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Bolivia. Malos tratos y falta de acceso a servicios médicos adecuados aquejan a los adultos mayores

Jueves, 17 de Septiembre de 2009
Políticas y Derechos

Según el Consejo del Adulto Mayor, entre La Paz y El Alto hay alrededor de 46.000 personas de la tercera edad. De éstas, sólo un 25 por ciento acude a un geriatra o un gerontólogo, especialistas en la atención médica de ancianos.

Cada día, entre 25 y 35 casos de maltrato a ancianos registra, en un solo hospital, la Brigada del Buen Trato, una organización dependiente de la Unidad del Adulto Mayor y Personas con Discapacidad, que recorre centros médicos de la ciudad, a fin de vigilar que las personas de la tercera edad reciban una atención amable y eficiente en los servicios que requieran.

Antonieta Puerta, una de las brigadistas, cuenta que la mayoría de las quejas que se reportan alude a las enfermeras del Hospital Obrero -de la Caja Nacional de Salud (CNS)-, quienes con frecuencia “gritan y jalonean” a los adultos mayores que demandan su atención.

“En las visitas que hacemos, al día registramos entre 25 y 35 casos de maltrato sólo en el Hospital Obrero. Éste es el que más denuncias tiene. Con un número que no baja de los 20 están el (policlínico) Manco Kápac y el de Villa Fátima”.

Al respecto, La Prensa intentó contactar a la jefa de enfermeras del aludido nosocomio, Aida Cordero, pero ella se hallaba de vacaciones; también buscó a la delegada nacional, Delia Rojas, quien mandó a decir a su secretaria que no podía dar declaraciones. Finalmente buscó un criterio del gerente general de la CNS, César Ayala, pero no lo halló.

Empero, una enfermera del Obrero que prefirió mantener su nombre en reserva reveló: “A veces los abuelitos se portan como niños y para que nos hagan caso tenemos que elevar un poco la voz, pero no hay maltrato”.

La Brigada es dependiente de la Oficialía Mayor de Desarrollo Humano, de la Alcaldía paceña. Está compuesta por ocho adultos mayores, quienes reciben un bono de 300 bolivianos mensuales que les permite movilizarse por varios nosocomios de la ciudad a fin de recoger quejas y hacer gestiones en favor de una atención adecuada para sus similares.

Natalio Llikuta, otro brigadista, apunta que uno de los mayores problemas que éstos afrontan es el limitado acceso a servicios médicos adecuados.

El Seguro de Salud para el Adulto Mayor (SSPAM) “sólo cubre el 4 por ciento de todas las atenciones que deberían tener; en tanto que en el 96 por ciento está todo a lo que no acceden”.

Según la Ley Nº 3323, los gobiernos municipales son las instancias que ponen en marcha el SSPAM, que reemplaza al Seguro Médico Gratuito de Vejez. En la ciudad de La Paz, este beneficio está en vigencia desde hace más de un año, al que se acogen todos los varones y mujeres de este municipio que tengan 60 o más años y que no cuenten con seguro de salud.

Esta prestación cubre: diagnóstico médico, apoyo de laboratorio de imagenología, odontología, hospitalización, tratamiento médico y quirúrgico. Los servicios que no incluye y que son considerados importantes por los ancianos son prótesis funcionales (cadera, rodilla, brazo y pierna ortopédica), audífonos, placas dentales y otros.

Por otro lado, también se carece de profesionales especializados en la atención médica de adultos mayores, que son los geriatras y gerontólogos.

De acuerdo con el Colegio de Médicos de Bolivia, en la ciudad de La Paz sólo hay 11 profesionales en esta materia, de los que seis trabajan en el Hospital Geriátrico, de la CNS: cuatro en el mismo nosocomio y dos en consulta externa, que visitan a los pacientes en sus domicilios.

Julio Araníbar, director de dicho hospital, dice que estos seis especialistas no abastecen a la demanda de la población, que es de 20 a 30 pacientes por día.

Esa insuficiencia se evidencia más cuando Fausto Vino, presidente del Consejo del Adulto Mayor de La Paz (CAMLP), señala que en la actualidad hay 20.000 ancianos en esta ciudad y unos 26.000 en El Alto.

“De ellos, menos del 25 por ciento acude a un gerontólogo porque no conoce de esta especialidad o no tiene recursos”.

Para Vino, esta rama médica es muy importante para las personas de la tercera edad, pues les ayuda a mantenerse autónomas durante su vejez.

Por su lado, Araníbar, quien también es presidente de la Sociedad Boliviana de Geriatría y Gerontología, apunta: “Eso (la carencia de profesionales) puede ser un gran perjuicio para la población más adelante, porque los adultos mayores tendrán más presencia en el país”.

El 6 de agosto, en una publicación especial sobre la identidad de los bolivianos, La Prensa informó sobre el proceso de envejecimiento gradual que experimentará la población del país la próxima década. El mayor crecimiento poblacional se dará entre los adultos mayores, quienes pasarán de ser 552.000, según el Censo Nacional de Población y Vivienda (CNPV) 2001, a un millón en 2020.

Por otro lado, cabe destacar que “no todos los ancianos están asegurados en la Caja (Nacional de Salud) —dice Araníbar—, por eso tienen que acudir a consultorios privados; no hay la especialidad en el servicio público”.

El Hospital de Clínicas, un nosocomio referencial de La Paz, no cuenta con los servicios de geriatría y gerontología. En tanto, la consulta privada cuesta entre 150 y 180 bolivianos.

Violencia

De acuerdo con Mónica Durán, responsable de la oficina de Atención de Casos de la Unidad del Adulto Mayor (UDAM), de la Alcaldía paceña, hasta julio se han registrado 33 casos de violencia intrafamiliar en esta urbe.

