Algunas Reflexiones Sobre Gerontología, Educación Y Profesionalización

Jueves, 01 de Abril de 2004

Canal: Envejecimiento y vejez

La autora de este artículo es Aura Marlene Márquez Herrera(*) y está fechado en Bogotá, 1998. Lo publicamos en la RLG como un aporte a la reflexión en torno a los desafíos que implica la formación profesional en el campo gerontológico en nuestra región. Agradecemos a Marlene Márquez por poner a disposición de la Rlg este trabajo que nos parece condensa elementos que invitan a una discusión necesaria.

Introducción

La reflexión inicial  sobre la Gerontología tiene que ver con su objeto de estudio y el de su campo de aplicación.  En este último caso, si su acción responde o no, a las necesidades planteadas por el proceso del envejecimiento, la vejez y la longevidad; o responde al envejecimiento poblacional, y está enmarcado en el contexto histórico, social, cultural y económico, o simplemente responde a los intereses de un mercado que se basa en la preocupación del mayor número de personas viejas para el siglo XXI, para crear en ellas  una subcultura  del consumo: la de consumo masificado de actividades de ocio -a la manera de Ferigla (1992)-, pero también la  del consumo masificado de servicios especializados de atención, y a su vez convertirles en el objeto para el consumo de otros.

Parecería que las instituciones educativas se han dado a la tarea de formar profesionales en el área, sin detenerse a reflexionar sobre sus fundamentos  científicos, como si éstos estuvieran claramente establecidos: "las disciplinas sociales son primero ciencias y luego profesiones  y todas acaban agotándose en las realidades de la demanda del mercado por conocimientos, habilidades y profesiones (Bejarano/1988).

Pensar en la Gerontología, desde la academia implicaría hacer varios interrogantes:

1) Es una ciencia que estudia el envejecimiento y la vejez y de ser así, ¿qué elementos permitirían su definición como tal, qué desarrollo debe tener y qué aportes científicos puede ofrecer? 2) Es por el contrario una disciplina en la que convergen todas las ciencias relacionadas con las dimensiones del ser humano.  Y entonces ¿cuál debería ser el punto de encuentro, teniendo en cuenta una perspectiva interdisciplinaria? 3) ¿Es el conjunto de una serie de normas y protocolos que facilitan la atención y el cuidado de las personas viejas para ayudarles a pasar "esa etapa de deterioro y decrepitud" que según algunos autores es inevitable, o para ayudar a la gente a morir más dignamente? 4) ¿Es una suerte de placebo para tratar de atenuar un problema, surgido en la segunda mitad del siglo, cómo resultado del enfrentamiento de los tan mencionados avances tecnológicos y médicos, con las cada vez más difíciles condiciones sociales, económicas, ambientales, políticas?

¿Cuántos interrogantes más se podrían enumerar en la lista interminable de posibilidades, resultante de la falta de claridad conceptual?   ¿Qué marcaría realmente la diferencia? 

Cotidianamente la pregunta se formularía en términos  que se pueden llamar elementales:   ¿Qué es la Gerontología?  y la respuesta iría en los mismos términos:  Del griego Gerontos: anciano y logos: conocimiento, es el estudio de las características del viejo o de la vejez.  Actualmente uno de los planteamientos generalizados es el del estudio de las características del envejecimiento a partir de la teoría de éste como proceso y del ciclo vital...  A su vez el estudio del envejecimiento es muy complejo porque implicaría estudiar todas las dimensiones del ser humano como persona individual y social y por lo tanto todas sus relaciones,  involucrando las disciplinas ubicadas en las ciencias humanas, sociales  y biológicas y no sólo algunas características específicas resultantes del estudio de circunstancias específicas o de comportamientos específicos.

Y como hablamos de personas, de seres humanos, no se puede olvidar que "la vejez no es una sola, las maneras de envejecer son tantas como diferentes personalidades hay" (Péruchon y Thomé-Renault).  A ésto cabría agregarle que hay tantos tipos de vejez como posibilidades se hayan tenido en la vida, como ambientes se hayan podido disfrutar o se hayan tenido que padecer, etc.

