Chile. Auspiciosos índices revela

Miércoles, 28 de Mayo de 2008

Canal: Envejecimiento y vejez

Estudio UC - Caja de Compensación Los Andes (2007): Auspiciosos índices revela "Primera encuesta nacional sobre calidad de vida en la vejez"

Más del 72% de los adultos mayores son autovalentes, y el 77% dice tener satisfecha su necesidad de cariño y afecto.

No obstante, el 60% dice no tener cubiertas adecuadamente sus necesidades económicas, y el 80% no realiza actividad física.

El 78% de los adultos mayores son dueños de la casa donde viven.

El Mercurio

18/mayo/2008.


La situación de los adultos mayores chilenos es mucho mejor de lo que se creía. Así lo demuestra la "Primera encuesta nacional sobre calidad de vida en la vejez" (2007) realizada por el Instituto de Sociología de la Universidad Católica y la Caja de Compensación Los Andes, a solicitud del Programa para el Adulto Mayor de esa casa de estudios. Ésta se dará a conocer el 27 de mayo en un seminario sobre calidad de vida en la vejez.

"Todos los índices de la encuesta son muy altos", dice Carmen Barros, socióloga de la UC.

La investigación, primera en su tipo, se realizó en una muestra de 1.600 personas mayores de 60 años, en ciudades de más de 30 mil habitantes.

Entre los índices más auspiciosos figura un 56% que se muestra satisfecho con sus condiciones de vida frente a un 44% que se define poco satisfecho e insatisfecho.

Otro tanto ocurre con sus relaciones familiares. El 86% considera que la relación que tiene con sus hijos es de buena calidad, y el 93% asegura que tiene a quien acudir si estuviera enfermo, mientras el 89% afirma que cuenta con alguien en las buenas y en las malas.

El apoyo no sólo es simbólico. El 85% dice tener a quien acudir si se siente solo y un 77% dice que tendría a alguien que le facilitara dinero en caso de apuro.

Sin embargo, dos aspectos se presentan prioritariamente no auspiciosos. "Es esperable que así sea en cuanto a ingreso y salud, percepciones que son realmente negativas en la encuesta", explica Barros.

Respecto de su condición económica, el 60% de los adultos mayores señala no tener cubiertas sus necesidades económicas adecuadamente.

En cuanto a salud, el 62% la evalúa negativamente. Sin embargo, en materia preventiva, casi el 80% no realiza ninguna actividad física.

El doctor Pedro Paulo Marín, director del Centro de Geriatría y Gerontología UC, señala que la encuesta confirma ciertos fenómenos asociados a la vejez. Por ejemplo, que son grandes consumidores de medicamentos: el 78% dice tomar alguno diariamente, tendencia más pronunciada entre las mujeres.

"El consumo de fármacos, que es muy alto en la tercera edad, no es el problema, sino su indicación, dosis e interacción entre ellos. Esto se agrava con el fenómeno de la automedicación y la falta de control de esos fármacos que los adultos mayores consumen durante años", dice.

Marín agrega que hay pocos estudios científicos de nuevos fármacos, para enfermedades como depresión o diabetes, que incluyan a mayores de 70 años. "Y no es lo mismo usar un medicamento a los 60 que a los 80".

Respecto de la alimentación, el médico señala que -tal como revela la encuesta- los adultos mayores consumen pocos lácteos y agua, lo que los hace propensos a agravar sus dolencias óseas y a deshidratarse.

La encuesta nacional sobre calidad de vida en la vejez identifica también los predictores de bienestar para los adultos mayores.

Al respecto, enuncia que actividades significativas como salir de casa o leer -hechos que potencian el contacto con la sociedad y el ejercicio de las capacidades cognitivas- son dos factores que potencian el bienestar.

Bienestar mayor

Asimismo, la percepción de autoeficacia, como la capacidad de responder adecuadamente a los eventos del diario vivir, resolviendo conflictos o pidiendo ayuda, también es una señal relevante que anticipa el bienestar entre los adultos mayores.

Finalmente, la calidad de las relaciones sociales es otro factor predictor. "Eso confirma que la familia hoy en día en Chile constituye una importante fuente de apoyo, si bien los adultos mayores no valoran el recibir apoyo instrumental -como asistencia económica, por ejemplo-, porque los hace sentir dependientes", explica la socióloga Soledad Herrera.

