hacer una denuncia de violencia si no hay una sociedad que acompañe en una cultura de respeto?", reflexionó.
Por su parte, la gerenta de Género del PAMI, Adriana Herrero, contó a Télam que la violencia contra los adultos mayores es uno de los temas que es necesario visibilizar y, que a tal fin, en ese organismo se llevan a cabo capacitaciones en perspectiva de género con orientación gerontológica.
"No es lo mismo una mujer en situación de violencia, que una mujer mayor en situación de violencia con dependencia psíquica, física, emocional. Son más los posibles agresores: familiares, referentes afectivos, cuidadores, entonces ¿dónde denuncia esa mujer?", expresó Herrero, en una entrevista concedida con motivo de conmemorarse hoy el Día Mundial de Toma de Conciencia Contra el Abuso y Maltrato en la Vejez.
La funcionaria agregó que en general las adultas mayores víctimas de femicidio soportaron "al menos 10 años de historia de violencia" antes de ser asesinadas.
En la misma sintonía, Dabove destacó como uno de los impedimentos de denuncia el valor "afectivo", ya que "la persona mayor generalmente se somete al otro en busca de cariño y es muy duro tener que denunciar a hijos o a quien la cuida".
"Hay que tener muchos recursos personales y sociales; si no hay una sociedad que acompañe desde el respeto a una persona por ser mayor es difícil", expresó.
Casos de femicidio cometidos fuera de la pareja, fueron los ocurridos el 16 de mayo pasado en San Justo (Santa Fe), donde una mujer de 69 años fue asesinada por su hijo de 32, con quien convivía, y el 28 de marzo, cuando otra mujer de 70 fue hallada asesinada en Salta y detuvieron a su nieto y a un amigo.
Sobre el contexto de aislamiento, Dabove dijo que juega en contra el "miedo a represalias" y "las dificultades de acceder al teléfono para denunciar. Hay miedo e imposibilidad práctica que pedir auxilio".
Y puntualmente, respecto de la violencia en el seno de las parejas mayores, destacó que muchas veces "han vivido en una cultura patriarcal, donde en general la mujer tiene una actitud de sumisión, de apropiación del ámbito de lo domestico y no de toma de decisiones".
"Es un sector demográfico al que hay que prestar atención. Las mujeres mayores son las que están más comprometidas con esta lógica patriarcal. No solo hay casos de violencia física que llegan a muertes o lesiones, sino también de violencia económica", agregó
"No nos olvidemos de las viejas, porque demográfica y estadísticamente la vejez es un fenómeno femenino. Sobre las mujeres jóvenes, en edad reproductiva, ya hay clara consciencia, hay una sociedad que acompaña y una cultura transformada a ese proceso, ahora hay que sumarle la mirada de la gerontología", concluyó la especialista.
De acuerdo al relevamiento de casos publicados por Télam, desde el inicio de la cuarentena hubo ocho femicidios de mujeres mayores, mientras que en todo 2019, según el informe oficial de la Corte Suprema, se contabilizaron 31.
"Asumimos que hay muchas más, pero el tema es cómo están caratuladas las causas. Hay que problematizarlo. Esto existe, tiene sus particularidades. De todo esto se trata la toma de conciencia sobre el maltrato", concluyó por su parte la gerenta de Género del PAMI.
Fuente: Télam - 15/06/2020
https://www.telam.com.ar/notas/202006/476703-femicidio--violencia-de-genero.html