Lo cierto es que la cuestión del envejecimiento se ha convertido en una preocupación real a nivel mundial por el comportamiento demográfico -como en su momento lo fue la sociología o la antropología- y la vejez tiene mayor presencia en el mundo actual, y durante más largo tiempo.  Seguramente ésta es una de las razones por las cuales debe permitirse un espacio de investigación y conocimiento,  generador de una comunidad científica que avance hacia la posibilidad de un saber específico.    Por todo lo anterior, reflexionar alrededor de la gerontología su razón de ser y su aplicación es una tarea indispensable.

Ciencia o técnica ¿qué debe ser  la Gerontología?

La discusión sobre los fundamentos de la Gerontología puede llevarnos a ubicar el lugar que se le está dando a partir de la determinación de su objeto de estudio.

La primera consideración se plantea en términos de su quehacer: ¿Es la Gerontología una ciencia o por el contrario responde a una serie de características que la ubicarían en la categoría de técnica?

Habría que comenzar por diferenciar entre ciencia y técnica.  Para ello se pueden recoger algunas experiencias que se le parecen.  Tal es el caso de carreras como Trabajo Social, y Terapias.  La primera, nació en Latinoamerica a comienzos de siglo con la Escuela de María Carulla, y estaba orientaba hacia la asistencia; no gratuitamente llevaba dicho nombre: "asistencia social".  su fin era ayudar a los "pobres"  -grupo en el cual se encontraban los mendigos y los ancianos- tratando de atender los problemas que el mismo sistema creaba y que se reflejaban en la desigualdad social. Posteriormente pasó a ser una carrera técnica con el nombre de servicio Social y por último, carrera profesional -de cuatro años- y empezó a conocerse como Trabajo social. En los últimos tiempos algunas universidades han tramitado la ampliación del tiempo a cuatro años y medio o cinco años.  Su estructura curricular mantiene un eje y su objeto sigue siendo el mismo. 

En el caso de las terapias hablamos de un saber operativo, de técnicas de intervención para apoyar la atención médica,  con el fin de lograr el mayor grado posible de funcionalidad en el paciente.  La especialización de dichas formas de intervención ha llevado a que hoy se hable de cuatro carreras profesionales diferentes a saber: terapia ocupacional, física, respiratoria y fonoaudiología, pero su eje sigue siendo la morfofisiología, y la fisiopatología.  Su fundamento científico está indudablemente en las ciencias de la salud como el de Trabajo Social se encuentra en las ciencias sociales y del comportamiento.  Dicho en otros términos, las dos carecen de fundamentos científicos propios. Entonces se puede decir que son técnicas. 

Ahora bien: "la distinción entre ciencia y técnica es controversial, depende del enfoque... Una técnica (con sus aspectos teóricos y operativos que le son propios) se define por sus propósitos cuando de lo que se trata es de realizar acciones específicas, controladas y autolimitadas con un fin predeterminado.  Ejemplo: la aplicación de la medicina.  La conceptualización de la ciencia es mucho más compleja.  Se ocupa de la búsqueda de conocimiento y éste, está en constante desarrollo abierto en todas las direcciones". (Viniegra Velázquez/1991)

En el caso de la Gerontología, seguramente puede llegar a  ser las dos cosas.  Pero la realidad, es que la manera como ha sido enfocada, en nuestro medio, la ha llevado a constituirse en una disciplina basada en la aplicación de diferentes técnicas, especialmente relacionadas con las áreas médicas y paramédicas y con las ciencias del comportamiento.  De esto se deriva que la Gerontología se orienta desde un principio curativo y de rehabilitación.   Es decir sobre el sentido de patología.  Esto deriva en otra gran consideración alrededor del tema de interés:  la vejez como una enfermedad, o las enfermedades consideradas como propias, es decir que resultan del hecho mismo de vivir la etapa definida -arbitrariamente- a partir de los 60 años de edad, aún cuando se plantee en términos de la asociación, es decir, las de la altísima probabilidad, por el hecho mismo de haber llegado a la etapa de la vulnerabilidad, por edad ... 

