Estudios demográficos sobre la población chilena nos entregan una buena noticia. Si comparamos a un niño que nació en este país el año 2010 con un adulto nacido aquí en 1970, el niño tiene una expectativa de vivir 15 años más que el adulto nacido 40 años antes. Este hecho se debe a la dramática mejoría que se ha logrado en el sistema de salud pública y que se refleja en el hecho que las expectativas de vida de los chilenos ahora son levemente mejores que los que nacen en Estados Unidos.
La estructura poblacional de Chile ha tenido también un drástico cambio debido a notables bajas en la fertilidad de las familias chilenas y al aumento de las expectativas de vida. Esto significa que este país esta envejeciendo y esto nos presenta tantos desafíos como oportunidades.
Este tema fue analizado en profundidad en dos talleres internacionales organizados conjuntamente por el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad y por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile entre los días 14 y 17 de Enero. En estos eventos que reunieron a expertos chilenos y a invitados de Norte América, Europa, Australia, Brasil y Argentina se discutieron las experiencias que se han recogido en diferentes regiones sobre los aspectos sociales, económicos, urbanísticos y de salud que son fuertemente impactados por el cambio demográfico.
Como conclusión de las deliberaciones de esos encuentros se puede mencionar que solo un plan integral y trandisciplinario, que incluya todos esos aspectos y también el de una educación que dure toda la vida, podría evitar los muy negativos efectos de esta alteración poblacional. Sin duda que ese plan tiene que incluir un componente de un tratamiento médico efectivo para abordar el impacto de una población envejecida.
El envejecimiento es el mayor factor de riesgo para un amplio rango de enfermedades crónicas que incluyen al cáncer, la diabetes, obesidad, la demencia y patologías cardiovasculares que en su conjunto contribuyen al grueso de la carga de enfermedades en Chile y en la mayoría de los países avanzados. Por esa razón un país capaz de mantener a sus adultos mayores con buena salud por más tiempo podría beneficiarse de la activa participación de este grupo etario en actividades que favorecen a toda la sociedad. Para lograr esa meta, Chile necesita montar una campaña para convencer a sus ciudadanos de los grandes beneficios de una vida sana en la que ellos se mantienen mental y físicamente activos y tienen una dieta saludable. Si no se logran esos cambios, el incremento de los números de adultos mayores nos permiten calcular que el año 2050 habrán en Chile 620.000 personas sufriendo la enfermedad de Alzheimer y enormes números de pacientes con cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad. Es necesario hacer un gran esfuerzo para evitar que se cumplan esas tan aterradoras predicciones.
Pero también en los talleres internacionales se presentaron resultados de investigaciones que demuestran esperanzadores avances en nuestro entendimiento del proceso biológico del envejecimiento lo que abriría oportunidades para acciones terapéuticas que podrían disminuir la velocidad de este proceso. Si esto se lograse sería factible alargar la vida saludable de los humanos, aumentando en varios años la vida productiva de todos los hombres y mujeres.
En este sentido, es notorio que Chile tiene muy pocos grupos dedicados a estudiar la biología del envejecimiento y también hay un enorme déficit de especialistas en geriatría ya que actualmente se están formando solo 3 de estos especialistas al año en todo el país. Está claro que se debe dar prioridad a los esfuerzos por aumentar los recursos humanos con capacidad en estos campos y también en el área de la investigación y tratamiento de las demencias que ocurren en la tercera edad. El apoyo de centros internacionales en la formación de especialistas en estas disciplinas será indispensable.
Sin embargo, un plan integral que le permita a Chile enfrentar los grandes desafíos de la nueva estructura poblacional en las próximas décadas no puede limitarse a los aspectos de la salud y a la investigación biológica. Ese plan debiera también incluir una planificación de viviendas y desarrollo urbano que permita a los ciudadanos mayores estar expuestos a menos accidentes, a movilizarse con facilidad y a disfrutar de una activa vida social.
El envejecimiento poblacional también puede resultar en la exclusión social de los adultos mayores y en vidas llenas de solitud.
Para combatir esto las sociedades deben generar mecanismos y actividades de integración intergeneracionales y de solidaridad.
También debiera incluir esquemas de seguros de salud que permita el acceso a tratamientos y prevención de buena calidad a costos razonables. De la misma manera en el aspecto económico está muy claro que será necesario modificar el sistema de pensiones para adaptarse a la nueva realidad de la expectativa de vida mucho más larga. Esto igualmente significa modificar el mercado laboral para permitir el empleo de las personas mayores y montar un sistema para capacitar a estas personas en las nuevas tecnologías que están aceleradamente revolucionando toda la actividad humana. La educación continua debe estar disponible para todas las edades pues nunca se está muy viejo para aprender algo nuevo.
Está claro que para enfrentar el desafío del envejecimiento de su población será necesario que toda la sociedad chilena y muy especialmente sus líderes políticos e intelectuales se comprometan en el diseño e implementación de un plan integral que enfrente los múltiples impactos y aproveche también las numerosas oportunidades que este cambio demográfico ofrecerá.
Chile es ahora uno de los dos países más envejecidos de América Latina. Si se toma la decisión de actuar ahora, este país surgirá igualmente como líder de la región en uno de los más relevantes temas globales del siglo XXI.
Todos los chilenos tienen ahora padres o abuelos envejecidos y tarde o temprano también ellos y ellas deberán encarar su propio envejecimiento. Todos merecemos envejecer con dignidad y hacerlo con una salud que permita gozar lo mejor de nuestras vidas. Los adultos mayores con buena salud debieran convertirse en un componente importante de nuestra cultura. Por eso es que Chile, debe hacer un gran esfuerzo ahora para lograr que un número siempre creciente de adultos mayores puedan vivir vidas saludables, felices y productivas.
Dr. Brian Kennedy, Presidente y Director del Buck Institute for Research in Aging, Novato, California, USA.
Dr. Jorge E. Allende - Director de Relaciones Internacionales de la Facultad de Medicina U. de Chile, miembro del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad y Premio Nacional de Ciencias Naturales.
Fuente: Universidad de Chile – 19/3/2013.
http://www.uchile.cl/noticias/89452/dr-jorge-allende-y-dr-brian-kennedy-el-desafio-del-envejecimiento