“De ellos, 20 son de maltrato psicológico y 13, físico”.

El Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges), a través del Centro Rosaura Campos, también atiende casos de extravío, abandono, indigencia, desalojo y violencia intrafamiliar con ancianos. Ursina Choque, su administradora, explica: “Cada mes llegan al centro unas diez personas denunciando extravío o violencia intrafamiliar”.

Una de las expresiones de esta violencia y que se hace cada vez más común es, según César Ramos, del CAMLP, el despojo de los bienes de propiedad de los ancianos, propiciado por hijos, nietos y hasta por arrendatarios.

Eso fue lo que le pasó a María Mamani, de 85 años, quien cuenta que pese a tener una casa de cuatro pisos, sólo tiene acceso a un cuarto y al baño de los inquilinos, porque sus dos hijos “se apropiaron de todo lo demás”.

“A ellos (hijos) nunca los veo y a mis nietos, sólo cuando recojo mi renta, porque quieren que les regale (dinero) para sus recreos; cuando no les doy, se enojan. Pero después no vienen; me siento muy sola”.

Tomás Poma, dirigente del CAMLP, advierte: “El despojo del hogar se hace más frecuente. Se habla mucho de inclusión social, pero es mentira; por ser ancianos nos desplazan”.

Albergues

La carencia de albergues es otro problema recurrente para los adultos mayores, según los representantes del CAMLP.

“En La Paz —apunta Vino— se necesita un asilo público que no sea transitorio y que pueda albergar a unas 200 personas”.

En la ciudad de La Paz existen 15 albergues: dos son públicos (Hogar María Esther Quevedo y Centro Rosaura Campos) y 13 son privados.

Un hogar en El Alto

Desde que fue abierto hace tres meses, el Hogar de Ancianos San Martín, de El Alto, ha logrado dar cobijo a 24 adultos mayores. La obra es impulsada por el padre Sebastián Obermaier, párroco de La Fundación Cuerpo de Cristo.

“La ciudad ya cuenta con un millón de habitantes y hasta el año pasado no había un lugar dónde albergar a los ancianos, por eso es que decidimos construir el hogar”.

De acuerdo con el sacerdote, el centro, ubicado en la zona San Felipe de Sek’e, sector B, cuenta con cuatro servicios: estadía transitoria, atención médica en domicilios particulares, internación en caso de enfermedad e internación definitiva en caso de que la persona no tenga familiares.

En el primer caso, el anciano puede pernoctar en el hogar, que además le ofrece desayuno, almuerzo y cena; en el segundo, a solicitud, los médicos del centro pueden visitar a los enfermos en sus casas; en el tercero, el adulto mayor enfermo puede internarse en el hogar hasta su recuperación; y en el cuarto, la persona que no tiene familiares puede alojarse en el hogar de manera permanente. Los beneficiarios pagan de acuerdo con sus posibilidades.

Un espacio para parejas

Este 26 de agosto, justamente cuando se celebra el Día del Adulto Mayor, Irma Rodríguez y Jorge Carillo se darán el sí ante un altar, tras haberse conocido en un asilo de ancianos. Ella tiene 76 años y él, 64.

Actualmente, la pareja reside en dos centros diferentes. Ella en el Hogar María Esther Quevedo y él, en el Rosaura Campos, ambos del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges). En principio, Irma y Jorge vivían en el Asilo San Ramón, el cual tuvieron que abandonar tras haber evidenciado su romance, no obstante de que ocupaban ambientes distintos. Al no tener dónde acudir, el Sedeges los acomodó en dichos establecimientos, empero, en breve podrán convivir como marido y mujer.

La experiencia de Irma y Jorge alertó al Sedeges sobre la necesidad de crear un espacio para que los ancianos puedan hacer una vida en común. Así, este 26 de agosto, día en que la pareja se case, se inaugurará la Residencia del Adulto Mayor, destinada a hombres, mujeres y parejas. En realidad, este centro funcionará en el Hogar María Esther Quevedo, que ahora será mixto y permanente; en tanto, el Rosaura Campos se convertirá en un centro transitorio.

Más datos

A domicilio

En el Hospital Geriátrico hay dos médicos especialistas que están a disposición de los ancianos que requieran de su atención en sus domicilios particulares. En estos casos, el adulto mayor debe enviar a uno de sus familiares a dicho nosocomio para solicitar la atención; hay que presentar el carnet de asegurado del interesado.

Comedor

La Unidad del Adulto Mayor (UDAM), dependiente del Gobierno Municipal de La Paz, coopera con aquellas personas que tienen escasos recursos para que puedan tener acceso a alimentación, otorgándoles una beca comedor. Ésta les otorga el derecho de disfrutar de un almuerzo (sopa, segundo y postre) sin costo.

Festejo

El 26 de agosto se recuerda el Día del Adulto Mayor, por ello la UDAM ha preparado, para todo el mes, varias actividades de agasajo. Una de éstas es la elección del Abuelo y la Abuela del Bicentenario paceño, que se efectuará en El Prado este 26. Después habrá un agasajo en la sede de la Federación de Juntas Vecinales.

Guardería

Además de la inauguración de la Residencia del Adulto Mayor, el Sedeges pondrá en marcha desde este 26 de agosto una guardería para personas de la tercera edad, un sitio donde se pueda dejar temporalmente a estas personas. Durante su permanencia en el lugar, los ancianos podrán tener varias actividades recreativas.

La Prensa (Bolivia). 22/8/2009.
http://www.laprensa.com.bo/sabatino/22-08-09/edicion.php