La otra gran corriente plantea la vejez normal no patológica, pero en todo caso basada en el concepto de deterioro o declinación (lo que Ursula Lehr identifica como el modelo deficitario en psicología) y que se puede sintetizar en la afirmación del médico estadounidense Sherwin Nuland (de la Universidad de Yale):  "Mucha gente muere de vejez aunque yo mismo no haya tenido la osadía de escribirlo en ningún certificado de defunción"

Por su parte los Geriatras cubanos Juan Carlos Rocabruno Mederos - Oswaldo Prieto Ramos (1992) hablan de una ciencia multidisciplinar en la que incluyen: Ciencias Biomédicas, Ciencias Biológicas, ciencias sociales, ciencias jurídicas, ciencias políticas y otras como arquitectura, pedagogía e Ingeniería. Claro está, que en su libro destacan solamente la dimensión sociopsicológica en el primer capítulo, pues los restantes (diez) están dedicados a Geriatría.

De allí sale lo que se le plantea a la Gerontología como su razón de ser.  Jacques Laforets trata de responder al interrogante de: "en que consiste la Gerontología como disciplina científica multidisciplinar" pero no lo logra.  Por eso concluye:  "sin embargo la aproximación se da (una suerte de interdisciplinariedad) sobre todo en la práctica profesional.  En el estado actual de gerontología el desarrollo de los conocimientos y de la enseñanza se realiza, en función de la intervención tanto individual como colectiva.  No olvidemos que la gerontología sigue siendo un esfuerzo colectivo de reflexión para solucionar las nuevas situaciones creadas por el envejecimiento de la población".   ...En otras palabras una técnica.

¿Qué  constituye entonces el objeto de la gerontología?

"¿Cuándo empezamos realmente a envejecer?  ¿De verdad es tan importante este problema del envejecimiento?(Castañeda/1994) y a esta preocupación se une otra de las grandes preocupaciones de la Gerontología, es la de la longevidad o mayor esperanza de vida.

"A lo largo del tiempo la literatura ha acumulado innumerables ejemplos acerca del sentimiento humano de la brevedad de la vida y ... -sin embargo-  en biología, el humano es la segunda especie animal más longeva y la primera entre los mamíferos.  Una actitud más positiva ante el problema de la vida finita podría ser la de preguntarse acerca de la razones por las cuales vivimos tanto: cien años,  y no cinco... ¿por qué no estudiar los mecanismos de longevidad en lugar de los de envejecimiento? ...(Castañeda/1994)  En realidad habría que precisar que la probabilidad de vida es superior a los cien años, algunos autores plantean que ciento veinte, otros ya llegan hasta los ciento treinta años.

"Muchas han sido las propuestas para intentar explicar la correlación entre longevidad y complejidad del organismo:  desde las que implican estrategias evolutivas de crecimiento poblacional, velocidades de desarrollo o­ntogénico y necesidades de crianza, relaciones de pesos corporales y de órganos con longevidad y las velocidades de la vida y gasto de energía, hasta las capacidades de antioxidación y reparación del DNA. Un denominador común a todas ellas:  la teoría del uso y desgaste del sistema vivo" (Castañeda/1994)

Pero tanto las propuestas teóricas sobre longevidad, como las relacionadas con el envejecimiento, presentan el alto riesgo de ser vistas -o presentadas- como verdades absolutas, basadas en concepciones biológicas, a las que no se escapa la idea de la eterna juventud.  Y verdades absolutas o no, de toda suerte refieren sólo una parte del ser humano que es multidimensional y que como plantea Maturana "es constitutivamente social.  No existe lo humano fuera de lo social.  Lo genético no determina lo humano, sólo funda lo humanizable.  Para ser humano hay que crecer humano entre lo humano (1995).

