Por año, en el país, se registran unos 210 nuevos diagnósticos de HIV en adultos mayores de 60 años; el 75% corresponde a varones, 25% a mujeres. La principal vía de transmisión es la sexual.
Natalia Muñiz
Diario Popular 17 diciembre 2017.
Unas 210 nuevas notificaciones de diagnóstico de HIV en personas mayores de 60 años se registran en promedio, por año, en Argentina; el 75% corresponde a varones y el 25%, mujeres, señaló el coordinador del área de Estudios y Monitoreo de la Dirección de SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) del Ministerio de Salud de la Nación, Ariel Adaszko.
En declaraciones a este diario indicó que "la mayoría, cerca del 100%" adquirió el virus "por vía sexual" y advirtió que "más de la mitad" de esos diagnósticos son tardíos, por lo que manifestó la importancia que los profesionales de la salud ofrezcan el testeo. "La información que tenemos es a partir de las fichas de notificaciones que llenan los médicos cada vez que atienden por primera vez a una persona diagnosticada con HIV. En el país se registran unas 6.500 fichas por año de nuevos casos (entre las distintas franjas de edad) y ese dato se mantiene más o menos estable", destacó.
Respecto a los nuevos casos de personas adultas mayores remarcó que por año se registran "unos 210, en promedio"; y advirtió que "más de la mitad tienen diagnóstico tardío". "A los 60 años, la gente va más al médico y algún profesional de la salud debería haberle ofrecido por lo menos una vez una prueba", señaló. En el último Boletín sobre HIV, SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) se detalló para el período 2015-2016: e Varones entre 55-64 años: el 32% tuvo un diagnóstico oportuno; 68%, tardío. e Varones de 65 años o más: 49%, diagnóstico oportuno; 51%, tardío. e Mujeres entre 55 y 64 años: 38%, diagnóstico oportuno; 62%, tardío. e Mujeres de 65 años y más: 29%, diagnóstico oportuno; 71%, tardío.
Adaszko advirtió: "Entre los jóvenes de 15 a 24 años, la mayoría de los diagnósticos son oportunos (78%, varones; 86%, mujeres); mientras que en las personas mayores la mayoría son tardíos, a pesar de ir más veces al médico que los jóvenes, pero los profesionales no les ofrecen un testeo". Agregó que la principal vía de transmisión del virus es por práctica sexual no segura, al no usar preservativo.
"Hay una extensión del período de vida sexual activa pero no tienen la práctica del uso del preservativo, no se perciben en riesgo -remarcó-. No piden una prueba y tampoco los equipos de salud". También destacó que hay personas a quienes se les diagnosticó HIV hace años y con el tratamiento "están envejeciendo, cumplen 60, 65, 70 años y hace 20, 25 años que están con antirretrovirales".
Testeo universal Consultado por este tema, el jefe de Servicio de la División de Infectología del Hospital de Clínicas, Daniel Stecher, señaló que las personas conviviendo con HIV que "empezamos a atender después del año '93, cuando comienzan los tratamientos más efectivos, crecen y cruzan la barrera de los 50 años, hay un porcentaje de personas con HIV con muchos años de tratamiento". El especialistas destacó que también hay casos de personas que contraen el virus "siendo adultas mayores". Al respecto advirtió que los profesionales de la salud "no" suelen "pensar en HIV, no ofrecen un testeo y esto es un problema". "Hoy estamos hablando de ofrecer el testeo a todo el mundo, testeo universal, porque cuanto antes tratemos a una persona diagnosticada, mejor", manifestó.
En este sentido remarcó que "las personas mayores llegan con diagnóstico tardío porque a nadie se le ocurre pensar que pueden tener HIV y hay que concientizar a la gente de hacerse el testeo sin miedo y al personal de salud a ofrecerlo". Otro punto, indicó, es que "pueden tener otras patologías, comorbilidad, son hipertensas, tienen problemas cardíacos, respiratorios, y hay que prestar mucha atención". Asimismo comentó que las personas mayores "cumplen con el tratamiento, están más acostumbrados a tomar medicación porque, por lo general, ya están tomando antihipertensivos, algo para el colesterol, entre otros".
Promover el diálogo Por su parte, Susana Cahn, integrante del Comité Asesor de Base Comunitaria de la Fundación Huésped, destacó que el testeo en los y las adultas mayores "hay que trabajarlo bastante" porque "no se consideran en riesgo" y los médicos "no lo ofrecen, no se animan a preguntar y no abren un espacio para que las personas puedan preguntar". Y advirtió que los adultos mayores "tampoco lo hablan con su familia".
Cahn es coordinadora del proyecto "Sexo Maduro, Sexo Seguro" llevado a cabo por la Fundación y la Secretaría de Tercera Edad porteña mediante el cual se visita centros de jubilados y a través de una propuesta lúdica se brinda información. Al respecto señaló que en las encuestas que las personas mayores respondieron en esas jornadas "agradecían poder tener un espacio para hablar, preguntar, por lo que ellos están esperando tener esa oportunidad".
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