La protesta de los pensionados y jubilados ecuatorianos, acaecida a mediados del año 2004, creó un hecho social que introdujo relaciones novedosas a nivel de la capacidad de organización de los adultos mayores. Pues, si bien la demanda por mejoramiento de pensiones y jubilaciones es una aspiración históricamente presente en la agenda social, en el caso ecuatoriano, ésta logró unificar la diversidad de intereses de los adultos mayores lo que les permitió actuar como una fuerza organizada con capacidad de despertar la admiración y solidaridad de otros grupos y organizaciones sociales, a la vez de dar pasos para avanzar en la obtención de las mejoras planteadas.
Sabido es que las necesidades, aspiraciones y situaciones de vida de los adultos mayores son muy diversas y que aquello hace difícil condensar en una organización y fuerza común la amplia gama de intereses. Desde esa perspectiva valoramos la capacidad desarrollada por los adultos mayores para sortear esas dificultades y lograr expresarse como fuerza organizada con capacidad de incidir en el mejoramiento de sus condiciones de vida. Sin embargo, aquello también parece reflejar los niveles críticos en los déficit de seguridad social que estaría en la base del carácter masivo de las movilizaciones así como de la radicalidad alcanzada en las formas de protesta. (Ver Nota Editor)
En un contexto regional de baja cobertura de la seguridad social es probable pensar que las demandas y movilizaciones de los adultos mayores irán en legítimo aumento, por lo que se debieran multiplicar los esfuerzos para incluir los temas de la seguridad social en las agendas de las mesas de diálogo de las redes locales y nacionales existentes. Desde la perspectiva de la RLG hemos planteado en más de una ocasión, nuestra postura acerca de la necesidad de garantizar una pensión básica para todos los adultos mayores, puesto que está demostrado que la inseguridad económica aumenta la vulnerabilidad social de los adultos mayores.
1 de Febrero de 2005.-
Ximena Romero – Coordinadora RLG
Christel Wasiek – Asesora de la RLG
Nota Editor: La protesta se desarrolló a nivel nacional (Quito, Guayaquil, Portoviejo, Ambato) y se prolongó por 38 días. Durante 15 días jubilados y pensionados sostuvieron una huelga de hambre frente a las dependencias del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Si bien no relacionado directamente con la huelga de hambre, pero sí con la crudeza de las condiciones de la protesta, fallecieron 18 adultos mayores. La movilización concluyó cuando el Congreso Nacional ratificó el incremento de las jubilaciones y pensiones con parte del presupuesto del Fondo Social. (Fuente: ALER: 23.06.04 y Adital: 28.07.04). El 13 de enero de 2005, alrededor de 300 jubilados marcharon nuevamente frente al Palacio de Gobierno reclamando el aumento de pensiones y jubilaciones. (El Telégrafo, 13.01.05)