Ā«Tenemos que inventar una nueva forma de vivir la vejezĀ»

Jueves, 15 de Diciembre de 2011

Canal: Recortes de prensa

La escritora donostiarra Arantxa Urretabizkaia publica 'Las tres Marías', traducción al castellano de su novela sobre tres 'viejas' que no quieren vivir mirando al pasado.

Arantxa Urretabizkaia (San Sebastián, 1947) escribe mucho pero, como no puede dedicar a la literatura todo el tiempo que quisiera, ha espaciado mucho sus cuatro novelas. Entre 'Zergatik Panpox' (1979) y '3 Mariak' (2010), además de 'Saturno' (1987) y 'Koaderno gorria' (1998), han transcurrido 31 años. La joven madre protagonista de la primera ha dado paso en la última a tres ancianas que rompen moldes: Txuri, Gorri y Handi. En euskera, '3 Mariak' ha cumplido un año con reconocimientos como el Premio Nacional de la Crítica o la condición de finalista en los premios Euskadi. Ahora llega 'Las tres Marías', la versión en castellano de la historia de tres amigas de la infancia que se reencuentran, o casi, en la vejez.

-«Eres demasiado mayor para empezar una nueva vida», le dice su hijo a una de las protagonistas. ¿La novela es un intento de desmentir esa idea tan extendida?
- Creo que respecto a la vejez tiramos demasiado de frases hechas y de experiencias anteriores que no están demasiado adecuadas a la vida de ahora. Generalizamos mucho, sin tener en cuenta que no todos hacemos las cosas de la misma manera y que no podemos echar a los años la culpa de todo. Creo que esa es la idea que está detrás de la novela.

-Sus protagonistas optan por vivir la vejez de una forma poco convencional. ¿Es la vejez que le gustaría vivir a usted?
-La vejez que me gustaría vivir es una mezcla de la vejez de las tres protagonistas, en dosis distintas. En todo caso, puede que la ficción me haya ayudado a aclarar las ideas, porque la forma tradicional de envejecer prácticamente ha desaparecido, y todavía no hemos inventado una nueva.

-De momento, de la vejez se habla sobre todo en términos de problema asistencial.
-Esa palabra, 'asistencial', es la clave. La parte asistencial es muy importante, porque las pegas físicas existen y es necesario afrontarlas. Pero, ¿la ideología dónde está? Lo que nos hace falta es ideología sobre la vejez, no solo aparatos y servicios sociales. La asistencia está bien, pero hay que generar ideología sobre la forma de vivir la vejez. Llegar a los cien años es algo que está a punto de dejar de ser una excepción...

-¿No deberían tener los mayores un papel más activo a la hora de generar esa ideología que reclama?
-Yo confío en que los de mi generación, en la medida en que ya estamos llegando al momento de la vejez oficial, sepamos aplicar a ese último tramo de la vida lo que hemos aplicado en los tramos anteriores. Entre otras cosas, porque es nuestra generación la que inventó eso de que la cumbre de la vida está en la juventud, y no en la madurez, como se decía entonces. Ahora nos toca a nosotros demostrar que en la vejez no solo hay decadencia.

-¿También la literatura debería empezar a desterrar los estereotipos sobre la vejez?
-Últimamente se ha tratado bastante el tema pero, tal vez porque las aportaciones las han hecho jóvenes, siguen dando por supuesto que lo que uno tiene que hacer cuando envejece es recordar -su vida, una culpa, la felicidad pasada...-, como si a partir de una edad solo te quedara digerir lo vivido y no pudieras tener proyectos de futuro.

-No es precisamente eso lo que les ocurre a las tres Marías...
-No, ellas no viven mirando hacia atrás. Tienen memoria, pero también tienen proyectos.

-¿Qué le gustaría tener de Gorri?
-El empuje y el entusiasmo.

-¿De Txuri?
-El aplomo y la claridad de ideas.

-¿Y de Handi?
-La capacidad de mantenerse firme en su opinión, aunque no sea la acertada. Bueno, y el dinero...

-Las tres son bastante mayores que usted. ¿Son la avanzadilla de esa nueva forma de vivir la vejez?
-Seguramente, pero si miras alrededor y buscas con interés, algo que yo hago desde hace tiempo y no sólo en lo que respecta a la vejez, ya hay muchas personas que son así. Vengo de clase de gimnasia, y mi monitora tiene 81 años.

-¿Qué son las tres Marías? ¿Ancianas, señoras mayores, viejas?
-Viejas. Son viejas, no hay nada malo en serlo. Lo que ocurre es que hoy en día no se puede ser viejo. Esta sociedad odia la vejez y la esconde incluso con las palabras. Me parece triste que a mucha gente lo que más le guste oir, aunque sepa que es mentira, es que no aparenta los años que tiene.

-Con '3 Mariak' ha pasado por muchos grupos de lectura. ¿Le han descubierto los lectores algo nuevo sobre su novela?
-En los grupos de lectura que, por cierto, son lo mejor que les ha pasado a las letras vascas durante lustros, he ratificado mi impresión de que la reflexión sobre la vejez es necesaria. Y, dos, me he visto obligada a repetir tropecientas veces que este no es un libro de autoayuda... Las lectoras, porque las mujeres ganan por clarísima mayoría en esos grupos, encontraban enseguida en el libro referencias a su propia vida, a su entorno.

-Ha dicho que este es el libro más alegre que ha escrito.
-Sí. Aunque generalmente me dicen que escribo cosas tristes, este libro me ha salido alegre. No sé ni cómo ni por qué, pero así ha sido.

Fuente: Diario Vasco – 2/12/2011.
http://www.diariovasco.com/v/20111202/cultura/tenemos-inventar-nueva-forma-20111202.html