Más nacimientos, menos uruguayos
Tendencia. Si se mantienen baja tasa de natalidad y alta emigración disminuirá población
EL PAIS digital
16/4/2008.
En 2007 hubo 1.007 nacimientos más que en 2006. Para varios expertos ese crecimiento no es significativo y de mantenerse la tendencia a la baja de los últimos años y la emigración, la población del país disminuirá.
"Cuando seremos dos y un hijo para consuelo", era un dicho popular tres décadas atrás, cuando las mujeres en promedio tenían tres hijos. El dicho está más cerca de hacerse realidad, ya que el promedio se ubica en dos hijos, lo que implica que a mediano o largo plazo la población no alcance a reproducirse a sí misma.
Si bien en 2007 hubo 48.243 nacimientos, 1.007 más que los 47.236 de 2006, esa cifra está aún lejos de los 50.052 que se registraban en 2004, según los datos de la Unidad de Información Poblacional del Ministerio de Salud Pública. De mantenerse la tendencia a la baja, se concretará la disminución de la población del país.
En el año 2006 se quebró la tendencia a la baja en el número de nacimientos del milenio, pero en solo 88 niños más que en 2005. Aunque en 2007 el número subió, diferentes demógrafos consultados coincidieron en que los dos años de crecimiento en la cantidad de nacimientos no pueden tomarse como un cambio en la tendencia a la baja, para lo que ese crecimiento debe corresponderse con la alza en las tasas de natalidad y fecundidad con relación a la población y mantenerse al menos cuatro años.
Consideran los expertos que, por el momento, hay que seguir hablando de una estabilidad en el descenso de nacimientos y aguardar si en los próximos años se estabilizan o en el mejor de los casos crecen.
El estadista epidemiológico Américo Migliónico recordó que en 1996 hubo 58.900 nacimientos, una cifra muy superior a 2007.
Reproducirse. "Si mantenemos una natalidad baja y la emigración, decrecerá la población", expresó la demógrafa Adela Pellegrino a El País.
En su trabajo "Demografía y seguridad social en Uruguay", la socióloga y demógrafa Mariana Paredes sostuvo que Uruguay "tiene tasas de fecundidad bajas desde mediados del siglo XX registrando un descenso paulatino y progresivo desde entonces hasta nuestros días. Estas tasas, que se ubican en casi tres hijos promedio por mujer desde 1950 descienden a comienzos del siglo XXI por primera vez por debajo del nivel de reemplazo poblacional".
"Este fenómeno es de suma trascendencia en la dinámica poblacional ya que implica que, por crecimiento vegetativo (nacimientos menos muertes), la población no alcanzará a reproducirse a sí misma", destacó.
En el mismo sentido se expresó meses atrás la demógrafa Carmen Varela. "Es una cuestión de cuentas. Si se mantiene la tasa de mortalidad normal en el país que es baja y no se repone con los nacimientos necesarios y, a su vez, hay una cierta salida de población, vamos a disminuir. Si el escenario se mantiene, vamos camino a disminuir la población", dijo a radio El Espectador.
Tendencia. Para Pellegrino, el crecimiento en la natalidad registrado en 2007 es una oscilación muy pequeña para interpretarla. "El asunto es si se convierte en una tendencia y para que se pueda hablar de eso son cuatro o cinco años", comentó.
Pellegrino dijo que si bien hay una brecha grande entre la cantidad de hijos que tienen las mujeres con nivel educativo alto y las de nivel educativo bajo, esa diferencia se redujo en los últimos años, llevando la fecundidad a la baja. "Esto por supuesto que está relacionado con el nivel socioeconómico de las personas, a mayor nivel menos hijos en general", sostuvo.
Otro factor que los demógrafos consideran incide en la baja de la natalidad es la cantidad de mujeres que emigran, las que en general son jóvenes y en edad de reproducción.
Una uruguaya joven que emigra y no retorna a vivir al país implica la pérdida de dos generaciones, la suya y la de sus hijos, coinciden expertos.
Paredes señaló que "para profundizar el avance del envejecimiento", se agregan los procesos migratorios. "Uruguay cuenta con un saldo migratorio negativo (se van más de los que llegan) desde mediados del siglo pasado, lo que implica que la emigración constituye un fenómeno ya estructural de la población uruguaya"
"Paralelamente este fenómeno se ha acentuado en forma coyuntural durante las crisis políticas y económicas y está afectando en los últimos años a la población más joven", añadió en su trabajo.
Proceso. Pellegrino señaló que la baja de la natalidad en Uruguay fue un proceso largo y empezó mucho antes que en otros países del continente, pero que salvo excepciones como Bolivia y Haití, se da en toda América.
Puso como ejemplo a Brasil, que de 5 hijos promedio por mujer en la década del 70 pasó a una fecundidad similar a la uruguaya, de 2 hijos promedio en mujeres que terminaron su proceso de procreación.
Igualmente la fecundidad en Uruguay es más alta que la de algunos países de Europa, como España e Italia, que se ubica en 1,4, informó.
Chile, Argentina y Uruguay son los países que tienen la fecundidad más baja de América Latina.
Caída. Un informe que el Banco de Previsión Social (BPS) publicó en 2005, indicó que desde el año 1955 hasta 2000 la tasa de natalidad cayó casi 33% y que desde 1975 también se registra una caída en el índice de fecundidad.
Para el BPS, el incremento del peso relativo de las uniones no formales es un reflejo de la reducción en la natalidad y la caída de esta tasa evidencia que las mujeres tienen un mayor control de la natalidad, que las parejas deciden retrasar el momento de los nacimientos y tener menos hijos, y que más mujeres deciden no tener hijos.
Para que la población crezca o al menos se mantenga, será necesario que a los 48.243 niños nacidos en 2007 se sumen cientos de miles más los próximos años, coinciden los expertos uruguayos.
Las cifras
1.007 niños más nacieron en Uruguay en 2007 con relación a 2006. Igual no revierte la tendencia a la baja de la tasa de natalidad.
48.243 niños nacieron en 2007. Ese año también se dio un aumento de la mortalidad infantil: 77 fallecidos más que en 2006.
Políticas tendientes a revertir situación
¿Cómo se puede revertir el fenómeno de baja en la tasa de natalidad y de una posible disminución de la población?
La demógrafa Adela Pellegrino y el estadístico Américo Migliónico, consideran que los países nórdicos son los que han tenido mejor resultado en el primer ítem.
En esos países, en especial en Suecia, se concretaron políticas orientadas a integrar el trabajo de las mujeres con la maternidad, brindándoles diferentes ayudas como jardines de infantes y flexibilidad horaria laboral para los padres con hijos pequeños. Con esas y otras medidas, Suecia logró que la tasa de natalidad no baje y se ubique por encima de dos hijos por mujer.
Para Pellegrino, una mayor fecundidad debe estar relacionada con un mejor estatus de la mujer y dijo que es difícil que haya políticas que impulsen a las mujeres a tener más hijos. "Siempre en Uruguay la población tuvo una actitud muy limitacionista, por un lado había abortos, pero también en general la gente tenía pocos hijos desde principios del siglo pasado. Hasta el año 1975 estaba alrededor de 3, ahora es de 2 (...) Parecería que hay objetivos diferentes entre los de la población en general y por otro lado las necesidades del país", aseveró.
Los otros factores que inciden en el segundo ítem son la mortalidad infantil, la emigración y la inmigración.
Pellegrino cree que habrá flujos inmigratorios en los próximos años y que se debe bajar la emigración, que se mantiene en niveles altos.