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Costa Rica. Adultos Mayores viven las tablas sin complejos

Martes, 29 de Abril de 2014
Aprendizajes y Experiencias

“Quiero que todos los días sean de teatro”

Un programa conjunto de la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica (UCR) y del Programa Integral del Adulto Mayor (PIAM) ha dado origen a un proyecto desde el 2012 llamado Grupo de Teatro Alternativo. Todos los martes, a la 1 de la tarde, los integrantes estudian y practican su pasión.

“Como Cristóbal Colón, he descubierto nuevas tierras, y esta experiencia me ha devuelto a la vida. Quiero que todos los días sean de teatro”, explica con un brillo en sus ojos María Chaves, alumna de 72 años que marca ya su quinto semestre.

Entre conversaciones acerca del nuevo presidente electo, quién trajo qué para la hora del receso y hasta qué foto subió alguien en Facebook, empieza una nueva clase para estos artistas cuyas edades rondan entre 50 y 90 cuyo primer paso por vencer fue someterse a una audición ante su profesora María Nieves Barahona-Riera.

Lo que nunca puede faltar en el sótano de Artes Musicales, donde aprenden y ensayan, son las risas. Nunca se deja de escuchar una risa entre cada ejercicio de relajación, cada práctica de las obras que preparan y el receso donde todos comparten una merienda.

Teatro Alternativo ha presentado obras como La visita a los portales, A conocer el retoño, La verdulera, Del romancero tico, Las fisgonas de Paso Ancho y El testimonio del perro, siendo estas últimas dos sus favoritas. La puesta en escena en la UCR ha recorrido desde el pretil hasta la Calle de la Amargura.

Entre máscaras y cantos, bullen los ingenios para la elaboración propia de material escenográfico y de los textos. Como representantes del Alma Máter, han sido invitados en el Instituto Costarricense de Electricidad y en distintas actividades para recaudar fondos en comunidades.

Actualmente, el grupo está conformado por 26 personas, de las cuales cinco son nuevos integrantes. Las mujeres superan en número a los hombres, pero no es problema cuando a alguno le toca interpretar otro género.

VOLVER A SER NIÑOS

“Nos colocamos una sonrisa en la cara, nos sacudimos el polvo”, demanda Barahona, y a la vez pide una serie de ejercicios de relajación que preludian la clase, sin zapatos y con ropa cómoda. Las cuatro horas a la semana de la clase transcurren con una rapidez inquietante.

Equivocarse, volver a intentarlo, ponerse y quitarse máscaras, ser hombre o mujer, tirarse al piso y hacer un berrinche, llorar de la alegría o del enojo. En este espacio la edad no importa, como si fueran niños de nuevo, a través de la actuación se convierten en otra persona.

Los vínculos entre los integrantes de este grupo son notorios, al finalizar cada año hacen una “Fiesta de la alegría”, y algunas amistades siempre están presentes, incluso en las fiestas de cumpleaños.

La integrante de oro del grupo es Olga Monge Granados, quien lleva 15 años haciendo teatro y fue fundadora del grupo Renacer, también en la UCR.

La mayoría de los integrantes además de atender a las clases de teatro también asisten a otras clases impartidas por el PIAM, tales como aeróbicos, periodismo escrito, flamenco, folclore entre otras. “A veces tengo mucho que estudiar, y al memorizar los diálogos y poemas ejercito mi memoria”, recuerda María Chaves, y sus compañeras la secundan: “Esto nos demanda utilizar la mente, los sentidos, olvidarnos de todo e interpretar nuestro personaje”.

“Quiero que esto sea un espacio para que los profesionales en Artes Dramáticas tengan herramientas para enseñar específicamente a los adultos mayores”, explica Barahona en referencia a la visión que pretende la educación con personas adultas mayores, así como las expectativas a largo plazo del grupo de Teatro Alternativo.

Los próximos proyectos estarán listos para el segundo semestre del presente año, algunos de los platillos fuertes serán: Viaje al tren vía por San José de antaño y Los derechos de las mujeres en la época de los años 30, esta última es una adaptación de testimonios de la vida de las integrantes.

Para este grupo de adultos mayores, la edad es lo de menos. Conforme pasan los años logran entender y explorar estas pasiones de formas distintas, para volver a nacer. En las tablas, entre las risas, con amigos viejos y nuevos, sin importar a quién estén interpretando, el público les aplaude de pie.

Fuente: Semanario Universidad (UCR) - 23/4/2014.
http://www.semanariouniversidad.ucr.cr/noticias/universitarias/12886-2014-04-23-04-05-42.html