Todas las variables, sin embargo, son cruzadas por el nivel educativo de los adultos mayores. Las sociólogas destacan este factor como un predictor relevante de calidad de vida. "A todo nivel, una persona educada tiene mayores expectativas de vida. Cuenta con más herramientas y conocimiento de autocuidado y prevención de dolencias mayores", dice Barros.

Al respecto, el antropólogo Marcelo Arnold-Cathalifaud destaca la positiva relación entre nivel educacional y calidad de vida evidente en la encuesta.

"Se trata de una constatación relevante, si queremos tener una sociedad que promueva un buen envejecer, a la hora de definir políticas públicas", opina el decano de Ciencias Sociales de la U. de Chile e investigador del Observatorio Social del Envejecimiento y la Vejez en Chile.

Sobre los desafíos que revela esta encuesta, Arnold precisa que el aumento en las expectativas de vida de la población chilena crea condiciones no siempre positivas. "Pueden vivirse más años, pero con menos calidad y con una sensación de un bajo nivel de bienestar", precisa.

"Las preguntas más urgentes son, en consecuencia, cómo proveer medios de apoyo a una creciente población envejecida, estimular la autopreocupación y formas saludables de envejecimiento; cómo darle sentido a vidas más largas, prevenir las minusvalías que acompañan al envejecimiento, y disminuir o retrasar la vulnerabilidad de ancianos y ancianas".

La mujer no está bien

Según la encuesta, ser mujer adulta mayor carga con un sesgo negativo. "Básicamente, tiene que ver con la capacidad física de las mujeres, porque en términos de apoyo social y relaciones sociales es al revés", explica la socióloga Carmen Barros.

Sobre los índices de salud, la socióloga Soledad Herrera dice que "las mujeres tienen una peor percepción de su capacidad de funcionamiento físico, lo que se asocia con que realizan menos actividad física".

Efectivamente, admite el doctor Pedro Paulo Marín, las mujeres tienen una peor autopercepción de su salud. "Tienen más problemas osteoarticulares y molestias asociadas al ánimo, como depresión; sufren más de osteoporosis, sobrepeso y hacen menos ejercicio. Y al tener menos masa ósea y muscular, presentan inestabilidad al caminar".

Algunas conclusiones

Carmen Barros

Socióloga UC

"La percepción que tiene la gente de su proceso de envejecer ahora es mucho más positivo. Por eso más personas asumen un rol activo para mejorar la calidad de su envejecimiento".

Dr. Pedro P. Marín

Director, Centro de Geriatría UC

"Las mujeres, en general, tienen una peor autopercepción de su salud. Efectivamente, sufren más de osteoporosis, sobrepeso y hacen menos ejercicio".

Marcelo Arnold-Cathalifaud

Observatorio Social del Envejecimiento y la Vejez, U. de Chile

"El actual desafío es cómo mejorar la calidad de vida de los, cada vez más numerosos, adultos mayores".

Una mirada con lupa

Una radiografía más detallada de los adultos mayores que reveló la Primera Encuesta Nacional sobre Calidad de Vida en la Vejez (2007) muestra que el 53,1% tiene educación básica; un 26,6%, educación media; un 13,4% tiene estudios superiores, mientras un 6,9% no posee educación.

Estas cifras son equivalentes a la última encuesta CASEN 2006.

Sobre su situación económica, un 60% asegura no tener cubiertas sus necesidades, y el 78% señala que él o su cónyuge son dueños de sus viviendas, las que suelen estar bien equipadas, con TV color, ducha, refrigerador, lavadora, agua caliente o microondas.

Sus fuentes de ingreso son jubilaciones, pensiones o montepíos (67%); el 46% recibe dinero por su trabajo o negocios propios y el 23% recibe subsidios estatales. No obstante, el 35% asegura que él o su cónyuge tienen deudas (17% equivale a préstamos de una Caja de Compensación).

Cabe destacar que el 63% de los encuestados dice trabajar por sus propios medios, mientras que el 28% se desempeña como obrero o empleado.

Un aspecto preocupante en torno a los ingresos de los adultos mayores queda en evidencia al precisar que sólo un 30% de los encuestados no cotiza o nunca ha cotizado en un sistema previsional. De los cotizantes, el 56% impone en el INP, el 35% lo hace en una AFP y el 5% ignora dónde ha cotizado.

En términos de salud, en tanto, el 82% pertenece a FONASA y el 5% está afiliado en una isapre.