En todo caso el objeto de estudio de la Gerontología parece ser la persona caracterizada como vieja, a partir de una serie de consideraciones que no son definitivas pero que parten de los supuestos de minusvalía, dependencia e improductividad.

La persona empieza un proceso impuesto de desvinculación en el transcurso de su edad adulta, en una edad cada vez más temprana, en la medida en que las políticas de fin de siglo le van cerrando cada vez más las puertas (en el empleo las edades límite van de los 30 a los 35 años:  el acceso a los puestos de trabajo, además de ser más restringido, depende de la mayor especialización la cual a su vez está determinada por más altas exigencias educativas).  Dicho proceso le lleva a sufrir una serie de desajustes de todo tipo en las diferentes esferas de su vida, los cuales posteriormente son "tratados" -en su vejez-  como enfermedades.

Lo anterior planteado sobre bases jurídicas, se traduce en que las personas empiezan a perder sus derechos en la edad adulta, y lo que es peor no sólo el disfrute de los mismos, sino también, la posibilidad de su autonomía, del libre desarrollo de su personalidad, de la capacidad de tomar decisiones.  Es decir, que es limitado en la posibilidad de obrar libremente.  Una vez vulnerada la identidad y pasado el umbral de los 60 años, se le ofrecen algunos espacios que otrora eran parte de sus derechos, en forma de programas especiales, focalizados, entendidos como políticas especiales para las poblaciones más pobres y vulnerables.  Las características de pobreza y vulnerabilidad son también definidas a partir de la propia dificultad de acceso a derechos fundamentales como la salud, el trabajo, etc. y sobre concepciones asistencialistas, pero sobre todo la de vulnerabilidad, sobre la base de los planteamientos biológicos de deterioro.

Dentro de este marco, indiscutiblemente las premisas de lo que debe ser el objeto de la gerontología, se ubican en lo que hoy es su principal paradigma y quehacer profesional:  la atención a la enfermedad, el "mantenimiento de las capacidades residuales" retardando el deterioro y buscando en lo posible  la rehabilitación.

La  Gerontología, preocupación vieja o ciencia nueva

"Hacia el segundo siglo de esta era se inventó el concepto de la piedra filosofal -probablemente acuñado por el sabio oriental Weipo-yang- que serviría para producir oro a partir del plomo y juventud eterna de la vida.  Estos pensamientos fueron tan importantes en el ámbito académico que en Europa produjeron una actividad de tipo profesional:   ...Oh esperanza de la alquimia, cómo arropas nuestras mentes y con qué promesa nos reconfortas!  Tener a nuestro comando un cuerpo  con salud inquebrantable, una mente vigorosa y tranquila, y ambos, preservados a lo largo de una edad avanzada siempre verde y resistente... (Gaudiis Alchemistarun/1737 Referido por Castañeda/1994).

Seguramente esta ha sido una de las grandes preocupaciones de la humanidad, grata respuesta a sus sueños de vida eterna con eterna juventud, pero lo cierto es que hasta la fecha, la razón de ser de la Gerontología, está en la inevitable identificación del fenómeno conocido como envejecimiento poblacional, y sobre la base de preocupaciones económicas relacionadas con el aumento de grupos humanos, no generadores de recursos pero si altamente demandantes de servicios.  ¿Qué hacer con estos grupos que representan un gasto alto para las economías de los países? (Márquez/1995) ¿Cómo plantear soluciones que minimicen obligaciones para los estados?  El planteamiento más reciente está dado en términos del compromiso de las comunidades, pero especialmente de las familias.  Son ellas, según los expertos, quienes no sólo están en la obligación -por lazos de sangre y afecto- de devolverles a sus ancianos "lo que ellos les han dado", sino también, quienes poseen la mayor capacidad y posibilidad (Banco Mundial/1994).

