En Centroamérica, los servicios de seguridad social apenas cubren a 30% de la población con importantes diferencias de cobertura entre países, y se prevé que para el 2025 cuente con 3.790.000 personas mayores de 65 años, 1.560.482 más que en la actualidad.
Las sociedades centroamericanas experimentan una transición demográfica que implica un envejecimiento paulatino de la población con impactos importantes sobre la seguridad social, particularmente los servicios de salud y los sistemas de pensiones.
Según la última actualización realizada por el IV Informe Estado de la Región (2011), con base en datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2009) se constata una caída en la población joven menor de 15 años y un aumento en el grupo de personas adultas mayores.
En el cálculo del índice de envejecimiento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en Centroamérica se observan dos patrones distintos. En Costa Rica, Panamá y El Salvador este indicador está aumentando y lo hará aun más rápido en el futuro. Para el 2025, en Costa Rica y Panamá habrá más de cuarenta personas de 65 años por cada cien personas menores de 15 años.
La población mayor de 65 y más años es la del grupo de mayor crecimiento en la región. De acuerdo con el Cuarto Informe Estado de la Región (2011), en todos los países centroamericanos, excepto en El Salvador y Belice, se prevé que este grupo de edad crezca a una tasa promedio del 20% cada 5 años.
Para Alberto Mora, coordinador del programa Estado de la Región, “los cambios en la estructura de edades de la población plantea serios desafíos para las políticas públicas, particularmente en lo relacionado con la prestación de servicios sociales y las posibilidades de crecimiento económico futuro”.
“El perfil de morbilidad de la población y las necesidades de servicios de la población adulta mayor supone una considerable carga para los sistemas de salud pública y previsión social en los países centroamericanos” señaló Mora.
Baja cobertura de los servicios de salud y pensiones
En Nicaragua, Honduras, Guatemala y Belice, la cobertura de servicios de salud es menos del 25%, a excepción de Costa Rica y Panamá que cubre a un 88,8% y 77,4% de la población, respectivamente. La cobertura de los regímenes contributivos de pensiones es aún menor.
Un indicador para analizar y proyectar la demanda de servicios del sistema de seguridad social es la estimación de la brecha entre la esperanza de vida al nacer y la esperanza de vida sana.
En la mayoría de las naciones centroamericanas este indicador sugiere que la población se enfermará entre los 60 y los 64 años y, en promedio, vivirá con mala salud durante nueve años. En Costa Rica y El Salvador esta brecha es aún mayor: diez y once años, respectivamente, lo que implica un aumento en los costos de atención y cuido.
Agrega el informe, que la escasa cobertura de los sistemas contributivos y no contributivos de pensiones supone que la población adulta mayor enfrentará también serias dificultades para contar con los ingresos suficientes para la satisfacción de sus necesidades básicas.
Fuente: El País.cr – San José 3/7/2012.
http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/1/69504
Nota RLG. Ver informe en siguiente enlace:
http://www.estadonacion.or.cr/index.php/biblioteca-virtual/centroamerica