LECTURA ABIERTA DEL TEXTO
"LA PASTORAL DE ADULTOS MAYORES: UNA REALIDAD NECESARIA"
1. Elizabeth Zúñiga y José Antonio Hernández Ugalde, entregan un aporte significativo a la reflexión de la presencia, quehacer pastoral y ser del adulto mayor en la Iglesia, para ir construyendo la Iglesia que se quiere con una mirada integral-generacional. Es una proposición de "piedras vivas" que nos viene de México.
2. Su particularidad es que está escrita/vivida desde la perspectiva de un movimiento apostólico como VIDA ASCENDENTE, que responde a una metodología, pedagogía y espiritualidad propia, lo que motivará a que otros espacios eclesiales-laicales también aporten su mirada particular, para enriquecer una experiencia emergente que se organiza y estructura pastoralmente en un horizonte de Pastoral Orgánica.
3. El texto es un manual didáctico y muy operativo, que permite ser una base-referente desde el cual reflexionemos y hagamos propuestas y demos otras, respuestas como búsquedas para asumir estas realidades eclesiales, socio-económicas, culturales, laborales, etc., que nos están interpelando desde cada una de nuestras patrias ya desde la vivencia cotidiana del ciudadano-cristiano en la parroquia, diócesis, en la población-barrio, ciudad, etc.
4. Los capítulos nos abren hacia la pregunta por nuestras estructuras y prácticas pastorales en las parroquias y diócesis, acerca de la forma como los adultos mayores hoy se organizan y participan para ser Iglesia Viviente.
Nos orienta para descubrir la riqueza de la DIAKONIA en el mundo de los mayores, que desde la diversidad de carismas enriquece la vida y hacer comunitario posibilitando que otros "beban de su pozo".
4.1 Es conveniente realizar una lectura abierta, desde los ejes pastorales de la Comunión y Participación, no sólo eclesial, sino que también en lo social, económico, político, cultural, laboral, etc., que nos permitan un diagnóstico de la presencia del A.M., de su presencia, misión y vocación en la Iglesia y Sociedad.
Esta aproximación implica un preguntarse sobre el estado actual para buscar en comunión y participación, respuestas para una nueva evangelización, propuestas nuevas para un desafío emergente en la Iglesia y la Sociedad.4.2. La referencia al dato estadístico, nos induce a valorar la importancia cuantitativa, creciente, que debe reconocerse en lo cualitativo de lo social, político, económico, cultural, laboral, religioso del A.M., que refrenda la urgencia por una preocupación real de la situación de dignidad a que están llamados por derecho y deber de todo A.M: persona y ciudadano, además nos muestra una perspectiva que debe ser considerada.. Pronto se constituirán en un "espacio de poder" y que tendrá una ingerencia sustantiva en la vida social de nuestras sociedades e iglesias, cuanto más, cuando se considere la lectura de género en donde la nota predominante es lo femenino. Esta constatación de la realidad nos conducirá a una re-lectura de nuestras prácticas pastorales. Nos exigirá un "conocer" nuevas realidades –ya presentes- en la base misma, que pueden constituirse en necesidades temáticas que deben ser abordadas y que nos iluminarán hacia nuevas líneas programáticas.
El reconocer la realidad de vida en-con-por la fe de los AA.MM. son una exigencia solicitada para que esté presente en los contenidos de la catequesis, de las misiones, de las c.e.b., en la pastoral familiar y los encuentros matrimoniales, en la pastoral de la salud y liturgia, etc., es decir, debe haber una mirada articulada para una pastoral orgánica.4.3. Desde una visión de participación en la vida ciudadana, debe considerarse el aporte del pensar sobre los espacios urbanos y públicos que pueden aportar, con una reformulación de los mismos y hacer ciudad con presencia amigable para el A.M. Se debe considerar también su perspectiva en la programación y proyección en las políticas sociales, económicas, culturales, laborales, recreativas, etc., de no ser tomados en cuenta, de no ser animados a proponer estaríamos fomentando una devaluación de las capacidades, de sus profesiones, de sus experiencias y sabiduría ,marginándolos, llevándolos a una exclusión casi programada que es inaceptable para la inteligencia ,para el cristiano-ciudadano, por cuanto la participación en los ámbitos de la vida ciudadana constituyen para el cristiano una exigencia de la dimensión social de la fe y de su ser ético-ciudadano para el bien común.
4.4. La distinción de la pluralidad cultural y multidiversidad de formas en el arte de vivir en el mundo urbano como rural, en la serranía como la costa, etc., con sus características sociales, económicas, religiosas y culturales, etc., son un desafío en la evangelización y orientación de vida enmarcada en una globalización cultural, social, económica, etc. con una postmodernidad deshumanizante y desacralizada que deja al adulto mayor en una situación de burbuja y que requiere de un acompañamiento con respeto y acogida, en dialogo de mas escucha y que debemos considerar a la hora de las formulaciones y propuestas pastorales y políticas para la vida.
4.5 Sin embargo, la realidad de pobreza, marginación y exclusión social, laboral, económica, etc., del A.M. debe ser un tema sustantivo para la Iglesia y Sociedad. En nuestra actitud diaria como conductas se están internalizando criterios, hoy dominantes, de considerar la naturaleza humana desde una perspectiva de "utilidad para.". En todas nuestras acciones como propuestas pastorales debemos integrar y abordar la temática con una reflexión pedagógica, con una metodología que nos conduzca a una pastoral que acompañe, oriente y se coordine con otros espacios sociales para ser efectivo en los procesos de dignificación y promoción humana de una vida plena del A.M.
Esta tarea es propia a la misión profética de la Iglesia. Es necesario formular criterios para una lectura de la calidad de vida del adulto mayor desde un horizonte de fe.
5.El texto nos permite preguntarnos sobre el rol y la función como misión del A.M. y sus organizaciones, hoy, en la sociedad , como personas y ciudadanos, por lo tanto, es para todos un deber de inteligencia como ética el socializar los ACUERDOS DE LA SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE ENVEJECIMIENTO, Madrid 2002, y sus reflexiones posteriores en su aplicabilidad regional de América Latina y el Caribe, con la perspectiva que ésta globalidad debe aterrizarse en una práctica ciudadana local, que es nuestro lugar de conocimiento. De ahí la importancia para la pastoral el saber de las políticas nacionales, regionales, comunales, municipales sobre el tema A.M.
5.1 La Pastoral del A.M., en sus movimientos, organizaciones comunitarias, federaciones, clubes, etc., debe interrogarse y considerar como referente doctrinal de su quehacer los deberes y derechos del A.M. como ciudadanos, para que asuman su protagonismo histórico y se constituyan en un referente obligado para las políticas gubernamentales en esta materia y así sean al fin signo de cambio de la realidad de vida en su sociedad, haciendo presente los signos del Reino.
6. "La Pastoral de Adultos Mayores: una realidad necesaria" debe animarnos a compartir la riqueza de la Iglesia en la diversidad de experiencias pastorales existentes como propuestas que son signo de una Iglesia Viviente que hace suya todas las edades del hombre y la mujer, devolviéndonos la centralidad en la persona como el altar más sagrado del Padre.
LEERLO, reformularlo, complementarlo, considerarlo según las propias realidades como experiencias diocesanas y locales, es un camino, abramos otros más para una misma meta.
Luis Gustavo González P.
Colaborador RLG
Antofagasta de Chile, Abril de 2005.-
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