Lo anterior complementa la atención de las enfermedades con la necesidad de desarrollar procesos educativos de: cómo se caracteriza la vejez, cómo se debe cuidar dicha vejez, y como debe ser protegida por la organización familiar.  Se plantea entonces, la necesidad de formar a los "cuidadores" de los ancianos  -entíendase ésto, en muchos casos, como cursos para enseñar a hacer minuválidos- así como también, programas de lo que denominan cómo "ocupación del tiempo libre" que no son otra cosa que manejo del tiempo ocupado de los demás, es decir de sus cuidadores (Márquez/1994).  Y también se crean programas alternos como las instituciones cerradas, o los hogares sustitutos, o los centros de día, etc.

El marco general dentro de nuestros sistemas económicos es el mercado y sus relaciones de oferta y demanda.  Por ello también se crea la necesidad de instituciones donde se ofrecen alternativas para la eterna juventud o para retardar el inevitable proceso de deterioro.  El ejemplo más reciente lo constituyen terapias con testosterona y otras hormonas (DHEA, melatonina, hormona del crecimiento humano), promovidas por prominentes médicos estadounidenses, con la promesa de la eterna juventud y virilidad para los hombres de mediana edad (viagra).  El eslogan es por supuesto "envejecer no es un acontecimiento normal en la vida sino una enfermedad".

En síntesis, el modelo biológico, con énfasis en los aspectos fisiológicos, bioquímicos y moleculares del organismo, sigue primando sobre los aspectos psicológicos, sociales, históricos, ambientales, del ser humano y sobre la importancia de diferenciar contextos.

Indudablemente todo esto requiere, cada día más, de la formación de personas que se especialicen en el manejo de las técnicas.  Y aquí, por supuesto, también se crean nuevas necesidades de mercado.

Los Fundamentos de  la Gerontología 

Como se dijo antes, el problema no está en que la Gerontología se desarrolle como una técnica, sino que al mismo tiempo debe contar con unos fundamentos científicos propios.  "La técnica no es inferior a la ciencia, simplemente son diferentes;  persiguen objetivos distintos.  Si bien el conocimiento científico es la base de acciones técnicas cada vez mejor orientadas y sustentadas, sin el desarrollo de la técnica no habría ninguna repercusión del conocimiento científico sobre las diversas prácticas sociales (Viniegra V./1991)

Quizá una de las condiciones más importantes para poder hablar de desarrollos científicos está dada en la posibilidad de dar lugar a un proceso de reflexión y cuestionamiento permanente de lo que existe, sobre la base del planteamiento de nuevas hipótesis para nuevas investigaciones.  Y este será un camino inagotable.

Este aspecto es especialmente válido en el caso de la Gerontología que por ser un área de interés poco explorada, a pesar de que no pocos profesionales que ubican en ella su quehacer, han decidido afirmar que "ya todo está dicho".

Contrariamente a dicha afirmación, vale la pena hacer énfasis en que de alguna forma el camino está virgen.  Y es que como ya se ha mencionado, el fundamento de la Gerontología hasta la fecha, parecería estar dado en términos de la ciencia médica, valga decir la Geriatría o las Ciencias Biomédicas, es decir de las ciencias de la salud, y no desde los fundamentos de la ciencias humanas. Lo social se plantea sólo como un factor coadyuvante o complementario a lo biológico.

Esto plantea una serie de problemas que vale la pena resaltar:

· La investigación médica reponde a conceptos muy limitados. "la enfermedad y la salud son términos cualitativos que definen fomas determinadas de vida, la normalidad y la anormalidad son términos estadísticos que definen sólo patrones de comportamiento comunes a grupos determinados y marcan a aquellos que se salen de esa norma, sin explicar las razones cualitativas de dicho comportamiento alejados del patrón común" (Canguilhem G./ Citado por Quevedo, 1992).

· Se separa al ser humano, en etapas, que por cierto son muy relativas, o se les divide en sistemas, y no se ubica dentro de su contexto histórico o social.  Tampoco se considera suficientemente el valor de sus capacidades y potencialidades. 

