Washington, D.C., 27 de enero de 2004 (OPS)-La población de adultos mayores en las Américas aumentará un 138%, de 42 millones a 100 millones para 2025, de acuerdo a un nuevo informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Pero este crecimiento puede ocurrir al costo de la salud de la región, indica el Informe sobre el Estado del Envejecimiento y la Salud en América Latina y el Caribe, preparado conjuntamente por la OPS y el Instituto Merck para el Envejecimiento y la Salud (MIAH).
El trabajo -el primero en su área- fue lanzado hoy en la sede de la OPS ante expertos y medios periodísticos."Para enfrentar el fenómeno del envejecimiento debemos trabajar sobre tres ejes, un plan concreto, recursos y acciones políticas, para darle funcionalidad a los años de vida ganados. Este es un fuerte llamado de acción para mejorar la salud de las personas", dijo el Dr. Joxel García, director adjunto de la OPS.
La información destaca que el aumento de la población adulta mayor en Latinoamérica y el Caribe se remonta, al menos en parte, a los descubrimientos revolucionarios en medicina y en salud pública, especialmente la reducción de la mortalidad infantil, que comenzó después de 1930, y no a las mejoras en los estándares generales de vida.Por lo tanto, las personas adultas mayores de la región han estado expuestas a desnutrición y a más enfermedades en una etapa más temprana de la vida, a diferencia de lo que ocurre en las sociedades industrializadas que fueron testigo de un aumento estable del estándar de vida. "Se cree que tal exposición puede tener efectos fisiológicos duraderos que pueden afectar considerablemente el estado de salud de los adultos", asegura el informe.
Además, según destacó la Dra. Jane Delgado, de la National Alliance for Hispanic Health, "todavía se tiene la visión antigua de la familia latina que vive unida, pero el envejecimiento es diferente ahora. Por eso hay que trabajar también dentro de las casas, en las comunidades".
También presente en el lanzamiento, la Dra. Patricia Barry, directora ejecutiva del MIAH, dijo que "este informe analiza cuestiones de salud mental, programas de salud comunitaria y enfermedades crónicas. Las personas mayores tienen enfermedades más complejas. Tienen distintas necesidades médicas que las personas jóvenes y plantean desafíos específicos para la atención de la salud. Por eso es que necesitan atención adecuada para prevenir enfermedades, promover su independencia y mejorar su calidad de vida".
En la introducción del informe, la Dra. Mirta Roses Periago, directora de la OPS, dice que "deseamos que este informe actúe como catalizador de las mejoras y avances en los cuidados geriátricos, y que también ayude a fomentar la cooperación interamericana, mientras trabajamos en conjunto para lograr nuestro objetivo en común de brindar una mejor calidad de vida a nuestros ciudadanos".De acuerdo al reporte, para 2025, en cada país de la región, al menos, el 10% de la población tendrá 60 años o más.
El informe de la OPS y del MIAH llama a la acción inmediata para enfrentar el desafío del envejecimiento en la región. Si el tiempo pasa, los costos para la salud de los adultos mayores y para las economías de los países será cada vez más alto.Esta conciencia sobre el impacto económico, según García, es importante en los Estados Unidos por la creciente comunidad latina - "es el cuarto país más extenso de Latinoamérica", dijo. Y agregó que es fundamental que las mejores prácticas del sur se reproduzcan al norte de la frontera.
La lista de cambios necesarios para garantizar la calidad de vida de los adultos mayores es extensa. "Muchas personas que migraron del Caribe, cuando se retiran, regresan a sus países y envejecen sin ningún tipo de cobertura social", destacó la Dra. Carissa Etienne, subdirectora de la OPS, analizando otro ángulo del problema.Por su parte, la Dra. Martha Peláez, asesora regional de la OPS en envejecimiento y salud, observó que "hay que enfocar a las enfermedades crónicas, el acceso a los servicios de salud y a construir mayor capacidad, formando a todas las personas que trabajan en el sector salud para que tengan conocimientos de geriatría".
Para garantizar que las personas mayores de Latinoamérica y el Caribe sobrevivan y estén cada día mejor, y que el ciclo de salud aumente con el ciclo de vida, la OPS y el Instituto Merck para el Envejecimiento y la Salud proponen seis líneas de acción que los países pueden ir cumpliendo en forma escalonada:
1. Desarrollar pautas y procesos para monitorear el estado de salud de las personas mayores, e implementar un sistema de vigilancia., con el fin de recopilar información sobre este grupo poblacional.
2. Promover y financiar una agenda de investigación de la salud pública para identificar las amenazas a la salud de las personas mayores. El objetivo para 2010 es establecer 3 centros subregionales para el desarrollo de recursos humanos y redes de investigación para respaldar agendas de salud pública relacionadas con envejecimiento.
3. Promover comportamientos y entornos saludables para las personas mayores.
4. Desarrollar un marco regulatorio para proteger los derechos de las personas mayores en entornos de cuidados a largo plazo.
5. Definir normas adecuadas para los servicios de salud geriátrica; controlar y evaluar el acceso de las personas mayores a los servicios de salud necesarios.
6. Desarrollar un plan nacional para capacitar en geriatría al personal en atención primaria de salud, y brindarle a todo el personal de salud cierto grado de educación y capacitación en geriatría.
La OPS fue establecida en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud y trabaja con los países para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes.