El Municipio de Pedro Moncayo (al nororiente de Pichincha) y el colectivo ciudadano Palabra Mayor iniciaron un proyecto de reinserción laboral de personas de la tercera edad, a través de la valoración de sus conocimientos.
Uno de los puntos de ejecución es la comunidad Cochasquí, que hace décadas era una hacienda de gran extensión. Julián de la Cruz (77 años), uno de los participantes, todavía recuerda cuando pastaba borregos por la zona y en las noches, los guardaba en un corral.
En una choza, bajo la luz de la luna, tocaba su flauta de carrizo. “Ahí pasaba, boca arriba, viendo el cielo, tocando”, dice Julián mientras recuerda que este tradicional instrumento lo ha acompañado desde su infancia.
Este adulto mayor es una fuente de conocimientos e historias. Recuerda que décadas atrás la comunidad estaba conformada por 35 personas agrupadas en torno a huasipungos. Estos eran pedazos de tierra que cada campesino recibía para su subsistencia. A cambio, debía trabajar sin sueldo en la hacienda.
Julián comenta que el trabajo era duro en aquellos años. Cuando había luna llena y las noches eran claras, todos debían laborar desde las 05:00. Las tareas comunes eran la siembra y el deshierbado. “Ahí los de la hacienda solo andaban montados en caballos y si un peón llegaba tarde, por decir a las 06:00, le ‘jueteaban’ y le ordenaban que regresara a su casa. Y si de porfiado no se iba, trabajaba sin paga” cuenta Julián.
Sus conocimientos musicales, artesanales y el bagaje de vida que lleva sobre sus espaldas hicieron que Julián de la Cruz fuera elegido por su comunidad para que enseñara a niños y jóvenes cómo construir y tocar la flauta de carrizo, instrumento que ha sido su fiel compañero a lo largo de su vida.
El objetivo general del Proyecto Maestro Mayor es no permitir que la compilación de conocimientos de ese tipo se pierda con el tiempo.
La propuesta busca la revaloración del adulto mayor, visto este como quien más sabe en la comunidad, gracias a los conocimientos que ha heredado y adquirido.
Además, crea espacios de aprendizaje de esos saberes ancestrales para personas de todas las edades con el fin de que diferentes oficios sean conservados y preservar, de esa manera, la identidad de las comunidades y el país.
“Se observó que gran parte de los conocimientos de los adultos mayores y antepasados se están perdiendo porque la memoria de estas actividades siempre ha sido oral. El objetivo del proyecto es que todos estos saberes sean transmitidos de generación a generación”, asegura Luis Chontasi, director de Gestión Social del Municipio del cantón Pedro Moncayo.
Precisamente uno de los primeros saberes que se están rescatando es la elaboración y uso de la flauta de carrizo, considerada un instrumento tradicional de la zona.
La flauta de carrizo es utilizada, sobre todo, en las fiestas de San Pedro, que se celebran en la comunidad el 29 de junio. Los músicos que la tocan lo hacen gracias a su buen oído y a su experiencia. Y es que para que la flauta de carrizo suene no hacen falta partituras, sino que todo depende de la práctica.
Los niños aprenden la elaboración desde la recolección del material y, con la guía de Julián, hacen los agujeros de la flauta con un pequeño cuchillo. Los menores son los más entusiasmados en aprender. Con esfuerzo, atinan a colocar sus pequeños dedos en los orificios y soplan aún sin la fuerza que el instrumento requiere para sonar.
Para este ‘Maestro Mayor’ es un esfuerzo lidiar con los menores que son inquietos. Sin embargo, dice que está contento de impartir estos talleres porque, además de compartir sus conocimientos, recibe un apoyo económico.
Esto porque además de preservar conocimientos ancestrales, el proyecto busca reinsertar al adulto mayor al mundo laboral, aunque sea temporalmente. Está previsto que los talleres duren 6 meses con 5 horas de clases por semana.
La remuneración para los instructores de la tercera edad, por cada hora, es de $ 10, que al final del proyecto suman $ 1.200. El pago se realizará, a elección del ‘Maestro Mayor’, en efectivo o en herramientas para un negocio por un monto equivalente.
Está previsto que el proyecto se aplique en las comunidades de Malchinguí, Luis Freire y la cabecera cantonal (Tabacundo). El fin es que todos los adultos mayores puedan participar y que tengan acceso a este ingreso económico extra.
Chontasi comenta que cuando un adulto mayor muere, también muere parte de la identidad de un pueblo, si es que las nuevas generaciones no asumen un proceso participativo. “Maestro Mayor es una experiencia única en el país, considerando que este tipo de proyectos sociales no son asumidos por algunas instituciones como los Municipios”, agrega.
Orlando Hidalgo, presidente de la comunidad de Cochasquí, asegura que esta es una comunidad olvidada, dedicada a la agricultura de manera rudimentaria. Es así que aceptaron el proyecto para rescatar algunas tradiciones.
Julián es uno de los pocos músicos de instrumentos tradicionales que quedan en la comunidad. Otros adultos mayores ya han sido seleccionados para que impartan talleres de medicina ancestral, elaboración de bombos y artesanías.
DATOS
El cantón Pedro Moncayo tiene alrededor de 34 mil habitantes, de los cuales el 70% están ubicados en la zona rural. Se dedica principalmente a la agricultura.
La comunidad de Cochasquí fue legalmente constituida en 1976. Allí viven 74 comuneros con sus familias, de los cuales 20 pasan de los 65 años. La mayoría de los jóvenes han emigrado del lugar.
El envejecimiento en Ecuador tiene rostro de mujer debido a que el 51% de personas mayores de 60 años son mujeres. En Pedro Moncayo se estima que existen 2.300 personas mayores de 65 años.
Convertir al Cantón Pedro Moncayo en ejemplo de inclusión, participación, reinserción laboral, empoderamiento ciudadano con las personas adultas mayores y ejemplo de integración intergeneracional es el principal objetivo del proyecto Maestro Mayor. Además busca que los programas relacionados al envejecimiento y la vejez sean transversales en las acciones de los gobiernos locales.
Fuente: El Telégrafo – 7/6/2015.
http://www.telegrafo.com.ec/noticias/quito/item/un-proyecto-vuelve-realidad-la-reinsercion-laboral-de-los-ancianos-en-pichincha.html