· Muchas de las investigaciones realizadas han salido de los consultorios u hospitales y no de la población en general y están enmarcadas por los propios miedos que frente a la vejez tienen los terapeutas a su interior   (Salvarezza/1993).

Desde otro punto de vista, el fundamento de la Gerontología pretende estar en la Psicología,  entendida como ciencia del comportamiento.  Está relacionada con la definición que de ella hace N.A. Rybnikov: "La investigación del comportamiento en la edad provecta ha de convertirse en una rama de especialización dentro de las ciencias del comportamiento.  La finalidad de esta ciencia es la investigación de las causas y condiciones del envejecimiento, así como del estudio y descripción cuidadosa de los cambios del comportamiento regularmente progresivos y que se hallan relacionados con la edad"  (Stteib y Orbach/1966 citado por Lehr/1988).

De todas maneras, implicaría orientarse sólo hacia una dimensión del ser humano.  Felizmente la misma Ursula Lehr en el suplemento a la tercera edición alemana de su libro Psicología de la Senectud, resalta que "unicamente el conocimiento teórico, que se ha ido abriendo paso lentamente de que el comportamiento en la vejez está determinado por la acción conjunta de varias causas, sobre todo por los factores sociopsicológicos y ecológicos, les franquea el camino a ciertas medidas de intervención" (1988)

Así mismo cita a Gutmann, Gottesman y Tessler (1973) quienes "hablan de una <<revolución>> en la investigación psicológica del envejecimiento, una revolución que supone apartarse de una creencias demasiado acentuadas y de una fijación excesiva a los métodos -lo cual implica siempre un estrechamiento del campo visual- y exige volcar la atención sobre los problemas propiamente dichos de la persona que envejece: <<Como parte de esta revolución, los investigadores están dándose cuenta de que su misión no consiste solamente en contemplar la variación en los datos ya existentes>>"

Lo anterior permite concluir que es necesario avanzar mucho más en el establecimiento de los fundamentos científicos propios de la Gerontología. Indudablemente habría que insistir en que en Colombia está todo por hacerse.  Máxime si se revisan los estados del arte de la investigación en otros países -y reafirmando- en otros contextos. 

Puede entonces pensarse la Gerontología, desde las dos grandes ramas del saber científico: 

Como ciencia relacionada con el estudio del envejecimiento  y la vejez a partir del ser humano histórico, social  y  multidimensional.

Como ciencia aplicada, apoyando la intervención en el enfrentamiento de los problemas que tienen que asumir las personas  en razón de la edad y buscando transformaciones sustanciales en su condición como grupo social.

En general, como señala J.A. Bejarano, toda ciencia debe concebirse "como una actividad colectiva que comporta diversos niveles en su quehacer: la creación de conocimiento y las condiciones sociales e institucionales en que se produce esa creación de conocimiento, la transmisión del mismo a través de estructuras curriculares y los programas formales de enseñanza etc., y finalmente las condiciones de aplicación (o utilidad social) del conocimiento". (1998).

Es evidente que al sistema universitario le compete una gran responsabilidad.  Es necesario que, simultáneamente con la formación de profesionales, se haga un esfuerzo especial de investigación que permita superar paradigmas claramente limitados y discutibles.    Todo ello debe estar basado en un cambio que sin duda alguna, tiene que ser drástico, con respecto a la  visión actual estereotipada que se tiene sobre la vejez.   Así mismo, con una revisión profunda y cuidadosa de la manera como se concibe la relación de las personas con su entorno, de su papel económico, de la influencia de la sociedad de consumo, pero sobre todo  de los propios miedos que no fácilmente se reconocen.                                                                   

 Bogotá, 1998        

(*) Trabajadora Social.  Consultora en Gerontología.  Docente Universitaria en las áreas de Gerontología y Educación en Salud Comunitaria.  Miembro del Grupo Interdisciplinario de Estudios sobre Envejecimiento de la Universidad Nacional de Colombia.    E-mail: amarquezh@epm.net.co