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Chile. Las nuevas dinámicas familiares que genera la convivencia con abuelos y bisabuelos

Martes, 19 de Mayo de 2015
Recortes de prensa

El aumento de la expectativa de vida ha hecho que cada vez sea más común que cuatro generaciones convivan en una misma familia, generando cambios en los roles tradicionales.

Ya no caben dudas de que la sociedad chilena envejece y vive más, y las cifras así lo confirman: hoy casi tres millones de chilenos superan los 60 años -hacia 2050 se espera que sean el doble-; de ellos, unos 500 mil pasaron las ocho décadas y alrededor de 2.400 ya son centenarios. En este panorama, cada vez será más frecuente que convivan cuatro generaciones en una misma familia. A hijos, padres, nietos y abuelos ya es común sumar bisnietos, bisabuelos y hasta tatarabuelos en la foto familiar.

"Yo no conocí a mis bisabuelos y, sin embargo, hoy sé de montones de casos en los que los hay", dice Gabriela Ramírez (87). Y ella es un ejemplo: madre de cinco hijos, tiene 20 nietos y siete bisnietos, a los que se sumarán pronto trillizos.

"Con mis nietos he tenido mucho más contacto y mis bisnietos son todos chiquititos, la mayor tiene siete años recién, entonces he vivido a mis bisnietos más a través de lo que me cuentan mis hijos (sus abuelos) que en el contacto directo con ellos. Pero es muy rico, sobre todo cuando se junta toda la familia".

Algo similar le sucede a Amable Soto (89): a sus once nietos, ya suma ocho bisnietos. "Para mí son lo mejor que me ha pasado. Claro que hay diferencias en el modo de tratarlos; son amorosos y se portan bien conmigo, pero el genio ya no es el mismo con los años y uno se cansa más rápido con los más pequeños. Pero los amo a todos".

Historia y tradiciones

Con tanta gente en la familia, las dinámicas al interior de ella han comenzado a cambiar y la imagen tradicional de los abuelos, y la más reciente de los bisabuelos, están adaptándose a este nuevo contexto.

En la medida en que una persona de 60 o 70 años sigue con una vida plenamente activa, "ser abuelo ya no es para todos el rol principal, como ocurría antaño, sino uno más dentro de otros. Sigue siendo significativo, pero ya no es representativo de lo que es ser adulto mayor", afirma la psicóloga clínica Daniela Thumala, experta en envejecimiento y académica del Departamento de Psicología de la U. de Chile.

El concepto del abuelo ha ido cambiando, agrega la psicóloga María Elena Larraín, académica de la U. de los Andes. "Antes había una disponibilidad temporal para poder atender o cuidar a los nietos, que no es la misma en la actualidad".

Una situación que puede generar conflictos en la medida en que las expectativas de roles no se cumplen.

"Abuelos más jóvenes, que siguen teniendo proyectos o actividades que no quieren dejar de lado, a veces se sienten presionados porque sus hijos les demandan ayuda con los nietos", comenta la psicóloga Beatriz Zegers, especialista en envejecimiento y una de las autoras, junto a Larraín, del libro "Lecturas al atardecer: ocho temas acerca del envejecimiento", en donde se aborda la "abuelidad".

Lo anterior ha hecho que muchas veces sean los bisabuelos quienes asuman el rol clásico de cuidado que antes tenían los abuelos. O, al menos, un apoyo. "Si están en buenas condiciones funcionales, ellos pueden ser un puntal. Personalmente, mi mamá, de 87 años, está sana, autónoma y maneja, entonces le puedo pedir favores sobre mis hijos o el cuidado de mi nieta", cuenta María Elena Larraín.

El rol que asume el bisabuelo está muy determinado por la edad de la persona, su condición física y mental, y por la edad de los bisnietos: no es lo mismo atender a un niño de diez años que a una guagua de dos.

"Abuelos y, en particular, bisabuelos, tienen un rol importante a nivel familiar, sobre todo en el aspecto simbólico y emocional. Representan la historia de la familia en el tiempo y transmiten tradiciones", dice Zegers.

Incluso, si el bisabuelo no está en buenas condiciones de salud, a los niños les hace muy bien estar cerca de gente mayor, agrega Larraín. "Si están postrados o con problemas de memoria, les enriquece su mundo psicológico, los acerca al ciclo vital y se transmite un patrón de solidaridad intergeneracional al cuidar a ese bisabuelo enfermo".

La convivencia de cuatro generaciones sin duda que enriquece la vida familiar. Pero las expertas coinciden en que es importante respetar la disposición de abuelos y bisabuelos, y dialogar entre todos para delimitar funciones y, así, evitar conflictos y mayores presiones.

En especial para los abuelos, quienes pueden verse más demandados emocional y físicamente, comenta Larraín. "Un fenómeno reciente es el de abuelos que tienen hijos y nietos a los que deben apoyar a veces, pero que además deben hacerse cargo de sus padres, porque están viudos o con una salud precaria".

Entonces, como agrega Thumala, se suma una responsabilidad que hasta hace algunas décadas no existía y que suele asumir la mujer. "El cuidado de otro miembro de la familia sigue siendo un rol netamente femenino, con todas las dificultades que eso significa". De allí la importancia de conversar en familia y pedir apoyo cuando se hace necesario.

Fuente: Economía y Negocios online - 17/5/2015.
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=145957