La Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución N° 45/106 de 14 de diciembre de 1990, proclamó el 1° de octubre como “Día Internacional de las Personas de Edad” con el objetivo de dar seguimiento a iniciativas tales como el Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento, aprobado por la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento celebrada en 1982 y respaldado, el mismo año, por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El Día Internacional de las Personas Adultas Mayores constituye una oportunidad para reflexionar sobre el asunto del edadismo, ya que si bien se dice a menudo que las personas de edad gozan de un respeto especial, la realidad no muestra ello al denegárseles el acceso a empleos, préstamos y servicios básicos.
La marginación y el menosprecio de las personas de edad acarrean graves consecuencias, ya que menoscaban su productividad y su experiencia en la fuerza de trabajo, en el voluntariado y en toda la actividad cívica, al tiempo que coartan su capacidad para prestar cuidados, apoyo financiero y de otro tipo a las familias y las comunidades. El edadismo se conjuga frecuentemente con otras formas de discriminación por motivos de género, racialización, discapacidad y otras causas, lo que agrava e intensifica sus efectos.
Poner fin a este problema y garantizar los derechos humanos de las personas de edad es un imperativo de orden ético y práctico, por ello, la Defensoría del Pueblo insta a los diferentes niveles de gobierno (municipal, regional, departamental y nacional), adopten medidas de acción positiva efectivas para asegurar el respeto, ejercicio, defensa y cumplimiento, en igualdad de condiciones, de los derechos humanos de las personas adultas mayores, buscando simultáneamente su valorización, dignificación y participación activa en la construcción y desarrollo del país.
De igual forma, insta a las demás instituciones públicas, privadas, familias, comunidad y sociedad en general a promover y contribuir al ejercicio pleno de los derechos humanos de las personas adultas mayores, respetando su participación y aporte al desarrollo del Estado Boliviano.
Finalmente, la Defensoría del Pueblo, reafirma su voluntad incólume de luchar por la vigencia, promoción, difusión y cumplimiento de los derechos humanos de las personas adultas mayores, en aras de lograr una sociedad más justa y equitativa.
Por una vejez digna, el cariño y respeto a nuestras personas adultas mayores.
Defensoría del Pueblo
30 de septiembre de 2017.
http://www.defensoria.gob.bo/sp/noticias_proc.asp?Seleccion=3209